El Comercio adquirió dos inyectables de fentanilo sin receta médica en boticas de Jesús María y San Martín de Porres. Foto: GEC
El Comercio adquirió dos inyectables de fentanilo sin receta médica en boticas de Jesús María y San Martín de Porres. Foto: GEC
/ Violeta Ayasta
Redacción EC

El es una droga farmacéutica que es capaz de generar una gran dependencia en sus usuarios. Dos miligramos de este opioide, incluso, pueden causar la muerte en quien lo consuma. Por estos motivos, solo personas con una receta especial pueden acceder a esta sustancia. Médicos lo recomiendan en casos muy específicos: para dolores severos, pacientes oncológicos avanzados o con enfermedades terminales.

No obstante, en Lima, la poca fiscalización le habría dado carta libre a la venta de este analgésico, que tiene varias presentaciones: en pastillas, inyectables, y hasta parches. El Comercio logró conseguir tres ampollas de 0,5 miligramos en farmacias de Jesús María y San Martín de Porres. En ninguna de ellas se presentó el escrito de un especialista.

Ante la denuncia de este Diario, el Ministerio de Salud (Minsa), a cargo de César Vásquez, anunció que intervendrá boticas y farmacias “en las que se estaría expendiendo medicinas de dudosa procedencia, entre ellas el fentanilo, un narcótico que causa dependencia y cuya venta requiere una receta especial debido a que es un medicamento estupefaciente”.

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Su versión clandestina

También existe la versión clandestina de este potente opioide. En el mercado negro se le conoce como ‘la droga zombie’ y muchos recurren a ella por su alto nivel de sedación. En Estados Unidos, durante el 2022, más de 100 mil personas murieron por sobredosis de drogas. Datos oficiales indican que el 70% de estos casos se vincularon a opiodes sintéticos, “principalmente fentanilo elaborado ilegalmente”.

Para que su efecto se sienta aún más, los laboratorios clandestinos y artesanales lo combinan con otras drogas, como cocaína y anfetaminas. Su consumo ha incrementado en otros países, lo que ha causado gran alerta en las autoridades.

A largo plazo, el abuso del fentanilo puede llevar a la depresión, pensamientos suicidas y comportamientos impulsivos. Estreñimiento, problemas sexuales, alteración del ciclo menstrual y la pérdida de peso se suman a la lista.

Para esta investigación, El Comercio se acercó a dos boticas de Lima: una en los exteriores del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins y la otra afuera del Hospital de Emergencias Casimiro Ulloa.

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