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‘Pequeño J’, cómo huyó de Argentina, llegó al Perú y la terrorífica app que usó para transmitir el triple feminicidio
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“Esto le pasa a cualquiera que me roba droga”. Esta es la frase que la policía atribuye a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, y que se pudo oír en la transmisión en vivo de la tortura y asesinato de tres jóvenes argentinas el pasado 19 de setiembre, en la ciudad de Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires. El criminal de nacionalidad peruana, junto a su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, fueron capturados el martes. Mientras que ya se dispuso su expulsión del país el día de ayer (miércoles), el otro aguarda en territorio peruano por su destino.
De acuerdo con las autoridades de Buenos Aires, el triple homicidio ocurrió después de que las jóvenes Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) fueran conducidas con engaños a una vivienda por una organización internacional de tráfico de drogas. Las tres mujeres fueron asesinadas esa noche y sus cuerpos fueron enterrados en un jardín.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.

Tras el hallazgo de los cuerpos se inició un extenso operativo policial que terminó con la captura de 'Pequeño J’ y de otras personas relacionadas con el crimen, incluido el argentino Matías Agustín Ozorio.
Según explicó este miércoles el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, el operativo que terminó con la detención de 'Pequeño J’ incluyó labores de vigilancia, intervención telefónica y cooperación internacional.
Captura de prófugos vinculados al triple crimen de Florencio Varela #Argentina 🇦🇷
— Policía Nacional del Perú (@PoliciaPeru) October 1, 2025
🚨 #PNPInforma | En una rápida acción y mediante una intervención simultánea, agentes de la Dirección Antidrogas, en coordinación con Interpol Argentina, detuvieron en Pucusana a alias “Pequeño… pic.twitter.com/rxAZ0cfkOi
Alonso indicó que el triple feminicidio perpetrado por Valverde Victoriano y sus cómplices tuvo como propósito enviar un mensaje a los subordinados de la organización criminal, otras bandas y también a sus superiores. Hasta el momento, hay 9 personas detenidas por este caso.
Expulsan a mano derecha de 'Pequeño J'
El Gobierno peruano dispuso la expulsión de Matías Agustín Ozorio, señalado como mano derecha de ‘Pequeño J’. El comandante general de la PNP, Óscar Arriola, confirmó que el trámite administrativo fue culminado de manera exprés. La medida responde a un pedido de las autoridades argentinas, quienes solicitan su entrega.
Se conoció que el operativo policial en territorio peruano se ejecutó tras un intercambio de información reservado entre la policía de ambos países. Según precisó Arriola, las alertas llegaron con fotografías, nombres y datos clave que permitieron rastrear a los sospechosos.
“Estas dos personas pudieron haber estado transitando por un año y dos años acá en el Perú y nadie hubiera tenido conocimiento de nada. Todo nace porque la policía argentina se comunica con la policía peruana y traslada la información en un alto grado de confianza”, señaló.

Arriola informó que Migraciones ya emitió la resolución de expulsión de Ozorio, que el trámite se resuelve en un plazo de 24 horas y que la medida es de carácter inmediato. El general resaltó que el coronel Américo Berlanga, de Extranjería, y el coronel Jorge Madiño, de Interpol, comunicaron en la madrugada de este miércoles, la finalización del procedimiento.
Mientras que Ozorio será expulsado en cualquier momento, la situación de Tony Valverde es distinta debido a su nacionalidad peruana. Arriola precisó que su proceso se enmarca en la figura de la extradición y dependerá de la actuación del Poder Judicial, el Ministerio Público y las autoridades argentinas.
“Al ser un ciudadano peruano, va a tener que tener otro tratamiento. Pasa por la extradición y algunas otras instituciones jurídicas que nuestro Poder Judicial y el Poder Judicial de Argentina tendrán que definir”, explicó.
La ruta para entrar al país
Pequeño J
‘Pequeño J’ habría llegado a Argentina en el 2020 para ser protegido por miembros cercanos a su familia. Durante su búsqueda, la policía argentina logró triangular una de sus últimas ubicaciones, una casa en La Matanza donde hallaron una pistola Glock 40, munición, documentación, un chip, un ticket del Consulado del Perú y un pantalón manchado de sangre.
En paralelo, se detectó que el joven realizó múltiples giros en los últimos dos años desde Argentina hacia Bagua (Amazonas, Perú), principalmente vía Western Union. Según las autoridades argentinas, estas acciones sugieren una estructura económica, red de apoyo transfronteriza y capacidad de fuga sostenida con caja propia.
Con toda esa evidencia, las autoridades advirtieron que existía un alto riesgo de que “Pequeño J” haya fugado del país, y así fue. Por ello, fortalecieron los pasos fronterizos e Interpol emitió una alerta para su captura internacional. Según contó el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, se pudo intervenir los teléfonos y se siguieron las antenas. Así, establecieron que el ‘Pequeño J’ se movía permanentemente.

