“He recorrido y recorreré las regiones andinas del Perú en esta peregrinación. Sobre todo, he escudriñado con la lente de mi máquina fotográfica, todos los rincones de los palacios y fortalezas del Cusco. Aquí están Sacsayhuamán, Ollantaytambo, Machu Picchu, Pisac, Colcapampa, el valle de Urubamba, toda la región en que floreció el imperio. Aquí están escenas de hoy. Aquí el mestizaje colonial. Me gustaría que los testigos imparciales y objetivos vieran este acervo”.
La declaración pertenece al fotógrafo puneño Martín Chambi, y la ofreció a la prensa chilena en 1936, cuando había realizado un viaje al país del sur para fotografiar un largo recorrido costero, deteniéndose en Arica, Valparaíso y Santiago. Para Stefano Klima, curador de la colección Mulder, resulta muy interesante que los diseñadores catalanes Mario y Nieves Berenguer, responsables de “Martín Chambi. Fotografía”, publicado por la editorial española RM, hayan puesto esta larga cita en la tapa del libro. Justamente se trata de un magnífico conjunto gráfico dirigido a ese observador “imparcial”, para quien la obra de Chambi puede significar un descubrimiento.
En efecto, cuando Chambi ofrece esa declaración, el fotógrafo llevaba entonces cerca de 20 años retratando sus intereses más profundos, con la firme decisión de darlos a conocer al mundo. Una intención que, como Klima puede dar fe, sigue causando asombro en el público fuera del país. “Mas allá de la grandeza de Machu Picchu y los testimonios de la arquitectura cusqueña, el impacto de las imágenes de Chambi se centra en su composición y su comprensión de la luz interactuando con la geografía”, explica.
Libro premiado
“Martin Chambi. Fotografía”, recoge el interés de la colección Jan Mulder por la obra del fotógrafo puneño y por el rescate de una memoria visual del sur andino. Un esfuerzo que bordea una década de paciente recuperación de material de época y que fue presentada al público por primera vez en el Museo Rufino Tamayo de México en 2017. La colección reúne piezas originales de Chambi realizadas entre 1920, año de su llegada al Cusco y 1955, cerrando su periodo de máxima producción. Parte de esta colección se presentó posteriormente en el Museo Casa del Grabado de Quito, y luego en Lima, en el C.C. Inca Garcilaso y en el Ojo Ajeno. En la feria LimaPhoto del 2018, Ramón Reverte, dueño de la editorial RM especializada en fotografía, se interesó por hacer una primera publicación de fotografías originales de Chambi, y el resultado ya circula en librerías locales. Diseñado en Barcelona e impreso en Madrid, “Martín Chambi. Fotografías” incluye un texto introductorio del coleccionista y fotógrafo Jan Mulder, así como tres textos especializados a cargo de los investigadores Horacio Fernández (España), Andrés Garay (Perú) y Francois Laso (Ecuador). Desde una perspectiva muy contemporánea, el volumen presenta este centenario patrimonio visual intercalando postales, panorámicas, virados y vistas clásicas realizadas por el maestro nacido en Coasa en 1891.
A inicios de junio, este esfuerzo se vio recompensado con el Premio al Mejor Libro de Fotografía del Año PhotoEspaña 2022. Para Jan Mulder, este reconocimiento les ha caído de sorpresa. “Fue algo sin querer, porque Ramón Reverte, su editor, lo presentó a PhotoEspaña, y nosotros nos enteramos algo tarde”, comenta. El libro fue presentado en la categoría nacional, compitiendo con otras 25 publicaciones de diferentes editoriales españolas. “Ha sido un trabajo grande el que se ha hecho para publicar este libro. Y es un indicio de que estamos poniendo cada vez más alto la valla en cuanto a las publicaciones de la colección”, señala el empresario peruano suizo.
El premio PhotoEspaña coincide con la itinerancia de la exposición “Martín Chambi y sus contemporáneos. Los Andes fotografiados”, que acaba de cerrar sus puertas en la galería de la Fundación Foto Colectania de Barcelona, y que se presentará en la ciudad de Burgos en el próximo 27 de octubre. Asimismo, ya se está negociando con el Museo de Fotografía de Helsinki un futura muestra. Se trata de 130 fotografías de la colección Mulder, dos tercios correspondiente a originales de Chambi y el resto realizados por otros 15 renombrados fotógrafos que recorrieron los Andes en la misma época, generando un feliz diálogo. Creadores extranjeros como Irving Penn, Robert Frank, Eugene Harris, Werner Bischof o Pierre Verger, así como los peruanos Max T. Vargas, Los Hermanos Vargas, Manuel Mansilla o José Gabriel González, artistas del lente que compartieron los mismos intereses y relaciones sociales del colega puneño. La muestra abarca la figura del Chambi desde cinco ángulos, Machu Picchu, Retrato de estudio, Gigantes en estudio, Gusto pictorialistas y Autorretratos, a través de los cuales los comisarios, Andrés Garay y Stefano Klima, profundizan en la totalidad de la obra.
Una colección original
Con 450 fotografías originales de Martín Chambi, entre postales, panorámicas, sulfuros, vistas clásicas y ampliaciones grandes comisionadas, la colección de fotografías de Jan Mulder resulta la más grande en su tipo. Como explica el curador Stefano Klima, la colección se ha esmerado en acuñar el término “original”, pues lo más probable es que se trata de piezas que realizó el mismo fotógrafo en su estudio. Es a partir de la década del 60, que el estudio empieza a funcionar bajo el mandato de sus hijos, y serán ellos quienes participen en las reimpresiones. “Chambi era muy responsable, muy cuidadoso, muy metódico en sus procesos de copiado. De hecho, quien vea el archivo Chambi en el Cusco y revise sus libretas de apuntes, podrá descubrir cómo estudiaba las temperaturas y las formulas de revelado, cuanto tenía que mover la bandeja. Allí te das cuenta lo profesional que era y la claridad que Chambi tenía en su trabajo”, afirma.
Cuando se habla de fotografía “vintage”, nos referimos a la copia que ha sido realizada en una fecha muy cercana al momento de la toma fotográfica. “Chambi tenia un estudio que era un local comercial en el Cusco, donde ofrecía sus vistas mas importantes al turismo de la época. Entiendo que aquellas vistas no eran copiadas masivamente, pues para eso estaban las postales. Él hacía fotos por contacto directo de la placa de vidrio sobre el papel, por eso tanto la placa como la foto tienen el mismo tamaño, 18 cm. por 24 cm. Asimismo, sus virados de color no superan los 30 cm por 40 cm. siendo copiados por el artista solo para sus exposiciones. Por eso es muy difícil encontrar este tipo de copias”, señala el experto.
¿Pero que tan azaroso puede ser consolidar una colección? ¿Cómo se han dado estos hallazgos de piezas originales de Chambi? Según Klima, responsable del manejo de la colección hace ya seis años, siempre ha habido una intención de estar a la búsqueda, con interés y atención por lotes que aparezcan en el mercado. “El primer lote que compramos vino de Buenos Aires, otro lote importante llegó de una casa de subastas en Estados Unidos. Tenemos una red de colaboradores atentos que nos ofrecen obras de Chambi. Por supuesto, hay una parte azarosa. De hecho, es difícil encontrar originales en buen estado, hablamos de fotografías que tienen 100 años” afirma. “Hay que tener algo de suerte, pero es básico estar atento y tener ganas de seguir investigando”.
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