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Residencial San Felipe cambiaría por completo con el viaducto Javier Prado: ¿Por qué los vecinos se oponen a la obra?
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La primera etapa de la residencial San Felipe, en Jesús María, comprende a los edificios cercanos a la Av. Faustino Sánchez Carrión (también conocida como Pershing). Aproximadamente, 500 familias viven allí, cuyas vidas cambiarán por completo si se concreta un proyecto que ha anunciado la Municipalidad de Lima (MML) a través del Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet): el paso a desnivel elevado de las avenidas Javier Prado y Sánchez Carrión.
Con casi un kilómetro y medio de extensión, esta obra contempla la construcción de un puente vehicular elevado —un viaducto— con dos carriles por sentido, que conectará la calle Los Eucaliptos (cruce con Javier Prado) con el Jr. Caracas (cruce con Sánchez Carrión). El proyecto forma parte de un paquete de tres infraestructuras similares en la Av. Javier Prado, que suman una inversión superior a los S/ 550 millones.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
Renzo Reggiardo, alcalde de Lima, sostuvo este lunes que “la gran población de Lima Metropolitana se va a sentir sumamente satisfecha cuando esta obra esté en funcionamiento”. Descartó también que se dé marcha atrás al proyecto, porque se están realizando los estudios previos. Esta posición contrasta con las opiniones de vecinos de la residencial, quienes invocan que no proceda.
-La voz de los vecinos-
Pablo Vega Centeno, vecino de la residencial y profesor de urbanismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú, afirmó a El Comercio que internacionalmente está demostrado que los viaductos no solucionan el tráfico. “Los viaductos se ofrecen como una alternativa para solucionar la congestión de vehículos, pero en realidad lo único que hacen es aumentar su número por la nueva infraestructura vial. Son un modo obsoleto de enfrentar el tráfico, desperdiciando el dinero público”, declaró.
Vega Centeno también sostuvo que el paso a desnivel elevado dañaría el paisaje urbano. “El paisaje tiene un valor importante y los árboles frente a la residencial en la Av. Pershing, que tienen más de 50 años, ayudan a mitigar los problemas en el ecosistema por tanto cemento que existe en Lima. Con esta obra, los vecinos de la residencial y todos los que transitan peatonalmente por la zona van a estar a la sombra de una enorme barrera de cemento y vehículos“, expresó.

“Lo que fue un conjunto habitacional con valor patrimonial, que fue la idea del arquitecto Enrique Ciriani, va a quedar con la imagen de un espacio marginalizado. Vamos a perder calidad de vida", agregó.
Alejandra Baquerizo habita en la primera etapa de residencial hace 62 años. “Yo abro la puerta de mi casa y mi vista es hermosa por los siete árboles que tengo en frente en [la Av.] Sánchez Carrión. Ahora los van tirar, porque a algún político se le ha ocurrido que esta obra es lo más adecuado cuando no tiene ningún sentido”, manifestó. En esa línea, considera que la realización de la obra sería un “atentado contra todos los ciudadanos de Lima y no solo contra los residentes de la zona”.

Por ello, Vega Centeno y Baquerizo exigen que la MML escuche a los vecinos y que la obra no se realice. En su lugar, solicitan que se mejore la semaforización y señalización en las avenidas Sánchez Carrión y Javier Prado, y que se prioricen proyectos de transporte sostenible y masivo, como la Línea 4 del Metro de Lima, proyectada para recorrer las vías mencionadas de forma subterránea.
-Expertos opinan-
David Fairlie, ingeniero de tránsito, ha analizado al detalle el documento del perfil del proyecto elaborado por Invermet. Dicho estudio le permitió concluir “que no se ha demostrado que la obra va a funcionar” y que el viaducto empeoraría el tránsito en lugar de mejorarlo.
“El perfil no menciona otras alternativas viales evaluadas, lo que me sorprende, porque el Ministerio de Economía pide que se demuestre que se han evaluado otras alternativas viables para poder financiar la propuesta de un proyecto. Lo siguiente que me llamó la atención es que compararon el estado actual de la Javier Prado con el estado que tendría la avenida con el proyecto, pero sin proyectar sus condiciones dentro de 20 años. Lo hicieron con volúmenes actuales de horas punta y no un análisis de cómo serán en 20 años. Además, entre las tres horas punta del día, analizaron solo la de la mañana y debieron hacerlo también para la tarde y la noche, porque hay que asegurarse de que el proyecto funcione en cualquiera de ellas”, declaró a El Comercio.
Por todo lo mencionado, Fairlie considera que el viaducto degeneraría el entorno de la zona de la residencial San Felipe. “La obra va a devaluar el valor de la propiedad y el sentido de convivencia en el sitio. También, va a generar zonas residuales debajo del viaducto, donde ni siquiera pueden crecer plantas ni darle otro uso”, manifestó.

Andrés Villaseca, ingeniero civil y especialista en transporte, expresó que el paso a desnivel elevado generará un daño urbanístico severo a los vecinos de la residencial San Felipe y, a su vez, un problema vial para toda la ciudad. “Un daño urbanístico notable a los vecinos será ver una mole de cemento por encima, bloqueando su vista del paisaje. Por contraparte, el problema vial es que aumentará la cantidad de vehículos en la Av. Javier Prado; por lo tanto, colapsarán las vías aledañas y, por ende, también Javier Prado“, detalló.
“Hay que proveer a la ciudad de sistemas alternativos antes que aumentar la capacidad vial de Javier Prado. Una posibilidad es articular un sistema que considere a las avenidas Canevaro, Canadá y Separadora Industrial, apoyándose en la Av. de El Aire”, manifestó.
Edgar Pando, vocero del Sindicato de Taxis Amarillos, que reúne a más de 56 mil choferes, sostuvo a El Comercio que la obra no va a mejorar el tráfico en Javier Prado y Sánchez Carrión. En consecuencia, indicó que los taxistas optarán por tomar rutas alternas, lo que finalmente sobrecargará estas vías.
Este Diario solicitó una entrevista a Invermet para obtener su respuesta a los cuestionamientos. La institución indicó que no darán más entrevistas por el momento.
Preocupación por la Línea 4
Una de las preocupaciones de los vecinos de la residencial San Felipe y los expertos consultados es que el viaducto afecte la construcción y posterior operación de la anunciada Línea 4 del Metro de Lima.
El Comercio solicitó a la ATU una entrevista al respecto. A través de una respuesta por escrito, la institución respondió que, en esta etapa de estudios, “se ha advertido la necesidad de proteger la infraestructura y el espacio que va a ser destinado a la futura Línea 4″.










