Noviembre marca el inicio de la campaña de ventas más importante de Gamarra: la de fin de año. Los comerciantes empiezan a colocar prendas con diseños navideños en las puertas de sus locales. Sin embargo, esta campaña corre peligro debido a una notable disminución de clientes, quienes, atemorizados por los recientes enfrentamientos violentos entre comerciantes y presuntos extorsionadores en La Victoria, han dejado de asistir al emporio comercial.
El Comercio conversó con Susana Saldaña, presidenta de la asociación empresarial Gamarra Perú. La empresaria muestra su preocupación por la inseguridad y las disputas por extorsiones en La Victoria, que, asegura, ahuyentan a clientes y perjudican a los empresarios del emporio comercial.
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—¿Cuáles son los principales riesgos para los comerciantes frente al incremento de violencia y extorsiones en La Victoria?
La campaña de fin de año representa entre el 50 a 60% de las ventas de Gamarra durante los 12 meses. La inseguridad ha puesto en riesgo a la campaña más importante del año. La campaña mayorista se desarrolla en noviembre, que es cuando recibimos a muchos comerciantes de provincias que compran mercadería para venderla en diciembre en sus regiones.
El caos y violencia que provocan los delincuentes y la poca reacción de las autoridades pone en peligro que recuperemos nuestra inversión. Este año hemos sufrido la recesión económica y Gamarra aún no se recupera de las pérdidas de la pandemia.
—¿Cuánto dinero esperan recaudar en esta campaña?
Nuestra esperanza es obtener 3 mil millones de soles como mínimo. El año pasado recaudamos solo 2 mil millones.
"El comercio informal se lleva el 50% de nuestras ventas. El Estado deja de percibir 1.500 millones de soles en impuestos anuales de Gamarra que no se facturan"
Susana Saldaña, presidenta de la Asociación de Empresarios de Gamarra.
—¿Cuál es la causa principal de la inseguridad en Gamarra?
El comercio informal es el principal responsable de los problemas en Gamarra. Las extorsiones están dirigidas a los ambulantes. Todos los ambulantes paga un cupo para trabajar en las calles. Entonces, además de provocar extorsiones, la informalidad excesiva es el perfecto caldo de cultivo de la violencia y delincuencia en las calles.
—¿Cómo les afecta económicamente la gran cantidad de ambulantes?
El comercio informal se lleva el 50% de nuestras ventas. Además, ellos realizan una competencia desleal, porque imitan las prendas que se venden en las galerías.
Los vendedores formales pagamos impuestos. Por eso, hemos calculado que el Estado deja de percibir 1.500 millones de soles en impuestos anuales de Gamarra que no se facturan.
—Hemos podido observar que la zona abarrotada de ambulantes se encuentra entre las avenidas Aviación y San Pablo.
Así es. Esta zona cercana a La Parada se conoce como el damero C. En el damero A se encuentra la mayor cantidad de galerías y tiendas de ropa. En el damero B están los talleres, almacenes, tiendas de tela y distribuidores. Los informales fueron desalojados del damero A y B en mayo y junio [respectivamente], pero las autoridades permiten que algunos todavía se coloquen en las puertas de las galerías.
En el damero C tenemos algunos talleres de confección formales y hay varios mercados de alimentos que abastecen la ciudad, así como colegios y viviendas. En julio, los ambulantes empezaron a ocupar toda esta zona y actualmente hay allí entre 5.000 a 7.000 ambulantes. Ellos son víctimas de extorsionadores peruanos y extranjeros. Lamentablemente, los disturbios de la semana pasada en esta zona han afectado a la imagen de todo Gamarra.
Esto descuido es una responsabilidad compartida entre la Policía, el Ministerio del Interior, Fiscalía y la Municipalidad de La Victoria.
—¿Cuáles son las modalidades de extorsiones?
Para que las mafias le permitan vender en las calles, un ambulante puede pagar entre S/.10 y S/.50 diarios a las mafias y hasta S/3.500 al mes. El monto aumenta si se ubica cerca a las estaciones del tren eléctrico en la avenida Aviación.
En el damero C hay bandas de extorsionadores extranjeros que empezaron a exigir el pago de cupos a mototaxistas. Les pedían entre S/ 3 a S/ 5 por vehículo. Fue ahí cuando vecinos, comerciantes y mototaxistas decidieron enfrentarlos.
—¿Los comerciantes de prendas de Gamarra se sienten protegidos?
-Mientras el damero C y la avenida Aviación no estén liberados de ambulantes, siempre existirá el riesgo de que vuelvan al damero A y B.
—¿En cuánto ha disminuido la afluencia de público tras los enfrenamientos por extorsiones?
Normalmente, en la segunda semana de noviembre tenemos entre 250 a 300 mil clientes a diario aproximadamente. Pero desde la semana pasada han llegado menos de 150 mil personas.
-¿Existe presencia policial en Gamarra?
Por orden del ministro del Interior [Vicente Romero], la Región Policial Lima de la PNP desplegó en setiembre a 150 efectivos por turno para vigilar el damero A y B. El número de policías ha disminuido con el paso de las semanas, pero sí los vemos patrullando.
Sin embargo, el 31 de octubre, un grupo de comerciantes informales del damero C intentaron regresar de forma violenta a los dameros A y B. La actuación de la policía fue clave para evitar que avancen, pero nos dimos cuenta que solo 70 policías estaban trabajando. ¿Dónde estaban los demás que aseguró el ministro?
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—Usted se reunión con el ministro el jueves pasado. ¿Qué le pidió para mejorar la seguridad de los comerciantes?
Me dijo que los 150 policías que trabajan en Gamarra se quedarán al menos hasta el 31 de diciembre. Cuando le pregunté sobre la fecha en la que liberará el damero C y la avenida Aviación de ambulantes, respondió que hoy [ayer] se reunió con el alcalde López Aliaga para conversar al respecto.
Nosotros pedimos el cambio de los comisarios de La Victoria, porque no transmiten confianza a los comerciantes ni a los ambulantes para denunciar a las mafias extorsionadoras. Por eso no se registran denuncias contra los cobros de cupos. Además, no es posible que no hayan podido prever el aumento de vendedores informales y extorsiones a los comerciantes del damero C. Nosotros siempre informamos al respecto en las comisarías del distrito.
—¿La Municipalidad de La Victoria está cumpliendo con su labor fiscalizadora?
No. No hay ningún sereno ni fiscalizador en Gamarra. Con el apoyo de la policía, la municipalidad debe impedir la presencia de los vendedores ambulantes
—El Comité Distrital de Seguridad Ciudadana (Codisec) de La Victoria aprobó solicitar al Ejecutivo que declare en estado de emergencia el distrito. ¿Está a favor de este pedido?
Vemos que esta medida no ha sido útil para acabar con la inseguridad en San Juan Lurigancho. Además, en ese y otros distritos en estado de emergencia, los comerciantes formales han sido los más afectados debido a las restricciones de horarios. En cambio, a los comerciantes informales no los bota nadie de las calles. Tendría que implementarse con objetivos diferentes para que los comerciantes de Gamarra no seamos perjudicados.
—¿Qué elementos o medidas de seguridad han implementado ustedes [los comerciantes] en sus galerías?
Cuando llega la temporada de fin de año, los comerciantes contratamos a personal adicional para reforzar la protección público. Además, todos las galerías tienen cámaras.
La seguridad de los clientes de Gamarra está garantizada dentro de las galerías, porque ese es nuestro trabajo. Pero no es nuestra ‘chamba’ acabar con la inseguridad en las calles. Eso le corresponde al Estado, que está fallando en su conjunto.