Ciudad de México y los estados de México, Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Chiapas fueron los lugares donde el sismo de 7,1 de magnitud provocó más destrucción. En la capital fallecieron 228 personas. (Foto: EFE)
Ciudad de México y los estados de México, Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Chiapas fueron los lugares donde el sismo de 7,1 de magnitud provocó más destrucción. En la capital fallecieron 228 personas. (Foto: EFE)
Fiorella Gil Mena

El 19 de septiembre del 2017, México fue escenario de un de magnitud 7,1 que se localizó en el límite estatal entre los estados de Puebla y Morelos, a 120 km de la Ciudad de México. El movimiento telúrico que ocurrió a las 13:14:40 horas afectó principalmente a más de 5 mil viviendas.

Miriam Paredes, de 35 años, es una de las sobrevivientes de la tragedia que dejó 369 muertos. El sismo sucedió cuando ella estaba caminando por la calle, saliendo de una comisión de trabajo en la colonia Roma rumbo hacia Eje 7 Sur (zona corporativa en Ciudad de México). “En esa parte, cuando los carros pasan muy rápido - sobre todo los camiones grandes - se mueve mucho el piso”, cuenta. a El Comercio.

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A los 30 segundos, recuerda, empezó a sonar la y simplemente echó a correr. “Estaba con un amigo y él me dijo que escuchó ‘tronar’ el edificio que teníamos cerca, entonces solo tomó mi mano y corrimos lo más lejos que podíamos”, narra.

En aquella fecha, la alerta sísmica que hay en México no los alertó segundos antes (como están acostumbrados), sino cuando ya estaba temblando la tierra. “Estábamos desprevenidos. A mí, como a muchos, se nos nubló la mente, más con la alerta sísmica que puede ser un poco traumatizante”, narra.

Días previos al terremoto que vivió Miram en Puebla (19 de septiembre del 2017) ocurrió un fuerte terremoto en Tehuantepec (7 de septiembre del 2017) de magnitud 8,2. “El terremoto de Tehuantepec ya nos había dejado asustados y más aún - aunque suene anecdótico - que ocurra uno el 19 de septiembre [en Puebla] el mismo día del gran terremoto que vivieron mis papás en 1985″

Ese 19 de septiembre, 32 años antes, es una fecha difícil de olvidar porque el terremoto de magnitud 8,1 fue el más devastador de la historia mexicana, sacudió las calles de la Ciudad de México provocó daños severos en cientos de edificios y causó la muerte de miles de personas. “Para mis papás es un trauma aún y con la llegada del terremoto del 2017, sin duda los dejó aún más asustados, revivió este hecho”

Cuando terminaron los eternos 90 segundos del terremoto del 2017, Miriam cuenta que todo quedó paralizado y nadie reaccionó hasta que empezaron a sonar las ambulancias y la policía. “Fue en ese momento que la gente salió del shock y empezaron a llorar, gritar, a tener crisis de nervios y hasta desmayos”.

Una toma aérea muestra la devastación de edificios en Ciudad de México tras el terremoto ocurrido el 19 de septiembre (EFE)
Una toma aérea muestra la devastación de edificios en Ciudad de México tras el terremoto ocurrido el 19 de septiembre (EFE)

Varios minutos después, recuerda todo como si se hubieran transportado a 1985 ya que ningún servicio funcionaba por precaución. “Todos escuchaban la radio para poder enterarse de lo que sucedía, nada funcionaba, todo colapsó, era como que todo lo moderno que teníamos en el 2017, hubiera desaparecido. Incluso, me tocó ver gente formada en los teléfonos públicos para lograr contactarse con familiares, estas eran las comunicaciones más “estables” que teníamos en ese momento”.

Tras esta experiencia, Miriam cuenta que en hay más conciencia y alerta - sobre todo los 19 de septiembre - pero esto es porque anualmente - en Abril y Septiembre - hay simulacros para estar prevenidos ante algún movimiento sísmico. Aconseja que si vives en Ciudad de México - en algún momento- vivirás algún movimiento sísmico, por lo que tienes que estar alerta sin vivir en la ansiedad.

“El estrés hizo que no sintiera nada, pero ya al llegar a casa, mis piernas me dolían de la maratón que me di para alejarme de los edificios que teníamos cerca. Vaya que sí se genera, hasta cierto punto, un trauma”, relata.

Después del terremoto, el Gobierno de México anunció el Plan Nacional de Reconstrucción (PNR) el cual constaba de préstamos y para la adquisición de materiales de construcción y mano de obra a los afectados.

Al mes de julio de 2022, el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el gobierno federal invirtió más de 33.000 millones de pesos (aproximadamente 1 600 millones de dólares) en el PNR. Además, en aquella fecha, reportaron también una reconstrucción del 90% en el país mexicano, más de un lustro después de aquel inolvidable 19 de septiembre.





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