La semana pasada, se difundió una serie de videos grabados por delincuentes cometiendo crímenes en Lima. En uno de ellos, un sicario asesinó al conductor de una cúster disparándole por la espalda; en otro un grupo de criminales lanzó una ráfaga de balas contra un conductor de auto colectivo que transitaba por la Panamericana Norte, mientras los hampones iban a bordo de otro vehículo. Estos hechos, según los mismos registros, habrían sido cometidos por miembros de la banda criminal ‘Los Injertos del Cono Norte’.
[Imágenes sensibles]
El más reciente obtenido por El Comercio registró cómo este grupo de criminales, provistos de municiones y armas de largo alcance, envían un mensaje extorsivo a una clínica ubicada en la zona norte de Lima. “Escuchame claro, Clínica Universitaria. Te voy dejando dos doctores muertos y aún así no entienden, ‘mamahuevo’. El siguiente será tu seguridad y cobrará caro las consecuencias [...] Atentamente, ‘Los Injertos del Cono Norte’”, leyeron en conjunto.
El líder de esta organización criminal es Erick Moreno Hernández, alias ‘Monstruo’, un hombre que inició su carrera delictiva robando camionetas en la zona norte de Lima. Con el paso del tiempo, expandió sus actividades hacia el secuestro de empresarios, consolidando su poder dentro del mundo criminal.
Actualmente, ‘Monstruo’ vendería franquicias o facciones a otros delincuentes que buscan operar bajo el nombre de su organización o incluso utilizando su alias, según fuentes policiales de El Comercio. Los criminales que se desarrollan en el mundo del hampa cerca de él se dedican a una amplia gama de actividades ilegales, como el tráfico ilícito de drogas, extorsión, sicariato, raqueteo, tráfico de armas y municiones, entre otros delitos.
Según información policial recopilada por El Comercio, Moreno Hernández en la actualidad operaría desde el extranjero, lo que le permite evadir a la justicia peruana. Además, el Ministerio del Interior ofrece una recompensa de medio millón de soles (S/500.000) por información que conlleve a su ubicación y captura. Sobre su cabeza pesa una sentencia de 32 años de cárcel por los delitos de secuestro, hurto, homicidio, sicariato y microcomercialización de drogas.
Expansión
Hasta el primer semestre del año pasado, la organización del ‘Monstruo’ se dedicó casi exclusivamente a secuestrar personas. Entre sus últimas víctimas estuvo la joven empresaria Jackeline Salazar, quien fue mantenida en cautiverio durante más de diez días dentro de una vivienda ubicada en la residencial Costas del Sol, en Carabayllo.
Durante el operativo de rescate, la policía logró capturar a tres de los secuestradores, quienes fueron identificados como cómplices de menor rango dentro de la organización. Antes de esta operación, las autoridades ya habían detenido a la mano derecha del líder criminal, conocido como ‘Brandon’.
En el segundo semestre de 2024, su organización intensificó significativamente las extorsiones al sector de transporte público, lo que provocó una ola de casos de sicariato contra conductores en la zona norte de Lima. Actualmente, Moreno Hernández continúa dirigiendo las operaciones criminales de su organización desde el extranjero, mantenimiento un control absoluto sobre las actividades que generan ingresos para su red criminal.
Sus cómplices, conocidos como “cachaquitos”, han extendido su presencia por todo el cono norte de Lima y parte de San Juan de Lurigancho, sembrando el terror bajo nombres de franquicias o facciones como ‘Los Injertos del Norte’, ‘Los Amigos del Cono Norte’, ‘El Terror Grone’ y ‘La Gran Sangre II’, entre otros.
Grabar para atemorizar
En una entrevista con el general PNP (r) Juan Carlos Sotil, exdirector de la Dirección de Investigación Criminal y experto en inteligencia policial, reveló que los primeros registros de crímenes captados en video con un alto grado de violencia fueron vinculados a un delincuente extranjero identificado como Edison Agustín Barrera, alias ‘El Catire’. Él fue detenido en agosto de 2018, luego de intentar asaltar un banco en un centro comercial ubicado en Lima Norte.
Este sujeto, que en ese entonces tenía apenas 23 años, se mostraba en sus redes sociales imágenes con armas de fuego, incluso fotografías posando con cuerpos humanos desmembrados. También se le atribuye un video donde torturaba, acribillaba, asesinaba y degollaba a una persona mientras se reía, mostrando una brutalidad extrema.
