Para el baterista, Eduardo “Toto” Leverone, es imposible separar su historia de Mar de Copas, pues lleva más tiempo dentro de la banda que años fuera de ella, incluso más que en su actual matrimonio. Hechos como este dan sentido a “El soundtrack de una vida”, nombre de la gira que celebra el 30 aniversario de la banda y que tendrá varias presentaciones a nivel nacional, con fecha central el viernes 7 de julio en el Anfiteatro del Parque de la Exposición.
Aunque todavía no se sabe qué canciones conformarán el setlist de sus presentaciones, Wicho García, vocalista de la banda, y Manolo Barrios, guitarrista y líder, están haciendo una selección de las canciones más representativas para la banda y para su público. Entre ellas se encuentran, por una cuestión de popularidad, “Suna”, “Un día sin sexo”, “Entre los árboles” y “La máquina del tiempo”; todos temas que se siguen escuchando en la actualidad y que pueden ser determinantes en las conversaciones entre las radios y un Mar de Copas que quiere volver a ser escuchado a través de ese medio.
El tiempo no pasa en vano para la banda. “Nuestro primer público ya no existe, a veces vemos a un par de ellos que van a vernos, pero la mayoría son personas casadas de cincuenta años con hijos y que prefieren quedarse en casa” menciona Manolo Barrios, quien recibe informes sobre la edad de sus oyentes que actualmente está conformada en gran parte por jóvenes que no superan la edad de Mar de Copas como conjunto.
Esta conexión con el público juvenil no es unilateral, pues entre las bandas que escuchan los miembros de Mar de Copas se encuentran algunas como Golden Cameleon y otras tantas que César Zamalloa, bajista de la agrupación, escucha cuando va al Centro de Lima durante sus excursiones a eventos de bandas nuevas y clásicas.
Sin embargo, la nostalgia es un factor determinante en las decisiones que toman. Un ejemplo de ello es el lanzamiento del videoclip de su tema “La máquina del tiempo”, cuya intención fue hacer un guiño a su público. “A veces, cuando hacemos presentaciones en vivo, se nos acercan personas con nuestros repertorios antiguos o primeras ediciones de casetes de composiciones que hicimos hace muchos años”, comenta Phoebe Condos, tecladista de la banda. Para pesar de algunos fans, la nostalgia no es suficiente para incluir a Claudia Salem, o algún otro colaborador antiguo, en las celebraciones que se llevarán a cabo este año.
Sobrevivientes
Algo que aprendió Mar de Copas durante estos 30 años de trayectoria musical es que la industria musical peruana puede describirse con una sola palabra: inexistente. “Desde que empezamos, la industria musical peruana no ha cambiado porque no hay una. Yo trabajo en música hace 40 años y nos encontramos — menciona Manolo — en el peor momento para la música peruana, pues los medios no pasan música nacional como si fuera un tipo de veto tácito”.
De manera posterior a esta entrevista, El Comercio buscó nuevamente a Manolo, para pedirle que amplíe la declaración antes dicha. “Me refiero a que los grupos de rock, específicamente, no tienen un espacio donde sonar más que en las redes. Pero espacios en medios es bien difícil. Entonces no se hacen conocidos y por lo tanto la escena no crece más que por iniciativas individuales a través de las redes sociales”, añadió.
Esta situación, para los otros integrantes de Mar de Copas, tampoco es una gran sorpresa. “En esta escena musical solo se sobrevive, seamos nosotros, una banda subte o cualquier otra. Esto se debe a que no hay apoyo suficiente — comenta Wicho García en alusión a la ley del 30% de difusión de música y productos nacionales — cosa que en otros países no es así. Aquí parece como si no les importara mostrar a los nuevos talentos”.
“En Perú, hacer música es algo empírico. Desde que iniciamos la banda, todo ha sido prueba y error, y a veces aprendes a ver qué es lo que pega. Eso último explica de gran manera por qué estamos aquí cumpliendo 30 años”, adiciona Manolo.
El futuro
Aunque la banda tiene su enfoque exclusivamente en la celebración de su 30 aniversario este año, continuará a la par con las producciones musicales como el single que se lanzará en el mes de agosto, previo al lanzamiento de un nuevo álbum que saldrá a finales de año y que aparece luego de 10 años desde “Seis”, último y más exitoso disco de la banda.
Sobre esta nueva producción aún no se sabe mucho, ya que si algo caracteriza la manera en que Mar de Copas genera nuevos temas es el no saber cuál será el rumbo de lo que lanzarán. Esto no se debe a que improvisen, sino porque existe una cierta metodología en lo “aleatorio”. “No hacemos hojas de ruta, simplemente hacemos lo que sale, no planeamos ni dirigimos nuestras canciones hacia ningún lado en específico”, añade Manolo Barrios.
El futuro de la banda no está marcado por una estrategia interna ni por una industria musical peruana que apoye a una de las pocas bandas que ha logrado mantenerse vigente con un estilo musical que no ha sufrido grandes cambios, tanto en su contenido como en su forma. Su éxito se debe al público, algo de lo que son conscientes, no obstante, el resto de los factores que determinaron su continuidad fueron una cuestión de contexto y un poco de suerte, explica el Toto Leverone, quien finaliza diciendo: “En ningún momento pensamos siquiera en llegar a diez años”.
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· Cusco - 20 de mayo
· Cajamarca - 3 de junio
· Arequipa - 24 de junio
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· Huancavelica - 26 de agosto
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