Además de albergar a miles de reclusos, los centros penitenciarios de Miguel Castro Castro y Lurigancho guardan en común de que sus reos poseen libre acceso a internet a través de antenas WiFi ubicadas de manera estratégica en zonas aledañas apuntando a los pabellones.
Un reportaje de Cuarto Poder revelaba en abril del 2021 que los internos del penal Castro Castro alquilaban celulares para usar las redes sociales o realizar llamadas telefónicas. Desde entonces, las requisas se hicieron una constante y dan como resultado el hallazgo de dispositivos móviles y transmisores ilícitos.
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Asimismo, en noviembre del 2022, otro trabajo de investigación mostraba las increíbles habilidades de varios presidiarios que fabricaban captadores de señal de internet dentro de sus celdas. Más de 20 de estos routers quedaron incautados en los últimos dos años.
Penal Castro Castro
En zonas aledañas al penal, las autoridades hallaron en diversas inspecciones antenas WiFi, que sumadas a otras antenas de televisión ubicadas en los techos de los pabellones, serían la combinación idónea para que diferentes ondas de radiofrecuencia con la potencia adecuada ingresen al centro penitenciario.
Los dispositivos en mención logran burlar los bloqueadores que solo protegen hasta una altura de 10 metros.
Eduardo Requejo, director de radiofrecuencias de PRISONTEC, empresa que tiene a su cargo el bloqueo de señales en 33 penales del país, reveló que durante las últimas verificaciones realizadas detectaron señales desde casas vecinas.
“En las últimas verificaciones que hemos hecho dentro del establecimiento penitenciario a raíz del tiempo, hemos detectado señales de casas vecinas y aledañas”, dijo.
“Nosotros bloqueamos eficientemente las señales que detectamos, pero constantemente las señales que nos ingresan a diario o semanalmente se nos ha vuelto una guerra. ¿Quién tiene más potencia? ¿Quién tiene más equipos?”, agregó el ingeniero.
Imágenes de Cuarto Poder muestra dos antenas en una misma casa ubicada en la parte alta de uno de estos cerros. Según la propietaria, el hombre que se presentó como un empresario la contactó en tiempos de pandemia para usar una parte de su terreno como punto de captación y retransmisión.
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“Yo, esta parte solamente le di como alquiler”, indicó Celia Huamán, agregando que recibe S/ 100 soles mensuales e internet gratis para que sus hijos reciban clases virtuales sin dificultad.
A través de una llamada telefónica, esta persona identificada como Jhony Raymundo asegura tercerizar con el servicio de la empresa LOA NETWORK+ a fin de permitir que los internos de Castro Castro hagan llamadas no fiscalizadas por las autoridades judiciales.
Penal de Lurigancho
De igual manera, en el penal de Lurigancho se registran problemas para bloquear las comunicaciones realizadas por los internos.
En los cerros aledaños a este centro penitenciario se halló una antena instalada en la vivienda de la familia Yauli, donde la persona que atendió al medio de comunicación señaló desconocer sobre su origen.
“Hay un internet que se llama, creo, Max, que es inalámbrico. Normalmente, todos los que vivimos acá lo tenemos. Yo estudio, lo necesitamos también para las tareas de mis hermanas, y así muchas personas”, dijo Molly Yauli, vecina de SJL.
El Ministerio de Justicia (MINJUSDH) solicitó a PRISONTEC hacer lo necesario para bloquear estas emisiones en los pabellones, pero mientras las normas no se acaten a cabalidad, las personas continuaran expuestas a las llamadas y mensajes extorsivos.
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