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“Este es un antes y un después en la historia de Hermanos Yaipén”: cómo lograron grabar con ‘El Puma’, qué tema le dedicarían al Papa y más
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Forjados entre melodías y coraje, con la cumbia en la sangre y el recuerdo de sus padres como brújula, Walter y Javier Yaipén Uypán celebran 25 años de historia de Hermanos Yaipén con un hito inesperado: una colaboración con José Luis Rodríguez, ‘El Puma’. Juntos interpretan “Tendría que llorar por ti”, el tema ícono del cantante venezolano, ahora transformado en una versión en clave de cumbia. “No fue fácil llegar hasta aquí”, confiesan. Pero con esta canción, aseguran, comienza su internacionalización.
La colaboración con ‘El Puma’ no fue fruto del azar. Fue el resultado de una gestión meticulosa por parte de los Hermanos Yaipén. “Nos comunicamos con su manager y, tras una primera conversación, me invitaron a viajar a Miami para presentarle el proyecto en persona”, cuenta Walter. La propuesta captó rápidamente el interés del artista venezolano. “Sabía de nuestra trayectoria porque ya había estado en Perú, y le gustó la idea de grabar por primera vez una cumbia”.

La agrupación ya había versionado “Tendría que llorar por ti” en el 2013, pero esta vez querían hacerlo con la voz del propio José Luis Rodríguez. La nueva grabación se realizó en Miami bajo la dirección del productor José Miguel Velázquez, reconocido por su trabajo con Karol G, Maluma, Thalía, entre otras grandes figuras. La mezcla final se completó en Colombia, como parte de una producción internacional cuidadosamente planificada.
“Y no fue solo una canción. Grabamos dos temas con ‘El Puma’. El segundo es inédito y lo lanzaremos más adelante. Ya está todo listo”, adelanta Walter con orgullo. Parte del videoclip también fue filmado en Miami durante un segundo viaje, con el apoyo de una productora colombiana. La otra parte se grabó en Lima, en la Casa Tambo, una casona del Centro Histórico que aportó el aire clásico y elegante que buscaban para la puesta visual.
Hermanos

Nuevo comienzo
Antes de fundar Hermanos Yaipén, Walter y Javier formaron parte del emblemático Grupo 5 junto a sus hermanos Elmer, Víctor y su primo Jorge. Fueron años intensos, marcados por el trabajo en equipo y una pasión compartida por la música. Todo cambió tras la repentina muerte de Elmer en un accidente de tránsito. “Fue un golpe muy duro”, recuerda Walter. Al año siguiente, decidieron dejar el liderazgo de la agrupación en manos de sus sobrinos Elmer Jr. y Andy, a quienes luego se sumaría Christian.
Fue entonces cuando nació Hermanos Yaipén: un nuevo proyecto, con identidad propia, pero con la misma esencia familiar y musical.
Sonar en el mundo
“Al inicio fue complicado. No teníamos instrumentos ni temas propios. En algún momento quisimos tirar la toalla, pero la perseverancia nos hizo llegar a 25 años”, rememora Walter. A pesar de las limitaciones, nunca dejaron de creer. “Fue un trabajo duro, pero también satisfactorio. Logramos muchos éxitos, muchas canciones que llegaron al primer lugar a nivel nacional e internacional. Y fuimos una de las agrupaciones que alcanzó la fama muy rápido. A los cuatro años ya estábamos recorriendo el mundo”. Gracias a la cumbia han llegado a países como Japón, Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, entre muchos otros más.
Para Javier, el secreto radica en mantenerse unidos. “El estar junto a mi hermano, el apoyo de nuestra familia, la perseverancia y las ganas de plasmar lo que llevamos en la sangre hicieron posible estos 25 años. Los sueños sí se cumplen”.
Orgullo chiclayano
Ese vínculo con sus raíces no solo está presente en la historia familiar, sino también en el orgullo por su tierra natal. “Para nosotros, que el Papa Leon XIV haya sido declarado chiclayano de corazón es un orgullo inmenso. Chiclayo es una tierra llena de fe, música y calidez humana, y saber que una figura tan espiritual y simbólica como él se sienta parte de nuestra tierra nos conmueve profundamente”, reflexiona Walter. “Si tuviéramos que dedicarle una canción, sin duda sería una cumbia que hable del amor, la esperanza y el pueblo. Una cumbia con el alma, porque eso es lo que somos los chiclayanos: alma pura que canta, que cree y que nunca deja de soñar”, añade.
El tema que lo cambió todo
Abrirse paso en un mercado saturado con la cumbia norteña no fue tarea fácil. “Al comienzo costó mucho que la gente escuche nuestra música. Los primeros temas no ingresaban. El momento llegó con ‘Que levante la mano’ y ‘A llorar a otra parte’”, recuerda Javier. "Sonaba en todas las radios, en todos los rincones del país”.

Después vendrían otros éxitos como “Lárgate’”, compuesto por Carlos Rincón. “Lo escribió en un día. Le hicimos algunos ajustes y se convirtió en un himno. La gente lo canta, lo pide siempre”.

Cumbia con propósito
Recientemente, la agrupación grabó “Somos el motor”, un tema que rinde tributo a los emprendedores. “Alicorp nos propuso hacer esta canción y nos sentimos identificados. Nosotros también venimos de una familia de emprendedores. Sabemos lo que es empezar con poco y luchar por un sueño”, explican.
Sobre el dolor y el silencio
La reciente muerte del cantante Paul Flores conmocionó al sector musical. Al respecto, prefieren mantener cautela. “Es un tema muy delicado que evitamos tocar. En este momento estamos enfocados en celebrar, en los invitados y en la gran producción que se viene”, señalan.
Apuesta ambiciosa
El nuevo álbum por su aniversario será una colección de colaboraciones con artistas nacionales e internacionales. Ya han lanzado un tema junto a Michelle Soifer y otro con el colombiano Marlon Arenas. “Cada mes y medio o dos meses iremos lanzando nuevas canciones, siempre a través de nuestras redes”, anuncian.

A estas alturas, Hermanos Yaipén no solo se ven como un grupo musical, sino como parte de una herencia cultural. “Estamos dejando un legado con nuestras canciones. Así no estemos, se seguirán escuchando. Esa es la mayor satisfacción”, afirma Walter.
Escenarios inolvidables
Entre las presentaciones que más los han marcado está una en Bolivia, donde compartieron escenario con Marc Anthony ante más de 60 mil personas. “Fue algo muy grande, porque normalmente esos eventos son solo para artistas bolivianos. Coreaban nuestras canciones”, recuerda Javier. En Perú, también vivieron una experiencia similar en un concierto en Agua Dulce con más de 60 mil asistentes. Momentos que confirman que su música ya es parte de la memoria colectiva de varias generaciones.

“Este es un antes y un después en la historia de la agrupación”, asegura Walter. A sus 25 años de carrera, Hermanos Yaipén no solo celebran un legado construido con esfuerzo, sino también una nueva etapa de expansión, colaboraciones internacionales y reafirmación artística. Con la cumbia como estandarte y su historia como motor, siguen demostrando que los sueños —cuando se trabajan con disciplina y pasión— pueden llegar tan lejos como el corazón los empuje.












