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SpaceX suma un nuevo accidente: por qué ocurren con frecuencia y cuán costosa resulta cada explosión
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Un cohete de la serie Starship de SpaceX explotó durante la noche del miércoles 19 (11: 01 p. m., hora peruana) durante una prueba estática de encendido desde Starbase, centro de operaciones de la empresa aeroespacial ubicado en Texas.
A diferencia de otros ensayos del programa Starship, esta vez se trató de una prueba estática y no de vuelo.
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Proyecto de gran escala
Starship es una línea de vehículos de lanzamiento de carga superpesada y constituye el proyecto de mayor escala de SpaceX hasta el momento, que tiene como objetivo final enviar misiones a Marte. Con una altura superior a los 120 metros las naves espaciales Starship son las más grandes y potentes que se han fabricado.
Elon Musk, fundador de la empresa aeroespacial, ya había indicado en septiembre del 2024 que planeaba “lanzar unas cinco misiones no tripuladas a Marte en dos años” y que si todo iba bien “las misiones tripuladas podrían ser posibles dentro de cuatro años”.
No obstante, el acaudalado empresario aclaró que si encontraban obstáculos en el camino, el proyecto de enviar humanos al planeta rojo debería posponerse por dos años más, algo bastante probable en el contexto actual. Respecto a este incidente, Musk le restó trascendencia y dijo que solo se había tratado de “un rasguño”.
Además del gigantesco proyecto que implica un viaje a Marte, se busca que las naves Starship pongan en órbita la nueva generación de satélites de Starlink. Pese a que los cohetes Falcon 9 han servido para colocar los dispositivos de la empresa de internet satelital, los nuevos modelos son más grandes y pesados, por lo que requieren un transporte con una mayor capacidad de carga.

Posibles causas de la explosión y un historial accidentado
Elon Musk ha adelantado que hay algunos indicios sobre lo que puede haber sucedido durante el ensayo de encendido, pero que la investigación sigue en curso.
“La información principal sugiere que un COPV (recipiente a presión con recubrimiento compuesto) de nitrógeno en la bodega de carga falló por debajo de su presión de prueba”, indicó Musk en la red social X.
Un factor clave a tener en cuenta es que los estallidos no solo pueden deberse a los sistemas de combustión y el funcionamiento propio de las naves espaciales, sino también a que estas deben tener explosivos como medida de seguridad por exigencia de la normativa estadounidense. La finalidad de ello es destruir la nave en caso de emergencia y evitar impactos sobre zonas habitadas por civiles.
Esto fue lo que sucedió con la primera prueba de Starship, pues se activaron los explosivos del sistema de terminación de vuelo tras la pérdida del control en el vuelo. En aquella ocasión, pese a que se registraron daños importantes en la infraestructura circundante al lanzamiento, SpaceX señaló que se logró el objetivo del experimento, que era el despegue de la plataforma.
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Un cohete con el propulsor Super Heavy perdió el control luego de que se apagaran tres de sus motores. La nave estalló luego de que se activara su sistema de emergencia.
Se logró despegar y completar las primeras etapas del vuelo. Los motores del cohete se apagaron por la interrupción de la comunicación entre las computadoras, por lo que la nave explotó al activarse el sistema de emergencia. Se registraron fugas de diversos componentes que llevaron a la desconexión de los ordenadores.
El cohete llegó al espacio, pero perdió el control en su reingreso a la atmósfera y se desintegró a causa del calor y sus escombros cayeron sobre el Océano Índico. SpaceX lo consideró un buen avance
El primer gran éxito de la serie Starship. El cohete realizó un vuelo orbital y volvió a la Tierra amerizando en el Océano Índico.

Starship consiguió por primera vez mantener comunicación con el módulo orbital en la fase volver de reentrada y su propulsor volvió de la estratósfera para aterrizar sobre el lugar de lanzamiento, siendo atrapado en el aire por la misma torre. Aunque el cohete explotó, tal y como se había previsto, la misión fue considerada como el logro más importante del programa hasta esa fecha.
La prueba contó con la presencia de Donald Trump. Starship sufrió daños en su cubierta protectora durante su descenso, pero logró completarlo sin mayores complicaciones. Esta vez no se recuperó el propulsor de la nave, que cayó al mar.

La nave estalló poco después del despegue, aunque su propulsor sí fue recuperado. Una fuga provocó el apagado prematuro de los motores de la nave tras su separación del cohete impulsor, lo que llevó a una pérdida de la telemetría. El vuelo tenía la misión complementaria de probar el sistema de despliegue de 10 satélites de Starlink.
Un caso similar al anterior: pese a que se logró recuperar el cohete impulsor, la nave perdió el control a causa de un desperfecto en los motores y se terminó desintegrando sobre el mar caribeño.
La primera misión en reutilizar el motor Super Heavy tuvo un buen inicio al lograr completar el ascenso hasta alcanzar el espacio, pero la nave perdió el control antes de amerizar sobre el Golfo de México a causa de una fuga de combustible.
Un gasto súpermillonario
En diversas declaraciones, Elon Musk ha señalado que el costo de lanzamiento de cada uno de sus cohetes oscila entre 50 y 100 millones de dólares, siendo los más caros los de la serie Starship.
Un reporte del medio tecnológico Xataka publicado en octubre del año pasado indicaba que SpaceX admitía haber invertido cerca de 7.500 millones de dólares en una estación de lanzamiento y el desarrollo del enorme cohete Starship-Super Heavy. A lo anterior se suma el costo operativo de Starbase, que alcanzaba los 1.500 millones de dólares al año.
Según el portal especializado en el negocio aeroespacial Payload Space, el costo del proyecto Starship podría alcanzar 10.000 millones de dólares.
Si bien Starship cuenta con inversión de Estados Unidos, SpaceX también ha tenido una importante inyección del sector privado. Elon Musk asegura que Starlink, su empresa de internet satelital, es la principal fuente de ingresos para el programa.
Independientemente de lo anterior, el dinero estatal sigue siendo una fuente enorme de presupuesto para SpaceX y resta por ver cuánto afectaría a la compañía el reciente distanciamiento entre su fundador y el presidente estadounidense, Donald Trump. Este último sugirió que podría dar por terminados los contratos de Musk con el Estado, aunque no ha dicho mucho más al respecto.











