La música es su motor y motivo, su fuente de inspiración y alegría. Es el medio con el que aplaca sus penas. Es su cable a tierra. Lucho Paz (Chiclayo, 1963), una las voces más privilegiadas de la cumbia peruana, no imagina sus días lejos de los escenarios, mucho menos del público; aunque -según el propio músico- su vigencia represente un riesgo para su salud. “El médico me dijo que si quería vivir más tiempo, cambie mi estilo de vida”, cuenta.
Hace 16 años, el intérprete de grandes éxitos musicales como “Tu amor fue una mentira” y “El casorio”, sufrió un infarto al corazón, por lo que fue sometido a una cirugía de derivación coronaria doble. Desde entonces, su salud quedó debilitada, pese a ello nunca se desligó de los escenarios.
“El baipás que me pusieron aquella vez dejó de funcionar, ya no irrigaba sangre, por eso volvieron a operarme. Hace como 20 días me hicieron una angioplastia coronaria. Nuevamente me recomendaron cuidarme con las comidas, dormir bien, no estresarme y tomar mis medicinas. Me dijeron que tenía que dejar mi trabajo, pero contra viento y marea sigo cantando. La música es mi vida, mi aire, mi oxígeno. En el escenario me olvido de todo, de mis miedos, de mis problemas”, asegura el artista norteño.
Nueva apuesta
Luis Eladio Paz Díaz lleva 39 años engalanando con su prodigiosa voz los temas cumbiamberos más representativos de nuestro país. Ha colaborado con populares orquestas como Grupo 5, Hermanos Yaipén, Agua Marina, entre otras. Y hace dos semanas lanzó su nuevo videoclip ¨Mix Retrocumbiones¨, un compendio de temas clásicos de los años 70, el mismo que actualmente suma más de 200 mil vistas.
“Hicimos este trabajo con la intención de que las nuevas generaciones conozcan nuestras raíces. Me siento embajador de la cumbia y eso me llena de mucho entusiasmo y orgullo”, afirma.
La cumbia no estaba en sus planes
Antes de involucrarse con la música, el artista chiclayano, trabajó como vigilante particular en instituciones como la Bolsa de Valores de Lima y el aeropuerto Jorge Chávez. En aquel tiempo, motivado por amistades que conocían su talento vocal, participó en el concurso de canto de “Trampolín a la fama”.
“Tenía como 20 años. Llegué nervioso al programa de Augusto Ferrando. Canté temas de Nino Bravo y José Luis Rodríguez. No gané, pero llegué a la semifinal, y eso me sirvió para darme a conocer. Luego hice algunos casting. Al principio Grupo 5 me rechazó. Me dijeron que estaban completos, pero, Víctor, uno de los hermanos que había visto mi trabajo, decidió darme una oportunidad. Empecé interpretando baladas, que en ese tiempo estaban de moda. Luego, cuando Elmer Yaipén se enfermó, me pidieron que cante sus temas. La mayoría eran cumbias. No pensé ser cumbiambero, todo fue cosa del destino”, reflexiona el artista conocido como ‘La voz elegante de la cumbia’.
Después de diez años en Grupo 5, Lucho Paz emigró a Agua Marina motivado por un salario más atractivo en un momento difícil económicamente para él.
“Sinceramente, no pensaba estar en ese grupo porque su estilo no me gustaba, pero me insistieron tanto que terminaron convenciéndome. Acepté por necesidad, estaba mal económicamente. En 1998 grabé con ellos ‘Tu amor es una mentira’, un tema que al principio no me gustaba porque me parecía muy triste. Sin embargo, terminó convirtiéndose en un éxito rotundo. Originó un cambio total en mi vida. Se escuchaba en todas la radios, traspasó fronteras. Fue el espaldarazo que necesitaba para empezar con fuerza en este camino”, señala.
A inicios del 2000, Lucho Paz se asoció a un empresario para formar Caña Brava, agrupación con la que lanzó éxitos musicales como: “El casorio” y “Tu ausencia”. Pero esta unión no duró mucho tiempo. El artista chiclayano decidió dar un paso al costado, luego que su socio plagiara tres temas que grabó para Hermanos Yaipén: “Que levante la mano”, “Sueños” y “Otra noche sin ti”.
“Mi socio copió las canciones que tenían mi voz, sin mi autorización. Me indignó tanto que me retiré del grupo. Obviamente, los integrantes de Hermanos Yaipén me dejaron de hablar durante algún tiempo porque creyeron que yo lo había hecho. Ahora todo está bien entre nosotros, pero fue una situación muy incómoda”, recuerda.
“Mis inicios como solista fueron difíciles. Las radios no ponían mis temas y los empresarios boicoteaban mis eventos. Grabé muchas canciones que prácticamente solo suenan en Spotify. Pero siempre existió en mí esa lucha de ganarme un nombre propio porque soy un hombre de retos, no me rindo fácilmente”, enfatiza.
La importancia de las redes
Asimismo, considera que las redes sociales juegan actualmente un papel preponderante en el éxito de una figura pública. Contó que el 2022, un reconocido artista colombiano se negó a hacer un feat con él por tener escasos seguidores.
“Tengo alguien que maneja mis redes porque considero que son importantes en esta época. Así tenga talento y haya logrado muchas cosas en 40 años de trayectoria, lo que prevalece es cuántos millones de seguidores tienes. Cuando hablé con el representante de Alberto Barros, un cantante bueno, un director de orquesta que también hace cumbia, me dijeron que no daba por los números que tenía en redes. Así que, caballero, a esperar que suban mis seguidores (Risas)”, comenta.
Finalmente, manifiesta que, con el apoyo del reconocido productor musical y arreglista Jesús El Viejo Rodríguez, buscará representar al Perú en la competencia folclórica del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
“Aunque estoy un poquito incrédulo, mi representante me dice que tenemos que ir a Viña. Estamos viendo un tema bonito, entre cumbia y folk. Dios quiera que se pueda, nos estamos preparando. Los sueños se hacen realidad, solo si los persigues. No pierdo nada intentando”, finaliza.