La llegada de ‘El Catire’ marcó un antes y un después en el crimen organizado en el Perú, ya que con él también se identificó la presencia inicial de integrantes de la organización criminal extranjera Tren de Aragua, que por ese entonces fue catalogada como ‘Los Malditos del Tren de Aragua’. En los últimos años, este grupo ha destacado por su alto nivel de violencia en actividades como extorsiones, sicariatos y, además, por ser de los primeros en grabar y difundir sus sangrientos crímenes en el país.
En una entrevista realizada en 2023, el coronel PNP Víctor Revoredo Farfán, jefe de la División de Investigación de Homicidios en ese entonces, reveló a El Comercio que los delincuentes extranjeros acostumbraban grabar en video sus crímenes para demostrar que habían ejecutado el acto, utilizándolo además como herramienta para intimidar y amenazar a futuras víctimas.
El general PNP (r) Sotil señaló que los delincuentes nacionales han adoptado prácticas criminales de las bandas extranjeras que operaron en el Perú antes de ser desarticuladas. Asimismo, advirtió que las amenazas extorsivas y los casos de sicariato se están llevando a cabo con niveles alarmantes de violencia.
“Ha habido un descontrol en el crecimiento de estas bandas u organizaciones (nacionales). Las facciones internacionales que perdieron fuerza ahora están siendo captadas por las peruanas. También son utilizadas para los mismos fines en delitos generalizados como el robo, hurto y la extorsión a nivel nacional”, dijo.
Precisó que estos mensajes violentos no solo sirven para sus víctimas, sino también para las bandas rivales. Indicó que con ellos consiguen que las otras “se alineen” a sus acciones y así le respondan a un solo líder, como el caso de alias ‘El Monstruo’.
Cabe resaltar que hasta finales del año 2022 e inicios de 2023, las facciones del Tren de Aragua, integradas por delincuentes extranjeros, dominaban la zona norte de la capital con los delitos de extorsión, robo, sicariato y trata de personas con fines de explotación sexual. Luego de las capturas de los principales cabecillas, el espacio fue nuevamente tomado por criminales peruanos, como el ‘Monstruo’ y Adam Smith Lucano Cotrina, alias ‘El Jorobado’. No obstante, en enero del año pasado este último fue arrestado y actualmente cumple con una condena de 15 años de prisión, por lo que ‘Monstruo’ tendría gran hegemonía territorial en Lima norte e incluso San Juan de Lurigancho.
Fin del estado de emergencia
Esta serie de crímenes descritos sucedieron a solo unos días de la conclusión del estado de emergencia decretado en 13 distritos de Lima y uno en el Callao. Estuvieron incluidos en la medida Ate, Ancón, Carabayllo, Comas, Independencia, Los Olivos, Lurigancho-Chosica, Puente Piedra, Rímac, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Santa Rosa, Villa El Salvador y Ventanilla.
Según el Sistema de Denuncias Policiales (Sidpol) de la Policía Nacional del Perú (PNP), en estas jurisdicciones se reportó una disminución de denuncias por robo, hurto y extorsión; sin embargo, los homicidios aumentaron hasta un 27% en comparación con 2023.
Datos policiales revelaron que de enero a diciembre de 2024, se reportaron 666 homicidios en estas zonas, mientras que en 2023 alcanzaron los 524. San Juan de Lurigancho lideró la lista con 155 casos, seguido por Comas (93), San Martín de Porres (71), Ate (68) y Puente Piedra (59). En paralelo, las denuncias por robo y hurto experimentaron una reducción del 29% y 3%, respectivamente, durante 2024.
Para Nicolás Zevallos, director del Instituto de Criminología y Estudios sobre la Violencia, la reducción de denuncias por robo, hurto y extorsión no refleja una disminución de la violencia. Explicó que los niveles de victimización continúan en aumento. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 27,1% de la población mayor de 15 años fue víctima de un delito en 2023, cifra que aumentó a 27,4% en 2024.
Zevallos también destacó que, aunque el homicidio suele ser denunciado, la mayoría de los delitos no lo son. “Se sabe que 9 de cada 10 personas no denuncia un hecho delictivo. El homicidio es un panorama diferente, porque sí se denuncia. Hay un problema serio de inconsistencia porque por un lado se demuestra más violencia y por otro menos robos. En tanto, tenemos al INEI con las cifras que demuestran una tendencia en los niveles de victimización. No podemos hablar de un impacto positivo en estos últimos meses”, concluyó.