Al escuchar “Cariñito” resulta inevitable sentir orgullo de la riqueza y fuerza de esta composición. Más de cuatro décadas después de su creación, este clásico atemporal, compuesto por Ángel Aníbal Rosado (Lima, 1942), continúa liderando las listas de reproducciones. En el 2024, fue uno de los temas más sonados, según la Asociación Peruana de Autores y Compositores del Perú (APDAYC). Lamentablemente, su creador nunca pudo disfrutar de las bondades del éxito de esta historia de amor convertida en canción. Un ritmo que se canta y se baila tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
“Dios le otorgó a mi padre el don de componer. Cada día lo hacía, a menudo hasta el amanecer. Creó innumerables temas, no solo en el ámbito de la cumbia, sino también valses y música criolla. Compuso hasta el último día de su vida”, recuerda con orgullo su hijo, Ángel Aníbal Rosado Acosta.
Ángel Anibal Rosado Acosta junto a su padre, en Cochahuayco. (Foto: archivo familiar del cantante)
“Cariñito” fue compuesto en julio de 1977 y grabado en abril de 1978 en los estudios de Elías Ponce por Los Hijos del Sol, la agrupación creada por Ángel Aníbal. La voz principal estuvo a cargo de Edson Bordaes, mientras que la primera guitarra fue interpretada por José Luis Carvallo, exintegrante de La Nueva Crema y acompañante habitual de Chacalón. Ricardo Hinostroza, conocido como ‘Papita’, también formó parte de esta grabación.
Un cariño compartido
Su popularidad cruzó fronteras, con versiones destacadas en distintos países a lo largo de los años. Sin embargo, su gran despegue ocurrió en 1979, en una noche inolvidable cuando el músico colombiano Rodolfo Aicardi llegó a los estudios de Discos Fuentes con una revelación para el empresario Pedro Muriel: “Tengo el éxito de este año. Lo escuché en Ecuador y vamos a grabarlo”. En un casete traía la interpretación de “Cariñito” por la orquesta peruana Los Hijos del Sol. Con solo dos estrofas, la canción transmitía un sentimiento profundo y universal:
“Lloro por quererte / Por amarte y por desearte / Ay cariño, ay mi vida. / Nunca, pero nunca / Me abandones cariñito”.
El pronóstico de Muriel se cumplió. En diciembre de ese año, “Cariñito” se consolidó como un éxito nacional, marcando un hito que se repetiría durante los dos años siguientes. Durante la década de los ochenta, se consolidó como un clásico, integrándose en decenas de recopilaciones de Discos Fuentes. El tema se convirtió en un infaltable de los conciertos de Rodolfo Aicardi, quien llegaba a interpretarlo hasta tres veces por presentación debido a su enorme popularidad.
La canción siguió ganando popularidad con el paso de los años. En el 2007, el productor y músico francés Olivier Conan y Barbes Records presentaron “The Roots of Chicha”, un recopilatorio que incluyó “Cariñito”, aumentando aún más su reconocimiento.
Pese a ello, Ángel Anibal Rosado continuó llevando una vida humilde en el Perú. Las regalías obtenidas por la canción y sus múltiples versiones le ayudaron a costear los costosos tratamientos de la enfermedad terminal que enfrentaba. Sin embargo, la gravedad de su condición fue insuperable, y el 10 de setiembre del 2008 el compositor falleció de cáncer de próstata, dejando un legado musical imborrable.
“Cuando mi papá estaba enfermo, un día nos dijo que creía que ‘Cariñito’ iba a recorrer el mundo. Y tuvo razón, pero él no llegó a disfrutar de su éxito. En ese entonces, no existían los conteos de APDAYC ni un control adecuado de las regalías, como sí lo hay ahora. Tras su fallecimiento, mi mamá realizó los trámites y fue ella quien pudo disfrutar del reconocimiento de ese tema. Ahora somos nosotros, sus hijos, quienes heredamos su legado”, relata Ángel Aníbal Jr.
Añade que la canción trascendió fronteras, conquistando Europa gracias a agrupaciones como Los Mirlos, quienes han llevado el tema en sus giras musicales. En el 2019, también cobró fuerza en los Juegos Panamericanos.
“Es increíble ver cómo sigue vigente, generando significativas regalías, principalmente del extranjero, especialmente de Europa, donde continúa sonando con fuerza. En Colombia, la canción se ha convertido en un himno que se escucha especialmente en Navidad. Para nosotros, sus hijos, es un motivo de orgullo”, concluye Ángel Aníbal Jr.
