El dictador norcoreano Kim Jong-un está de cumpleaños. Pese al hermetismo que lidera al hombre más poderoso de Pyongyang, se conoce que nació un 8 de enero, aunque aún hay discusiones sobre el año exacto.
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Se estima que Kim nació entre 1982 y 1984, dando mayor fuerza a esta última opción debido a unas declaraciones ofrecidas por su tía Ko Young-suk al diario The Washington Post que parecía confirmarlo. Por ello, podemos asumir que hoy el dictador estaría cumpliendo 36 años.
El misticismo con el que la dinastía Kim ha decidido rodearse permite conocer pocos detalles sobre los primeros años del actual líder norcoreano. Entre esta limitada información se sabe, por ejemplo, que fue educado en la escuela internacional de Berna, en Suiza. El mismo camino habrían seguido su hermano Kim Jong-chul y su hermana Kim Yo-jong. Kim Jong-nam y Kim Sul-song, son los nombres de sus otros dos hermanos.
En el 2009, Kim Jong-un se casó con la cantante Ri Sol-ju. Juntos habrían tenido una hija en el 2013, llamada Kim Ju-ae, aunque esta información no ha podido ser confirmada.
Dos años después de su matrimonio, Kim llegó al poder tras haber sido designado como heredero al cargo por su padre Kim Jong-il en el 2010. A diferencia de su padre y de su abuelo, el fundador del país Kim Il-sung, el actual dictador norcoreano no suele realizar celebraciones públicas durante su cumpleaños, el cual aún no ha sido incluido en el calendario oficial del país.
La excepción estuvo en el 2014, cuando la exestrella de la NBA Dennis Rodman llegó hasta la península asiática para participar de un juego de exhibición con el que se conmemoraba el honomástico de Kim, a quien considera “un amigo para toda la vida”.
La denominada “diplomacia del deporte” aplicada por Rodman, le hizo merecedor de severas críticas, sobre todo por las constantes violaciones a los derechos humanos que se cometerían en nombre del régimen norcoreano. Él, por su parte, siempre ha asegurado que lo suyo es “una gran idea para el mundo” y la solución a diversas tensiones políticas.
MACABRAS EJECUCIONES
Del régimen de Kim no solo se ha escrito por los excéntricos partidos de baloncesto o las incendiarias declaraciones que suele cruzar con Estados Unidos, sino también por las supuestas ejecuciones que han sido ordenadas desde Piongyang.
En ese sentido, uno de los más sonados ocurrió el 12 de diciembre del 2013, cuando Jang Song Thaek, tío y guía de Kim Jong-un en su camino al poder, fue hallado culpable de traición y su ejecución fue ordenada. Junto al exconsejero de Kim fueron condenados otros cinco presuntos ayudantes.
La forma en la que se llevó a cabo la ejecución de Jang es incierta. Por un lado, la inteligencia surcoreana asegura que se empleó una ametralladora para ejecutarlo, mientras que un diario chino apuntaba a que los presuntos conspiradores habían encontrado la muerte tras ser arrojados a una jauría de 120 perros que no habían comido durante cinco días.
Dos años más tarde, el 30 de abril del 2015, otra noticia similar fue replicada en diferentes medios internacionales. Esta vez, el protagonista fue el exministro de Defensa Hyon Yong-chol, un vicemariscal del que se sabe muy poco pero era de indudable influencia en el régimen desde los últimos años de Kim Jong-il.
Hyon, de 65 años, fue acusado de ser irrespetuoso con Kim Jong-un al quedarse dormido durante un evento militar. La pena impuesta fue la capital. Y para su ejecución se habría empleado un cañón antiaéreo, aunque esto último nunca pudo ser comprobado. Lo que sí se supo fue que para cumplir la condena se organizó un evento que congregó a cientos de testigos.
EL AGITADO 2017
El 2017 fue, muy probablemente, el año en el que Corea del Norte tuvo mayor protagonismo en la prensa internacional. En febrero, se dio a conocer que el hermano mayor del dictador, Kim Jong-nam, fue asesinado en el aeropuerto de Kuala Lumpur por dos mujeres que arrojaron una especie de veneno en su rostro.
El misterio sobre la muerte del hermano de Kim llegó a involucrar a altos mandos de Pyongyang. Hasta el mismo dictador fue perfilado como el responsable luego de filtrarse versiones sobre que Kim Jong-nam ejercía como confidente de la CIA estadounidense.
El 3 de setiembre del 2017, Corea del Norte brindó información que -una vez más- puso en riesgo la paz mundial. El régimen de Kim anunció que había logrado desarrollar la bomba H o de hidrógeno. Se trata del artefacto más destructivo jamás desarrollado por el hombre, con una capacidad de daño hasta 3 mil veces superior que las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki.
Dos meses más tarde, el 29 de noviembre, Pyongyang tenía otro anuncio. Y sí, el anuncio una vez más ponía en riesgo la paz mundial. Esta vez, Kim anunciaba que habían conseguido desarrollar un nuevo modelo de misil balístico internacional, bautizado como Hwasong-15, capaz de llevar una cabeza nuclear y que podía alcanzar “todo el territorio de Estados Unidos”.
ENCUENTROS HISTÓRICOS
Si el 2017 estuvo marcado por el desarrollo armamentista del régimen de Kim Jong-un, los dos años posteriores fueron más bien de acercamiento con sus históricos enemigos: Estados Unidos y Corea del Sur.
Primero, en abril del 2018 se reunió con el presidente surcoreano Moon Jae In en la zona desmilitarizada que sirve como frontera entre los dos países de la península. Tanto Kim como Moon cruzaron hacia el país del otro y anunciaron que “una nueva historia empieza ahora”, con la clara intención de descongelar las relaciones entre los dos países, en guerra desde hace 65 años.
Fue, además, la primera vez que los mandatarios cruzaron hacia el país del otro.
Para junio de ese mismo año, Kim volvió a hacer historia al sostener una reunión en Singapur con el presidente estadounidense Donald Trump, en lo que parecía el punto final a la tensión que ambos países habían vivido desde la llegada del republicano a la Casa Blanca. “Hemos superado muchos obstáculos para llegar aquí”, dijo Kim en aquella reunión, recibiendo como respuesta por parte de Trump: “Vamos a tener una gran relación”.
Lo cierto es que la cumbre sirvió para poco. Unos meses después sostuvieron una nueva reunión, esta vez en Vietnam, y en junio del 2019 ambos líderes se reunieron en la zona desmilitarizada. Trump se atrevió a cruzar hacia Corea del Norte, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en hacerlo. Las relaciones bilaterales desde entonces, sin embargo, se han mantenido estancadas.