Fosas comunes en cerro de límite con La Planicie: ¿Hace cuánto tiempo fueron asesinadas las víctimas?

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Agentes de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri (Divinhom) llegaron hasta el lugar, acompañados por personal de criminalística y fiscales para realizar el reconocimiento de los restos. Ellos fueron alertados por una empresa que realiza la remoción de terrenos en la zona. El gran grupo tuvo que realizar una caminata de aproximadamente dos horas y media desde la calle Los Bambúes en la urbanización Oasis, de La Planicie, para llegar hasta la ubicación de las fosas donde estaban los restos.

El antropólogo físico forense, Danny Humpire Molina declaró a El Comercio que este tipo de entierro clandestino no es algo usual entre los criminales peruanos. “Hubo ensañamiento con ellos [los hombres asesinados] porque incluso se ven restos de que han sido atados. La data de muerte, por las condiciones y características, no es de un mes sino debe haber pasado entre agosto y setiembre del año pasado”, señaló el experto.

Luego de la ubicación de los restos óseos, el jefe de la Divinhom, el coronel PNP Ricardo Espinoza, declaró a América Tv que los crímenes estarían vinculados a una red criminal. “Dentro del desarrollo de la investigación, todavía preliminar, vamos tomando conocimiento de que se trata de armas largas y armas de puño”, declaró.

Adicionalmente, se conoció que los tres hombres tendrían entre 25 y 30 años al momento de sus asesinatos. Dos de ellos tenían impactos de bala. Además, presentaban traumatismos por los golpes que habrían sufrido. En la escena se hallaron casquillos de bala, llantas quemadas con las que habrían prendido los restos y fragmentos de prendas de vestir.

Para el doctor Danny Humpire Molina, los sujetos fueron trasladados con vida hasta el cerro Cuarzo y ahí los torturaron para luego ser asesinados. Además, señaló que los criminales habrían prendido fuego en los cuerpos para intentar borrar cualquier tipo de evidencia.

“Por las características del crimen podría ser una banda vinculada a carteles de droga o un delito que genere grandes ingresos”, precisó el experto en antropología física forense. Asimismo, informó que para lograr la identificación de los hombres se debe realizar una aproximación facial y luego una superposición de imágenes con tecnología 3D para reconocer las características de sus rostros. “Los huesos hablan”, concluyó.

Hace más de un año, en esa misma zona se encontró el cadáver de Jarvis Sánchez Escobar, de nacionalidad venezolana. El hombre habría sido asesinado con más de 40 balazos. Este no es el único caso vinculante o con patrones similares.

Meses atrás, víctimas de la organización criminal ‘Los Hijos de Dios’, facción de la mega banda internacional ‘Tren de Aragua’, declararon que habían algunos integrantes que se encargaban de torturar, asesinar, descuartizar y enterrar a las mujeres que buscaban escapar de las redes criminales.

Esto se pudo constatar en un documento judicial al que accedió El Comercio donde una testigo protegida indicó que algunos de los delincuentes estaban haciendo un “hueco” para enterrar cadáveres.

En mayo del año pasado, una menor de 15 años de edad y Levimar Bellorín Muñóz (24), fueron asesinadas en lo alto de la vía Pasamayito, que conecta el distrito de Comas con San Juan de Lurigancho, y luego fueron lanzadas directo al abismo donde se pretendía que no fueran encontrados sus cuerpos.

Ambas eran víctimas de ‘Los Hijos de Dios’, quienes para ese entonces habían creado una especie de alianza con la banda ‘La Cota 905′, informó la policía. Ambas fueron asesinadas a balazos a corta distancia.

No obstante, para el exviceministro del Interior Ricardo Valdés no hay similitud entre el caso de Pasamayito y el último registrado en el cerro Cuarzo porque en el primer crimen mencionado solo arrojaron los cuerpos femeninos, mientras que en el más reciente enterraron los cuerpos y eran varones. El experto señaló que el crimen puede responder tanto a la criminalidad nacional o internacional.

El Comercio se comunicó con los municipios en torno al área de la fosa para conocer detalles del caso y las acciones que realizan para impedir el ingreso de personas ajenas. En el caso de Cieneguilla, este diario contactó al alcalde para obtener detalles del plan de vigilancia en el cerro Cuarzo, pero no obtuvo respuesta. En tanto, la municipalidad de Ate y La Molina tampoco dieron detalles del plan de seguridad, si bien indicaron que el cerro limita con sus distritos, afirmaron que el hallazgo de los restos fue en Cieneguilla.

Si bien existe una distancia de al menos dos horas y media desde la última cuadra de la calle Los Bambúes en Oasis de La Planicie (La Molina) hasta el punto donde se encontraron los restos óseos, no se podría descartar que los delincuentes pueden alquilar alguna vivienda para emplearla como bunker con el fin de captar personas, organizar fiestas o crímenes tal y como lo han hecho durante los últimos años.

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Con anterioridad este Diario alertó en un informe sobre los búnkeres del Tren de Aragua en Lima, señalando que una parte de sus integrantes optaron por alquilar viviendas lujosas para vivir en zonas donde no llamarían la atención de las autoridades. Además, también usaban esas casas para explotar sexualmente a mujeres, expender drogas, intercambiar armas, entre otras acciones criminales.

En dicho informe la abogada Mercedes Seminario, especialista en derecho inmobiliario destacó que es recomendable que los propietarios soliciten DNI, boletas de pago, antecedentes penales, una carta de recomendación y que verifiquen al arrendatarios en la central de riesgo.

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Además, comentó que actualmente es muy común el alquiler de espacios por días u horas y ello genera un mayor riesgo de que se pueda utilizar la propiedad con fines ilícitos. Por ello recomendó realizar un filtro de datos y un abono de garantía que justifique cualquier clase de perjuicio.