El presidente de Rusia, Vladimir Putin, llega a Corea del Norte este martes para una visita de dos días en la que será recibido por el líder Kim Jong-un. Se trata de su primer viaje al país asiático en más de 20 años. Además, es la última señal de que la alianza entre ambas naciones está en uno de sus mejores momentos, algo que genera inquietud en Occidente debido a que la guerra en Ucrania y la necesidad de armas por parte de Moscú están como telón de fondo.
La Agencia Central de Noticias oficial de Corea del Norte dijo que Putin realizará una visita de Estado el 18 y 19 de junio por invitación del líder Kim. Los medios estatales norcoreanos no proporcionaron detalles de la cita. Rusia confirmó la visita “amistosa” en un anuncio publicado de manera simultánea.
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“A los contactos informales entre ambos líderes se dedicará bastante tiempo, ya que durante esas negociaciones, a las que pueden sumarse otros miembros de las delegaciones, se abordarán los asuntos más importantes, los más sensibles”, dijo Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, informó la agencia Interfax.
Ushakov subrayó que entre Putin y Kim habrá un “cara a cara”, pero también se darán reuniones en diferentes formatos, ya que la delegación rusa incluye a los ministros de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, y de Defensa, Andréi Beloúsov, entre otros altos funcionarios del Gobierno y de corporaciones estatales como la agencia espacial Roscosmos.
En un reciente mensaje, Kim había dicho que tiene una “relación inquebrantable de camaradas de armas” con Putin.
“Nuestro pueblo brinda pleno apoyo y solidaridad al trabajo exitoso del ejército y el pueblo rusos”, dijo Kim, según el periódico oficial Rodong Sinmun.
Por su parte, el Kremlin ha manifestado que Rusia espera construir una asociación con Corea del Norte “en todas las áreas posibles”, según los medios estatales rusos.
En setiembre del 2023, Kim realizó una histórica visita a Rusia, donde fue recibido por Putin. Aquella vez, el líder norcoreano afirmó que los vínculos con Moscú son la “prioridad número uno” de Corea del Norte.
Kim llegó a Rusia en su tren blindado. Entre las actividades que realizó llamaron la atención sus visitas a una fábrica que produce aviones de combate y a una instalación de lanzamiento de cohetes.
A raiz de ese viaje de Kim, Estados Unidos, Corea del Sur y otros países de Occidente acusaron al régimen de Kim de brindar ayuda militar sustancial a Rusia, mientras que los observadores expresaron su preocupación de que Moscú pudiera estar violando las sanciones internacionales que recaen sobre Pyongyang para poner fin a su programa armamentístico. Ambas naciones han asegurado que los señalamientos no son ciertos.
Sobre Putin pesa una orden de arresto
emitida por la Corte Penal Internacional debido a crímenes en la guerra en Ucrania. Por ello, el líder ruso ha reducido sus viajes al extranjero, pero ha realizado algunos desplazamientos para visitar a aliados clave, como China.
El salvavidas de Rusia
Putin visitó Corea del Norte por primera vez en julio del 2000, meses después de su primera elección, cuando se reunió con Kim Jong-il, que gobernaba el país en ese entonces.
En los últimos años, Kim Jong-un se ha acercado cada vez más a Putin. El líder norcoreano se apartó de las conversaciones con Estados Unidos tras la fallida cumbre que sosuvo en el 2019 en Hanói con el entonces presidente estadounidense Donald Trump y empezó a estrechar lazos con Rusia.
Tras la invasión a Ucrania de febrero del 2022, los países de Occidente aplicaron duras sanciones económicas a Rusia. Ello, junto con la prolongación de la guerra, provocó que Moscú comenzara a necesitar cada vez más municiones, algo que podría conseguir en Corea del Norte. A su vez, Pyongyang quería dejar atrás el aislamiento internacional que estaba afectando seriamente a su economía.
De acuerdo con The Economist, cuando Kim y Putin se reúnan de nuevo, las municiones serán el principal tema en agenda.
Según funcionarios estadounidenses y surcoreanos consultados por dicha revista, desde setiembre del año pasado Corea del Norte ha enviado a Rusia por mar y ferrocarril alrededor de 11.000 contenedores llenos de armas.
Los cargamentos incluyen proyectiles de artillería (hasta unas 5 millones de rondas según Corea del Sur), así como misiles balísticos clase Hwasong-11, que se han vinculado a decenas de muertes en Ucrania.
Corea del Sur ha especulado que en retribución, Rusia habría enviado a Corea del Norte al menos 9.000 contenedores. Aunque no se sabe el contenido, de acuerdo con Seúl lo que necesita Kim es diseños de armas nucleares, vehículos para misiles balísticos intercontinentales, así como tecnología relacionada con satélites, submarinos y armas hipersónicas. Rusia también podría proporcionar a Pyongyang repuestos para aviones, barcos y defensas aéreas más modernas, anota The Economist.
También es probable que haya enviado alimentos y el combustible.