La huida de ‘Pequeño J’ empezó en Florencio Varela, al sur de Buenos Aires. Tras abandonar esa ciudad, cruzó la frontera por pasos de la cordillera que son poco vigilados. Ya que desde el inicio existía la hipótesis de que su destino final era el Perú, la policía argentina decidió no alertar a las autoridades bolivianas al considerar ese país como un territorio de tránsito.
Mientras se desplazaba en territorio argentino, ‘Pequeño J’ utilizó varios celulares para comunicarse con sus contactos y recibir apoyo logístico. Esa acción resultó clave para reconstruir su ruta, pues equipos de inteligencia lograron triangular la señal y anticiparse a sus movimientos. El cabecilla criminal se desplazaba sin documentos oficiales, lo que lo mantuvo fuera del alcance policial por varios días.
Una vez en Bolivia, Valverde continuó su fuga utilizando buses de transporte interprovincial. Desde allí se dirigió hacia la frontera sur del Perú, donde se embarcó en un camión que lo trasladaría por la carretera Panamericana.
El seguimiento a través de antenas telefónicas permitió identificar el vehículo en el que se ocultaba. Fue en ese contexto que la policía peruana montó un operativo encubierto, aprovechando que un bloqueo de pescadores en la vía obligó al camión a reducir su velocidad. Fue así que efectivos vestidos de civil lo interceptaron escondido en un camión de carga que transitaba por la localidad de Pucusana.
Matías Sebastián Ozorio
Con respecto a Ozorio, la Policía Nacional del Perú, en coordinación con Interpol, logró capturarlo en Lima tras una búsqueda de varios días. Durante su interrogatorio inicial, se pudo conocer la ruta que siguió para evadir a la justicia.
Sostuvo haber llegado al país “con engaños” y que fue conducido por pasos irregulares en la frontera. “Por Paraguay, por la selva, después por la selva peruana”, aseguró a los oficiales. Lejos de confesar su complicidad en el crimen, buscó mostrarse como víctima de narcotraficantes con los que mantenía deudas.

En el interrogatorio, un policía le preguntó: “¿Quién te trajo?”. A lo que Ozorio respondió que fue “un narco mafioso, a quien le debía plata”.
De la conversación se pudo establecer la ruta que había seguido: salió de Argentina, atravesó Paraguay y luego ingresó por la selva hasta llegar a territorio peruano. Ya en nuestro país, en Trujillo, emprendió su huida hacia el sur del país. Fue en ese desplazamiento que fue interceptado por la policía peruana.
La modalidad del crimen: transmitido en vivo
Como si fuera una película o una serie de streaming, “Pequeño J” y sus secuaces transmitieron en vivo con total frialdad el preciso momento en que torturaban y asesinaban a las tres jóvenes argentinas. Para ello, según el avance de las investigaciones, se habrían valido de una aplicación de origen armenio, comprada por una empresa con sede en Silicon Valley.
De acuerdo con el Diario La Nación de Argentina, la app se llama Zangi, tiene cifrado militar y su origen data del 2013. Como parte de sus características, la aplicación asegura privacidad a los usuarios, la imposibilidad de rastrear la transmisión y el bajo consumo de datos.
La cuenta a la que se conectaron 40 usuarios se abrió cerca de las 11 de la noche del pasado 19 de septiembre, el mismo día que las tres jóvenes fueron vistas con vida por última vez cuando abordaban una camioneta Chevrolet Tracker blanca en la rotonda de La Tablada.

