Al caer las noches en Huamanga, Hernán Asto prendía las velas para iluminar su casa y continuar sus estudios escolares. En su pueblo, la electricidad era tan solo un sueño distante, como lo corroboró el tiempo. En ese entonces, Asto era tan solo un niño, pero su ingenio vivía entre las sombras danzantes del fuego que alumbraba su hogar. Desde chico demostró su curiosidad y sus capacidades para la creación y la innovación.
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Su talento lo llevó a la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), donde estudió Ingeniería Civil. Insatisfecho por su hambre de conocimiento, también ingresó a la Universidad Alas Peruanas, en Ayacucho, para formarse como economista. Pero lo más importante de esta etapa universitaria fue la impotencia de volver a su pueblo natal y ver que, a pesar de los años, la electricidad continuaba siendo algo lejano.
Esto fue lo que gatilló la creación de Alinti, la primera startup peruana que se encarga de producir energía biológica, que inició con la misión de darle luz a su pueblo. “Así nace, por un tema de necesidad”, comenta Asto, en una terraza en San Miguel, donde el logo de su empresa resalta de la pared, seis años luego de dar su primer paso.
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El primer biocargador del Perú
“Alinti es una tecnología que se encarga de producir energía eléctrica a partir de la fotosíntesis de las plantas y de cinco microorganismos electrogénicos”, explica su creador, quien también detalla que los microorganismos han sido seleccionados luego de un largo proceso de evaluación “para que puedan vivir en sinergia con la planta”. De esta forma se puede producir mayor energía y alargar el tiempo de vida del cargador, capaz de generar 15 amperios.
Adicional a las plantas, conocidas científicamente como Asparagus Densiflorus, y a los cinco microorganismos, el aparato cuenta con un panel solar. “Las corrientes generadas por la planta y por los microorganismos son potenciadas con un sistema fotovoltaico para que la energía sea funcional”, manifiesta Asto. La energía generada es almacenada en baterías internas, por lo que se tiene corriente constante.
“Por primera vez presentamos a la humanidad una nueva forma de producir corriente”, declara el ingeniero. Por ahora, estos prototipos tienen una vida útil de seis años, aunque con un buen cuidado, pueden funcionar hasta por diez. “El único mantenimiento es echarle agua”, detalla, Asto. “Inclusive tiene un sensor de humedad. Cada vez que necesita agua, te lo dice”, agrega. Cada cierto tiempo, uno debe echarle nutrientes, que vienen con el cargador, a la tierra para revitalizarla. Con un cuidado simple, uno tiene energía 100% orgánica.
Tocando puertas se abrió el camino
“Yo siempre he sido una de esas personas que tienen que tocar para que las puertas se le abran”, cuenta Asto, recordando todas las veces que pidió apoyo para su emprendimiento y fue negado. Sin embargo, esto nunca lo detuvo. La UNSCH fue la primera en abrirle las puertas, facultándole el uso de laboratorios cuando el prototipo funcionaba aún en una maceta de arcilla, con acabados simples y menor capacidad energética. Además de las instalaciones, su Casa de Estudios le introdujo a biólogos y otros expertos para que refuercen el proyecto.
En el 2018, por motivación de un amigo suyo, Asto logró llevar su idea al concurso ‘Una Idea para Cambiar el Mundo’ de History Channel. Llevándose el segundo puesto, fue premiado con 40 mil dólares para continuar la investigación y expansión del proyecto. Adicionalmente, ha ganado el premio de AT&T a Mejor Tecnología de Impacto y el Premio a Patente Verde de la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (ASIPI). En 2020, Alinti fue considerada dentro de las 500 mejores innovaciones en la Expo Dubai.
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En el 2019, Alinti logró trabajar con Facebook, quienes aportaron en la investigación y el desarrollo del producto. De hecho, impulsaron un proyecto para que la multinacional les brinde un gran aporte económico. “Esto me cambió la vida”, dice Asto. Sin embargo, la llegada de la pandemia retrasó las negociaciones y luego, las canceló. Pero Asto no se rindió.
A través de ProInnóvate, del Ministerio de la Producción, lograron ganar un premio por trescientos mil soles. Con esto cumplen el reto que Facebook les había dado: transformar Alinti de una maceta de arcilla a un producto moderno, táctil, ergonómico e interactivo. Con el tiempo, la Municipalidad de San Isidro también retó al equipo de Alinti, invitándoles a iluminar todo un parque con su tecnología. Su plan piloto fue en el Parque de las Peras. Pero llegó algo más, que los volvió a poner en el ojo internacional.
“La cervecera Corona se entera de la existencia de Alinti y nos retan. Un reto gigante. ‘Queremos un bar natural’ nos dicen”, cuenta el ingeniero. El desafío era importante, debían iluminar todo un bar y dos refrigeradoras utilizando solo plantas. Luego de seis meses trabajándolo, inauguraron el primer bar natural en Guatemala.
Los planes continúan
“Alinti tiene un espíritu noble. No es solo producir energía innovadora, diferente, única. También es ayudar a los demás”, cuenta el fundador. “Para el 2028 tenemos que entregar el primer producto revolucionario de energía biológica”, agrega. Una de las metas más importantes para esta startup es poder darles energía limpia a los pueblos más necesitados, pero también acceder a mercados modernos para posicionar la energía limpia.
Pero Asto y su equipo contemplan una meta aún más ambiciosa, llamada Alinti Jungle. Quieren utilizar la tecnología desarrollada por la empresa para aprovechar la energía eléctrica de los bosques y de la Amazonía para cosechar energía biológica. “Para hacer realidad ese sueño hemos firmado un convenio con los ashánincas, donde nos están permitiendo trabajar en cincuenta mil hectáreas. Pero se requiere mucho dinero, 10 millones de dólares”, comenta Asto, con la esperanza de recibir apoyo nacional e internacional para lograr este reto.
Actualmente, están inscritos en ‘Kickstarter’ para recibir fondos para su innovación, así como para vender sus ejemplares. “Kickstarter para nosotros es un llamado de atención internacional de que en Perú también hacemos tecnología y estamos buscando financiamiento”, comenta Asto. Su producto puede obtenerse a través de www.alintigroup.com a un precio de 230 dólares.
El equipo de Alinti está conformado por Yuri Arieta, Alejandro Patiño, Walter Retamoso, Irvin Taipe, Paul Gonzales, Jorge Poma, Levi Rojas y Giancarlos Matos.