Sodalicio: los escabrosos testimonios de las víctimas de abusos
Redacción EC

ACTUALIZACIÓN
El Vaticano dispuso hoy la intervención de la organización católica peruana Sodalicio de Vida, después de las graves informaciones recogidas y las recientes acusaciones a su fundador, Luis Fernando Figari.

La oficina de prensa del Vaticano informó que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica intervino Sodalitium Christianae Vitae, más conocida como Sodalicio de Vida Cristiana, y el nombramiento como comisario apostólico (interventor) del obispo colombiano Noel Antonio Londoño Buitrago.

NOTA ORIGINAL
A lo largo de casi un año tres expertos en materia de abuso sexual investigaron las denuncias de violación ocurridas al interior del de Vida Cristiana (SVC). La investigación fue realizada a solicitud del mismo movimiento católico y estos testimonios son parte del informe final.

El informe de abusos en el Sodalicio recoge, según los responsables de la investigación, entrevistas a más de 245 personas. En él se leen decenas de testimonios de las presuntas víctimas de abuso sexual, físico y psicológico que acusan como sus agresores a Luis Fernando Figari, Germán Doig Klinge (fallecido), Virgilio Levaggi Vega y Jeffery Daniels Valderrama.

El primer testimonio que aparece es el de un sodálite que contó haber sido ultrajado por Figari cuando tenía 15 años de edad.

“No tenía a quién acudir cuando me di cuenta de que Figari estaba abusando sexualmente de mí… Yo era joven y él era demasiado importante y poderoso como para acusarlo… He vivido con esta experiencia por más de treinta años. No desaparece.”

Algunas de las víctimas de Figari narraron también que los actos a los que fueron sometidos eran parte de un “experimento”  para determinar si eran homosexuales.

“Un día Figari me llamó a una habitación de su casa… Figari me dijo que me quitara toda la ropa y que me acostara sobre la cama. Yo tenía miedo, así que hice lo que dijo. Entonces, Figari llamó a otro aspirante a la habitación y le dijo que se quitara la ropa. El otro aspirante hizo lo que se le indicó, pero antes de estar completamente desnudo Figari le dijo que se detuviera… Esto fue una experiencia muy humillante para determinar si éramos homosexuales.”

“Figari empeoró su abuso de mí al utilizar el secreto de lo que había ocurrido como un medio poderoso para abusar de mí aún más…”

“Mi noche más espantosa empezó con una cena normal con Figari y otros hermanos. Uno de los hermanos nos dijo que empezáramos a patearnos entre nosotros, luego que intentáramos ‘seducir’ y abrazar a los otros hermanos… luego nos dijo que nos quitáramos la ropa, excepto la ropa interior… Figari estaba observando, mirándome fijamente…”

Además, varios sodálites acusaron al máximo líder del Sodalicio de abuso físico y psicológico y recordaron que en ocasiones Figari parecía ser sádico.

“Figari ocasionalmente usaba un pequeño látigo hecho de paja finamente entretejida con puntas de metal para castigar a hermanos jóvenes. A veces Figari indicaba a un hermano que se quitara la camisa y él le pegaba con el látigo, pero, más a menudo, Figari le pedía a un hermano que se quitara la camisa y luego le indicaba a otro de los hermanos que lo golpeara.”

“Él (Figari) tenía un aparato que parecía un cinturón para perder peso. Nos hacía colocarlo alrededor de la cintura de los chicos y entonces lo conectaba para causar una descarga eléctrica a quien quiera que tuviera puesto el cinturón. La idea de esto era hacer que los chicos fueran más recios.”

“Figari me llevó a su dormitorio y me mostró pornografía – fotografías de hombres desnudos… Esto fue aproximadamente en 1978. Por esos años, otro hermano me contó que él de vez en cuando llevaba a Figari a kioscos para que Figari pudiera comprar pornografía.”

“Figari repetidamente me llamaba ‘maricón’ y me hizo dudar de mi orientación sexual. Yo asumí que él debía saber más sobre mí que yo mismo porque él era mi guía espiritual… Me confundió.”

El informe también recoge los testimonios de las víctimas de Germán Doig Klinge, Virgilio Levaggi Vega, Jeffery Daniels Valderrama.

“Después de estar con él (Germán Doig)  yo llegaba a casa a llorar… No entendía lo que me estaba ocurriendo, sentía confusión, incomodidad, suciedad y culpa, pero a la vez era mi dependencia de él la que me hacía sentirme sin posibilidad de hacer algo al respecto.”

“Este hombre ( Virgilio Levaggi) que abusó de mí era también mi guía espiritual... Él amenazó con hacerle daño a mis amigos si yo le contaba a alguien lo que él había hecho…”

“Recuerdo haber escrito mi informe y dárselo a Figari para que lo lea. Figari me dijo que nunca deberíamos volver a hablar sobre esto y entonces le ordenó a alguien encender la chimenea (o él mismo la encendió, no recuerdo)… Figari tomó mi informe y lo quemó.”

“Cuando yo tenía 14 años de edad (Jeffery Daniels) se volvió cada vez más amistoso conmigo y me daba el afecto que yo no recibía de mi familia… Sus afectos se volvieron sexuales… Yo pensé que había sido elegido por el diablo para brindarle servicios sexuales a este hombre… Ahora me vienen recuerdos recurrentes...”

Cabe precisar que para proteger la privacidad de las víctimas y testigos, sus nombres no se incluyen en el informe a menos que la víctima o el testigo lo autorice.

"Con la excepción de los testigos que desean permanecer en el anonimato, los nombres de las víctimas se han proporcionado confidencialmente al SVC. Estos nombres fueron compartidos para permitir a las autoridades del SVC proporcionar la atención pastoral apropiada y las reparaciones a las personas que han sido abusadas", señala el informe.

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