El enorme temor que existe sobre el uso de armas nucleares y que ha resurgido con las amenazas de Rusia a Ucrania plantea igual magnitud de dudas e interrogantes, incluso en las zonas que, en teoría, están muy alejadas de los países más propensos a enfrentarse. Son armas tan potentes y con efectos tan devastadores que, aunque su uso se haga en una proporción pequeña, supone romper una barrera que no se había cruzado desde el horror causado por las bombas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Román Ortiz, analista español del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid), señala que lo primero que se debe tener en cuenta es que hay una gama muy amplia de posibilidades del uso de armas nucleares. Podría haber un ataque desde un umbral muy bajo hasta un intercambio nuclear masivo.
LEE TAMBIÉN: La amenaza nuclear de Putin: qué pasaría si se concreta y cuáles serían los daños según la magnitud del ataque
“No sabemos adónde nos podría llevar el uso de armas nucleares, el riesgo es que haya una escalada que terminase como mínimo en la muerte de millones de personas y como máximo en el fin de la vida organizada”, dice a El Comercio.
No obstante, enfatiza que en este punto de la guerra entre Rusia y Ucrania no es imposible el uso de armas nucleares por parte de Putin, pero parece muy poco probable. “Hay un riesgo, pero es pequeño. Hay otras posibilidades intermedias que me parecen mucho más probables como el uso de armas químicas”, anota.
Al hablar de los escenarios posibles de un ataque nuclear por parte de Rusia, una duda que suele asaltar a América Latina es cómo podría verse afectada por ese potencial suceso. Aunque suele decirse que la región tiene una posición privilegiada ante este tipo de guerras, conviene ahondar un poco en esta realidad.
¿Daños en Latinoamérica?
En principio, las noticias para la región no son malas. Carlos Umaña, miembro de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) y de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, enfatiza que a los países del hemisferio sur no les caerá ningún ataque directo.
“Los países de Latinoamérica están protegidos por el tratado de Tlatelolco, somos una zona libre de armas nucleares, no somos un blanco para un arma nuclear. Sin embargo, no salimos exentos, los efectos son globales”, dice a este Diario.
El Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco) es un pacto internacional que entró en vigor el 25 de abril de 1969 y que impone la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe de los países que firmaron el acuerdo. Fue propuesto por el gobierno de México como respuesta al temor causado por la crisis de los misiles en Cuba a principios de los años 60 del siglo XX. En total, 37 países forman parte de este acuerdo, entre ellos el Perú.
Ahora bien, la protección de la región ante un ataque nuclear depende en gran medida del tamaño del intercambio nuclear.
“Si hablamos de la hipótesis que se está discutiendo en este momento, que es el uso del arma nuclear táctica, de menor escala, el efecto de ese armamento es relativamente limitado, incluso en términos de contaminación. Entonces América Latina no se vería afectada por ese uso. Otra cosa es si estuviéramos hablando de un intercambio nuclear global, pero todavía estamos muy lejos de esa hipótesis”, apunta Ortiz.
Golpes en otros frentes
Aunque es altamente improbable que Latinoamérica se vea afectada por un ataque nuclear directo, otras consecuencias sí podrían alcanzar a otras partes del mundo, sobre todo en el plano geopolítico.
Román Ortiz apunta que si Putin cruza la línea y ejecuta el ataque nuclear, va a haber un incremento radical de las medidas defensivas de Estados Unidos, lo que, con toda probabilidad, significaría que la tolerancia que ha habido a la presencia de países cercanos a Rusia, o incluso a la presencia de técnicos militares rusos en algunos países como Venezuela o Nicaragua terminaría.
Por otra parte, el experto recuerda que ha habido dos países en la región, Argentina y especialmente Brasil, que han estado cerca de desarrollar sus propias armas nucleares en los años 70, por lo que es probable que un ataque nuclear ruso inicie un debate sobre si la renuncia a disponer de estas armas era conveniente.
“Esto hay que entenderlo en el sentido de que el uso de un arma nuclear por parte de Putin significaría también un empujón muy grande a la proliferación a escala nuclear. Es decir, si esa arma se usa contra un país no nuclear como Ucrania los incentivos para que todo el mundo se dote de esas mismas armas va a ser muy grande. Eso podría afectar sin duda a América Latina, aunque de una manera muy tangencial porque de alguna manera Estados Unidos bajo ningún concepto va a tolerar que haya en el hemisferio otros países que tiendan a desarrollar esas capacidades”, agrega.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Putin dice que las sanciones de Occidente son como una “declaración de guerra”
- Ucrania muestra en redes sociales el ataque con misiles a un helicóptero: “¡Así mueren los ocupantes rusos!” | VIDEO
- Visa y Mastercard suspenden operaciones en Rusia por la invasión de Ucrania
- El extraño acto de Vladimir Putin entre chistes, flores y azafatas en plena ofensiva en Ucrania
- Periodistas británicos grabaron el momento en que fueron atacados a tiros por tropas rusas en Ucrania
- Corresponsal de guerra en Ucrania: “Nadie se imaginaba que esto se iba a dar con semejante brutalidad”