El bajo consumo de datos que garantiza la aplicación hace de esta la opción ideal para quienes busquen conectarse desde las cárceles, como los narcos, pues en esos lugares existen conexiones lentas e inestables. Asimismo, el contenido de la transmisión no se guarda en la “nube” y se dirige de teléfono a teléfono.
Cabe decir que uno de los detenidos en la casa donde se cometió el múltiple asesinato, tenía en su poder un celular con la referida aplicación. Esta misma app también es utilizada por grupos criminales para perpetrar estafas y traficar con imágenes de menores víctimas de abuso sexual. Una de las primeras organizaciones criminales en utilizar la mencionada aplicación fue el Tren de Aragua.
El proceso legal que le espera
El penalista Aaron Aleman, socio fundador del Estudio Aleman y López, detalló a El Comercio que en el presente caso, de acuerdo con los delitos que habría perpetrado “Pequeño J” en territorio argentino, es susceptible de extradición según la ley peruana. Asimismo, sostuvo que ya que dichos delitos son punibles tanto en el Perú como en Argentina, es perfectamente viable que el Estado peruano pueda investigar y sancionarlo bajo los alcances de la ley penal vigente en nuestro país.
“Ello debido a que “Pequeño J” ingresó subrepticiamente (de manera oculta o a escondidas) al territorio de la República y es de nacionalidad peruana“, indicó.

Aleman añadió que sin perjuicio de ello, y como regla general dentro de la cooperación jurídica internacional, es totalmente válido que el Estado peruano pueda extraditar a “Pequeño J” en caso el Estado argentino previamente haya requerido formalmente su extradición para los delitos que se investigan, como lo sería la presunta comisión del delito de organización criminal, el cual se sanciona con una pena máxima en el país de Argentina de 20 años de prisión.
“El tiempo aproximado de dicho procedimiento de extradición estará sujeto a la forma y modo presentado por el Estado argentino, así como las coordinaciones directas entre las instituciones públicas correspondientes en cada país, pudiéndose demorar entre 3 a 6 meses en promedio“, explicó.
Durante ese tiempo, Aleman dijo que el Ministerio Público del Perú deberá solicitar un requerimiento de prisión preventiva para asegurar la permanencia de “Pequeño J” en alguna cárcel peruana de máxima seguridad.
¿Qué ha dicho la familia?
Familiares de dos de las jóvenes asesinadas (Brenda Del Castillo y Morena Verdi), aseguraron a la prensa argentina este miércoles que sienten “alivio” tras la detención de Tony Valverde Victoriano (Pequeño J) y su presunto cómplice Matías Agustín Ozorio. Asimismo, solicitaron a las autoridades que no cesen con la investigación.
“Fue una sensación de alivio, siempre que vienen noticias buenas nos da alivio. Hay que ver qué pasa en estas horas. Para eso está la justicia”, comentó el abuelo de las jóvenes.
No obstante, puso en duda que ‘Pequeño J’ sea el verdadero cabecilla de la banda narco criminal, que según la policía argentina es la responsable de los asesinatos. Él considera que existe una estructura mayor detrás de este múltiple crimen.
“No podemos pretender que un pibe de 20 años sea la cabeza de todo esto. Por lo menos a mí no me cierra”, expresó.
Otros familiares de las víctimas también cuestionan la tesis oficial. Lionel del Castillo, padre de Brenda, dijo que no cree en la versión que apunta a “Pequeño J” y que sospecha que “están encubriendo algo“. En tanto, Sabrina, madre de Morena Verdi, cree que el joven peruano “no es el responsable” y aseguró que hay personas que quieren “desviar la investigación”.