De lo que sí están seguros los funcionarios surcoreanos es que Rusia todavía no ha transferido a Corea del Norte tecnología militar sensible relacionada con misiles balísticos o armas nucleares.
En este punto, The Economist remarca que Rusia tiene suficiente influencia para obtener lo que necesita sin verse obligado a ceder su tecnología más avanzada y sensible a Kim.
“Corea del Norte no está contenta con el alcance y la profundidad de la cooperación militar con Rusia”, dijo un ex funcionario surcoreano que asistió recientemente a un diálogo con participantes rusos y norcoreanos, de acuerdo con The Economist, que precisó que a medida que aumenta la producción de armas de Rusia, su necesidad de proyectiles norcoreanos puede disminuir.
Por su parte, Andrei Lankov, experto en Corea del Norte de la Universidad Kookmin de Seúl, le dijo a la agencia AP que si bien Rusia podría mostrarse reacia a compartir sus tecnologías militares de última generación con Corea del Norte, está ansiosa por recibir municiones de Pyongyang. “Nunca hay suficientes municiones en una guerra, hay una gran demanda de ellas”.
Cabe precisar que Cualquier comercio de armas con Corea del Norte sería una violación de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, respaldó en el pasado.
Por Andrés Gómez de la Torre,
Especialista en temas de Defensa
Básicamente, lo que necesita Putin es munición de artillería y, eventualmente, algunos sistemas de armas fabricados bajo la inspiración soviética y tecnología coheteril que, ciertamente, no es muy fiable. Además, hay que recordar que desde la Guerra Fría hay una vieja relación militar entre la URSS y el régimen de Corea del Norte, ambos con sistemas políticos comunistas monopólicos entonces, algo que persiste en Pyongyang.
A cambio, lo que podría proporcionar Rusia a Corea del Norte es tecnología para mejorar la precisión de sus armas estratégicas de largo alcance, porque se tiene conocimiento de que los sistemas balísticos de medio y largo alcance de Pyongyang no tienen una fiablildad comprobada. Eventualmente, la Federación Rusa podría darle una tecnología más avanzada.
¿Esta alianza es una amenaza para el mundo? Hay que remarcar que no es nueva, ya había una convergencia. Eso sí, la sola posibilidad de que potencias como Irán y Corea del Norte puedan tener tecnología nuclear ya es una amenza. Se debe subrayar que es un juego muy complejo de equilibrio de poderes donde cada parte también es recelosa y cuidadosa de enviar cosas que le puedan jugar en contra en el futuro. La alianza de Rusia y Corea del Norte es parte de toda esta combinación peligrosa que se está consolidando en las relaciones de poder en el mundo, particularmente en el ámbito militar.
La historia de las relaciones entre Rusia y Corea del Norte
The Associated Press informó el lunes que había señales de que Kim se estaba preparando para ofrecer un fastuoso recibimiento a Putin. El sitio web NK News señaló que su análisis de imágenes de satélite comerciales sugiere que Corea del Norte posiblemente esté alistando un gran desfile en una plaza de Pyongyang.
En cuanto a los vínculos históricos entre ambas naciones, hay que recordar que en agosto de 1945, sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética liberó el norte de la península coreana, que desde 1910 estaba ocupada por Japón.
Desde la Guerra de Corea entre 1950 y 1953, que acabó con un armisticio y la separación de facto de la península coreana en la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y la República de Corea (Corea del Sur), Pyongyang mantiene una relación conflictiva con Estados Unidos, que apoyó a Seúl, anotó la cadena CNN.
La URSS apoyó a Corea del Norte en la Guerra de Corea, aunque sin participar directamente. La buena relación se mantuvo durante la Guerra Fría, pero sin llegar al nivel de los estrechos vínculos que tiene Pyongyang con Beijing.
En el plano militar, Corea del Norte opera con equipamiento de origen o diseño soviético.
En el 2006, Corea del Norte realizó con éxito su primer ensayo nulcear, como culminación del desarrollo de su programa clandestino de armas nucleares. Este hecho, además de generar preocupación en Occidente, también provocó recelo en sus aliados China y Rusia.
Ese año, Estados Unidos presentó el proyecto de resolución 1695 en el Consejo de Seguridad de la ONU, que condenaba las pruebas de misiles en Corea del Norte y prohibía la venta de material que podría contribuir en su desarrollo. Los 15 miembros votaron a favor, incluyendo China y Rusia.
El el 2009, Rusia también apoyó la imposición de sanciones sobre Corea del Norte en respuesta a sus ensayos nucleares.
Sin embargo, las relaciones entre Rusia y Corea del Norte volvieron a estrecharse tras el retorno al poder de Putin, en el 2012. Un año antes, Kim Jong-un había asumido como líder de Corea del Norte tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.
En el 2015, Rusia y Corea del Norte anunciaron el inicio de un “año de amistad” entre ambos países, y en 2019, Kim se reunió por primera vez con Putin en Vladivostok, cerca de la frontera.
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