Mon Laferte está en una etapa de su vida en la que hace lo que quiere. Su más reciente álbum, “Autopoiética”, es un manifiesto a lo ecléctico, a lanzar canciones bailables en el mismo empaque que temas reflexivos. A manifestar lo que le sale del corazón desde el primer tema, como lo fue “Tenochtitlan”, que incluye un Ave María en sus minutos finales. Eso sí, la presencia de la plegaria no fue por motivos de fe.
“No soy religiosa, pero la canción habla de los señalamientos, un poco la cultura de la cancelación, de cómo siempre estamos juzgando. Y creo que eso como sociedad lo hemos aprendido bastante de la religión. Desde que somos bebés nos están diciendo que esto está bien, que esto está mal, que el bien y el mal. […] Hoy hacemos eso ya de manera mucho más masiva en redes sociales”, contó la cantante a El Comercio vía Zoom en una entrevista para promocionar su “Autopoiética Tour 2024″, que la traerá de regreso al país el 16 de abril. El póster promocional la muestra por partida doble en una pintura: ella, vestida de negro, sostiene a una copia de sí misma, pero vestida de blanco. En la entrevista hablamos de más de su proceso creativo y, por supuesto, del Perú.
―Estuve escuchando “Autopoiética”. El álbum es muy ecléctico ¿cierto? Por momentos hay un coro de iglesia, ritmos urbanos, salsa, tango. Me recordó un poco a “Norma” del 2018, que fue bien variado. ¿Con este disco quisiste regresar a lo que fue Norma, tal vez?
No. Creo que, claro, se parecen un poco por los ritmos como más tradicionales o caribeños o bailables, pero siento que este está en un universo distinto. Es un poco más experimental diría yo, y de hecho es súper distinto en cómo se grabó. “Norma” lo grabé en vivo, en una toma, en cinta, o sea súper como la vieja escuela. Y “Autopoiética” lo hice en mi computadora, con mucho sample y todo muy electrónico. Entonces viven en dos universos distintos, pero entiendo que puede haber como similitudes por el tipo de estilos, de la salsa y de esto.
―En la segunda canción, “Te juro que volveré”, tu voz ha sido transformada hacia un tono grave, lento. Estuve viendo que esto es una “cumbia rebajada”, un género mexicano. ¿Cómo así desarrollaste la canción en ese género que creo que no es tan conocido fuera de ese país?
Mira, la cumbia rebajada es popular en una región de México, en la ciudad de Monterrey, se empezó a hacer popular ahí por los dosmiles; todos empezaron a bajar las canciones [de velocidad], como intencionalmente a ‘pichearla’. Ahora cuando yo descubrí esto ―no hace tanto tiempo― me voló la cabeza porque es tan hermosa la cumbia lenta. Porque la cumbia de por sí es bella; yo amo la cumbia, tanto la colombiana, peruana, argentina. Pero rebajada tiene una cosa muy poética y es hermoso que haya empezado también como por un accidente. Y hay toda una cultura detrás de la cumbia rebajada, no es sólo el sonido, hay toda una estética y es un mundo que a mí me apasiona por toda esta cultura de los ‘Kolombias’ de Monterrey. ¿Cómo llegué a ella? Yo tenía esta idea de la cumbia, pero sentía que es más también como un discurso el rebajarla porque es una canción que habla sobre la migración, es una canción dolorosa y al hacerla más lenta te lleva a ese mood de que te pesa. Porque la migración es dura, es como es como cargar algo muy muy pesado a tu espalda.
―Eres asidua visitante del Perú. Nunca faltamos a tus giras. ¿Qué representó el Perú en los inicios de tu carrera?
Yo tengo una de mis mejores amigas de la vida que es del Perú y es directora; ha hecho unas películas ahí como que muy populares. Y cuando yo empecé con mi proyecto, aún era artista independiente, mi amiga hermosa Ani [Alva] siempre me ayudaba y veía la manera de que yo pudiera ir al Perú, me quedaba en su casa y me conseguía lugares para ir a tocar. Entonces le guardo muchísimo cariño al Perú justamente por eso. Porque fui mucho, toqué mucho y Ani es como una hermana para mí y ha estado siempre ahí presente; he tenido amores peruanos también [risas].
―Uno ve los comentarios de los videos YouTube donde sales aquí, en esos inicios, y la gente coincide en lo afortunado que fue el Perú de verte crecer artísticamente.
¿Sabes? La primera vez que canté “Tu falta de querer” fue en Perú en un lugar que se llamaba Cholo bar.
― ¿Y cómo fue el recibimiento cuando la estrenaste?
Fue increíble. De hecho esa canción la melodía la hice estando en México, luego viaje al Perú y estando allá hice la letra. La había terminado y justo tocaba solita con mi guitarra en esa época allá en Barranco. Y yo dije ‘voy a tocar una canción que no tiene nombre aún, entonces la voy a cantar y ustedes me dicen qué título le pongo’. Tampoco era tanta gente, tocaba en un bar para poquitas personas, pero les gustó mucho. Conectó rápidamente. Y una artista peruana que estaba ahí también me dijo ‘ponle “Tu falta de querer”’.
―Revisando internet para buscar tu presencia en Perú, veo un video que subiste hace 12 años a YouTube que te muestra caminando por Barranco, en el “Puente de los suspiros”, bastante emocionada y cantabas “La flor de la Canela”. ¿Cómo fue tu acercamiento a Chabuca Granda?
Por mi abuela. Yo soy nacida Viña del Mar, en la Región de Valparaíso. Entonces allí el bolero, el vals peruano, el tango, son como casi parte de nuestro folklore, se escuchan todo el tiempo. Yo crecí cantando valses peruanos por mi abuela que era la que me llevaba a estos lugarcitos de tango, de valses, del bolero. Y ahí yo ya conocía a Chabuca desde que era bebé.
― Siempre has escuchado música peruana, ¿Pero es solamente estos géneros que mencionas o has escuchado algunos otros géneros de acá?
Yo creo que el vals es el que ha estado más presente en mi vida. No soy una entendida como de tantos géneros musicales, pero el vals estaba ahí.
―Te lo preguntaba porque me interesaba saber si es que está familiarizada con la música de Susana Baca.
Ah, claro, me encanta Susana Baca.
―Lo pregunto porque ella actualmente se encuentra mal de salud. Por un tema de agenda periodística, nos interesa valorarla más como artista, siendo una de las mayores del Perú. Quería saber qué te parece su música, cómo la conociste y qué valoras más de ella.
Bueno, a Susana la conocí, no personalmente, no tengo el honor, pero su música la empecé a escuchar ya de adulta. Y como dices tú, me parece una artista maravillosa, es una joyita. ¿Sabes? Lamento mucho que esté mal de salud; le envío todo mi amor, la admiro muchísimo, la respeto mucho.
16 de abril en el Multiespacio Costa 21, Costa Verde.
Entradas a la venta en Teleticket.