Charles Chaplin nació el 16 de abril de 1889. (Foto: AFP)
Charles Chaplin nació el 16 de abril de 1889. (Foto: AFP)
Redacción EC

nació un 16 de abril de 1889 en Londres. Chaplin no es solo el vagabundo del sombrero bombín, es uno de los grandes hacedores de la máquina de sueños que es el cine. Su talento le precede hasta ahora, sobre todo en el cine mudo.

Desde niño, Chaplin comenzó a actuar. Una infancia pobrísima en Londres, con un padre ausente y una madre que tuvo que ser internada en un hospital mental, obligaron al joven a buscarse la vida como sea a principios del siglo XX. Y lo hizo como actor de teatro y comediante, algo en lo que siempre destacó. Por eso, fue contratado por el grupo de teatro de Fred Karno (respetado empresario teatral de la época), lo que lo llevó a EE.UU. Ahí, fue reclutado por el estudio Keystone, uno de los primeros en fundar la gran industria que hoy es Hollywood. ¿La primera cinta que hizo? Pues “Making a Living”, un cortometraje estrenado en febrero de 1914, y en donde Chaplin ya muestra alguno de los rasgos más conocidos de su imagen: el sobrero bombín, el bastón de bambú, el bigote recortado y ese aspecto más bien descuidado que hizo que se conociera rápidamente como El Vagabundo, ‘The Trump’.


Mayor independencia

Tras trabajar varios años con diversos estudios, Chaplin se unió con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David W. Griffith para crear United Artists, una empresa que les permitiría tener total control creativo sobre sus trabajos. Fue así que comenzó una de las rachas más interesantes de la historia del cine: el buen Charlie decidió ponerse detrás de las cámaras y realizar algunas de las cintas más apasionantes.

Pocos cineastas han tenido la capacidad, las risas y las lágrimas como lo hace Chaplin en “El Pibe” (1924), su primera cinta, en donde vemos a El Vagabundo ocuparse de un niño abandonado. La sensibilidad del realizador/actor para la comedia, pero con un fuerte toque social, es única. Lo mismo se puede ver en “La quimera del oro” (1925), donde se divierte de una situación puntual de la historia americana como la fiebre de oro en California a finales del siglo XIX.

Su pasión por la comedia también puede ser vista en “El circo” (1928), donde demuestra su enorme dominio del ‘timing’ para la comedia física. Y el lado político se mostró en toda su dimensión en “Tiempos modernos” (1936), en la que se burlaba sin ningún rubor de ciertos elementos de la sociedad industrializada. Todas las cintas mencionadas, de más está decirlo, son obras maestras.

Libertad del arte

En los años 30, el cine migraba radicalmente al sonoro. Pero Chaplin, un rebelde, decidió mantenerse en el silente. Y fue así que salió “Luces de la ciudad” (1931), uno de los más hermosos melodramas de la historia del cine. Pero accedió al sonido a principios de los años 40 con “El gran dictador” (1940), donde se ríe del dictador nazi y proclama su antifascismo.

Pero justamente ese espíritu cáustico, social y crítico le trajo problemas a Chaplin. Y el FBI le puso el ojo encima, acusándolo de comunista. A eso, hay que sumarle una serie de escándalos personales que mellaron mucho su imagen.

¿Cómo respondió Chaplin? Pues haciendo “Monsieur Verdoux” (1947), cinta basada en la vida del asesino en serie francés Henri Désiré Landru. El filme es una comedia refinada, pero también un grito anticapitalista que le valió su expulsión de EE.UU. a principios de los años 50. Por eso, decidió residir en Suiza, donde dirigió “Un rey en Nueva York” y “La condesa de Hong Kong”.


Inspirador

José Carlos Mariátegui y César Vallejo admiraron la obra de este genio del cine en “La quimera de oro”. Dice Mariátegui en “Esquema de una explicación de Chaplin” (1928): el arte de Chaplin es gustado, con la misma fruición, por doctos y analfabetos, por literatos y por boxeadores, por los de la mayoría y las minorías.

Mientras que nuestro Poeta Mayor hace lo propio en “En pos del oro, la obra de mayor anchura estética de Chaplin”(1928): Sumo poeta de la miseria humana, pasa por la película de espaldas a sus dólares. Un avatar del arte le ha hecho pobre de ellos, grande de ellos. El actor aquí, como en ninguna otra de sus películas, es absorbido totalmente por el personaje.

Si nos detuviéramos a analizar la complejidad de su obra, no bastaría solo un texto. Chaplin rebasó los límites del cine de su época, el mudo, para entregar al mundo lo que mejor sabía hacer: dar su vida al arte.

El hombre

Chaplin era un hombre inteligente que siempre buscaba aprender nuevas cosas. Aunque por lo general fue tímido, las multitudes lo esperaban en cada lugar que llegaba. Tampoco gustaba de las fiestas, ni beber, siempre prefirió la soledad. Sin embargo, compartió su vida con cuatro mujeres.

La primera fue Mildred Harris de 16 años, con quien se casó en 1918, tiempo después nació su primer hijo, pero sólo logró vivir tres días. En medio de escándalos, se divorciaron dos años después.

El personaje ‘El ángel de la tentación’ en la película “El chico”, también de 16 años, se casó con Chaplin en 1924: era Con ella tuvo dos hijos: Charles Jr. y Sydney Earl. Esta unión también tuvo un dramático final en 1927.

Con Paulette Goddard todo fue diferente. El tercer matrimonio de Chaplin se concretó en 1936 y duró hasta 1942, año en que se separaron amistosamente. Goddard había actuado en “Tiempos modernos” y “El gran dictador”.

Pero sería con Oona O’Neil con quien encontraría la verdadera felicidad. Oona de 18 años se casó con Charlie de 53 años y en una relación que duró hasta su muerte, en Suiza, el 25 de diciembre de 1977.

Fue inhumado en el cementerio del cantón de Vaud, aunque no tuvo la paz necesaria. El 1 de marzo de 1978 su cadáver fue robado para extorsionar a su familia, aunque el plan fracasó. Los ladrones fueron capturados y sus restos fueron recuperados once semanas después para que su cuerpo fuera nuevamente sepultado.


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