¿Por dónde empezar a hablar de Cindy Lee y de su fantástico disco “Diamond Jubilee? Un acontecimiento que está a puertas de cumplir un mes desde su lanzamiento y que, desde entonces, ha crecido como un fenómeno reticente a las convenciones de la industria musical contemporánea. Así que vamos por partes, en 12 puntos.
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Una de las cosas que más se han comentado de este disco es que no está en Spotify. Pero que eso nos sorprenda habla peor de nosotros que de quien tomó la decisión. ¿Las razones para no subir un álbum a la plataforma sueca? Son muchas (y no es el único artista que renuncia a ello, de más está decirlo). Pero para Cindy Lee, el motivo es contundente: “El CEO de Spotify [Daniel Ek] es un ladrón y un cerdo de la guerra. Ha robado 100 millones de euros de los músicos y los ha usado para invertir en inteligencia artificial militar”, ha escrito en su página web de Geocities.
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¿Una página de Internet de Geocities? Así es, un portal web con diseño tan colorido como precario, noventero a más no poder, que nos remite a los inicios simples de Internet. Pero allí está el disco que no se encuentra en Spotify: libre para descarga gratuita (o a cambio de US$30, que quedan a la voluntad del oyente). Por eso es que bajarse los 32 temas del álbum, en formato WAV, nos remite a una época también más feliz: aquella en la que buscábamos música, no como ahora, en que la música (el algoritmo) nos busca a nosotros. Nostalgia del rastreo, de la cacería por nuevos sonidos, de la ruleta que eran Ares Lite, LimeWire, MegaUpload, etc.
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Pero la descarga no es la única opción disponible. Porque “Diamond Jubilee” también está subido en su integridad a YouTube. 2 horas y 2 minutos –sin publicidad– que ya acumulan casi 300 mil vistas. Nada mal para una producción totalmente independiente, que ha venido creciendo tan solo por el boca a boca. Los comentarios en el video reflejan justamente eso: el entusiasmo y la emoción de descubrir una obra de arte que parecía oculta, pero que se revela en toda su plenitud gracias a un simple clic.
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¿2 horas y 2 minutos de duración? Sí, exactamente lo mismo que otro disco que acaba de salir con muchísima más promoción y pirotecnia: “The Tortured Poets Department”, de Taylor Swift. Es una coincidencia realmente jocosa. Porque Cindy y Taylor no pueden estar más en las antípodas. El riesgo versus el convencionalismo; la contracultura contra la mercadotecnia; la experimentación enfrentada a la uniformización. El disco de Taylor podrá ser defendido con uñas y dientes por millones de ‘swifties’ en el mundo. En cambio, el disco de Cindy se defiende solo.
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Y en este punto, cabe hacerse la pregunta: ¿quién diablos es Cindy Lee? Nada más y nada menos que el alter ego ‘drag queen’ del músico canadiense Patrick Flegel, quien comenzó a adquirir fama hace más de 15 años liderando la banda Women. Fueron solo dos discos los que publicó Women (muy elogiados, por cierto), hasta que el grupo se disolvió y Flegel se inclinó por el camino solista.
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Bajo el nombre artístico Cindy Lee, Flegel ha publicado antes seis discos, todos de limitada circulación. Se caracterizan por el ruido, la disonancia, los ecos, la reverberación constante. Hay un ánimo disruptivo y provocador en sus temas ‘lo-fi’. Por eso es que, curiosamente, “Diamond Jubilee” (su séptima placa) podría considerarse la más accesible de todas sus entregas. Y a la vez la más lograda de ellas, de una madurez envidiable.
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Si en algo coinciden las primeras críticas de “Diamond Jubilee” es que suena como la transmisión de una radio AM que va cambiando de emisoras: no solo por cierta “suciedad” en la calidad sonora, y por sus cortes abruptos y desconcertantes, sino porque se pasea entre diversos géneros y estilos (sin perder cohesión): del soul al rocakbilly, del jazz al new wave, de la balada al synth-pop. Un álbum que parece también un fresco de la música del siglo XX. De la música que ha marcado la carrera de Cindy Lee.
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¿Qué destacar de esa radio embrujada que nos trae sonidos fantasmales del pasado? Un tema seductor como “Olive Drab”, transfigurado de película setentera; otro como “Wild One”, que nos convence por la belleza de la voz de Lee cuando canta “And I look right through you/ Hoping for someone new/ Don’t tell me the party’s over”; o “Kingdom Come”, que remite a aquellos grupos vocales femeninos de los 60, como The Ronettes y similares.
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Dividido en dos mitades de aproximadamente una hora cada una, “Diamond Jubilee” esconde en su segunda parte mayores riesgos y momentos aún más enigmáticos. Por ejemplo, “Gayblevision”, que tranquilamente podría formar parte de la banda sonora de una serie de ciencia ficción; “Don’t Tell Me I’m Wrong”, que parece cantada en algún bar de “Twin Peaks” (por eso es un álbum también muy cinematográfico, digno de soundtrack); o la hermosa “24/7 Heaven”, instrumental que cierra el álbum de forma memorable.
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Otros puntos muy altos: “Flesh and Blood”, “Dracula”, “If You Hear Me Crying”, “What’s It Going to Take”, “Durham City Limit”. En muchos de ellos el asunto principal es la memoria y el dolor: porque esa es la que podríamos describir como la temática central de “Diamond Jubilee”, la ruptura con un pasado que nos acecha. Podría ser un amor, sí. Pero también podría ser mucho más que eso: la melancolía de tiempos mejores, la ansiedad por el presente, la incertidumbre por el futuro. ¿Quién dice que lo emocional no puede ser también político?
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¿Es recomendable escuchar “Diamond Jubilee” con unos buenos auriculares? Sí, porque así se expande la riqueza de sus sonidos (aunque superficialmente parezcan ásperos, en realidad son muy armoniosos). ¿Y es posible escucharlo de forma ambiental, con unos parlantes, como cortina de fondo? También. Y es una experiencia completamente diferente: de esa forma sus temas parecen envolvernos subliminalmente como en una sesión de hipnosis. “Diamond Jubilee” tiene la magia para funcionar de ambas formas. Así que escúchelo como prefiera.
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Una recomendación adicional: busque en YouTube algunas de las presentaciones en vivo de Cindy Lee: su entrega sobre el escenario –con peluca, maquillaje y vestido de lentejuelas– es una notable mezcla magistral de sobriedad y virtuosismo con la guitarra. Un tributo a la altura de las mejores estrellas del rock and roll.
ESCUCHA COMPLETO “DIAMOND JUBILEE” DE CINDY LEE:
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