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“Creo que Mario se sentía más orgulloso de jugar con la U que de ganar el Nobel”: Vargas Llosa, su hinchaje y la gorra crema que no quería soltar
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Durante sus últimos años de vida, ya afincado en Lima, era habitual ver a Mario Vargas Llosa dar paseos por el malecón de Barranco. Y quienes se cruzaban con él, solían verlo con un atuendo particular: un buzo y una gorra de Universitario de Deportes, el club del que era ferviente hincha.

Ya alejado de las actividades públicas, incluso retirado de la escritura, el escritor llevaba una rutina mucho más familiar, apacible y doméstica, como lo han revelado en varias ocasiones sus parientes y amigos cercanos. Y una de sus aficiones era ver por televisión los partidos de la U. “Se alegraba profundamente con sus victorias y sufría por las derrotas también, incluso vio el título del centenario el año pasado. Llevó a la U en el pecho hasta el final”, dice Pablo Fedeli, autor de un muy interesante libro que justamente ahonda en el vínculo de Vargas Llosa con el equipo de sus amores.
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La obra se titula “El Nobel crema” y no solo es un repaso por el hinchaje confeso y bien conocido del autor de “Conversación en La Catedral”, sino que es exhaustivo y revelador en varios pasajes. Fedeli ha rastreado, por ejemplo, la historia de aquel partido al que Vargas Llosa se refirió durante el homenaje que le realizó Universitario en el estadio Monumental en el año 2011.

“Esa historia la escuchamos como una leyenda, y seguro muchos pensaban que don Mario podía estar fabulando en su memoria –dice Fedeli–. Pero con esta investigación pude confirmar que efectivamente se jugó el partido y que todo coincide”. Fue un juego de calichines entre la U y el Deportivo Municipal, disputado un 24 de junio de 1948 en el Estadio Municipal. El resultado fue un magro 0 a 0, pero la experiencia de salir al campo vestido de corto fue inolvidable para Vargas Llosa.
“Ese partido de los calichines se lo contaba a todo el que podía –afirma en el libro el cineasta Luis Llosa, primo del escritor–. A veces creo que sentía más orgullo de haber jugado en el Nacional con la U que de ganar el Nobel”. De ese partido, Fedeli ha encontrado incluso una foto grupal algo borrosa en la que uno de los niños parece ser Vargas Llosa. “Algunos familiares me dicen que se ve muy parecido, pero no he podido confirmarlo”, señala.

LA LITERATURA ES JUEGO
Fedeli recopila las múltiples referencias que ha hecho Vargas Llosa sobre la U y el fútbol en sus libros, y los combina con testimonios de primera mano y fuentes bibliográficas para ir reconstruyendo un vínculo intenso y poderoso. Así nos conduce a la infancia del pequeño Mario quien, antes de ir al colegio, pasaba por el quiosco y compraba el diario “La Crónica” –el que tenía la sección deportiva más amplia en la época– para deleitarse con sus artículos.
También hace un repaso por la fascinación del escritor por ir a ver fútbol a diferentes estadios del mundo, lo que lo llevó a ver en vivo y en directo a lo largo de las décadas a futbolistas tan disímiles como Lolo Fernández, Pelé, Maradona, el ‘Puma’ Carranza, Cristiano Ronaldo y Vinicius Jr. “Mientras algunos intelectuales han considerado al fútbol una manifestación poco profunda, superficial, Vargas Llosa rompió esos esquemas. Él defendía la complejidad cultural de este deporte, lo veía como una forma de arte”, sostiene Fedeli.

Y así se suceden muchos más datos en “El Nobel crema”: sus pichangas juveniles en la calle Diego Ferré de Miraflores, donde vivían sus tíos; la revelación de un periodista argentino al que Vargas Llosa le confesó su deseo de escribir una novela centrada en el fútbol, que lamentablemente nunca se concretó; o aquel domingo de mayo de 1990, pocos días antes de la segunda vuelta contra Alberto Fujimori, el escritor acudió a ver un clásico en el estadio de Matute.
“Yo tenía la noción de que a don Mario le gustaba el fútbol, pero me sorprendió muchísimo esa faceta de hincha a un nivel tan intenso, apasionado y visceral –dice Fedeli–. Eso lo humaniza profundamente, lo hace sentir muy próximo, y me confirma que él tenía dos grandes pasiones: escribir y la U”.
El círculo de esta historia se cierra con un desprendimiento generoso y entrañable: el buzo negro y la gorra crema y guinda a los que Vargas Llosa sintió tanto apego en sus últimos años de vida serán donados al Museo Monumental de Universitario. Otro gesto para que la comunidad crema se sienta aún más orgullosa de su hincha más ilustre.

EL DATO
“El Nobel crema”, publicado por la editorial Mandroque, se presentará este sábado 19 de julio a las 8 p.m. en el auditorio Blanca Varela de la Feria del Libro de Lima. Entradas en Teleticket y boletería.











