El condenado a muerte que será el primer recluso en ser ejecutado con gas nitrógeno en Estados Unidos

La Corte Suprema de Alabama autorizó al estado a ejecutar a un recluso condenado a muerte usando gas nitrógeno. Se trata de un método que nunca se ha utilizado en Estados Unidos. El reo se llama Kenneth Eugene Smith, de 58 años, quien ya fue objeto de intentos fallidos de de ejecución.

El tribunal exclusivamente republicano tomó su decisión por 6 contra 2. Los jueces aceptaron la solicitud del fiscal general del estado, Steve Marshall, de una orden de ejecución para Kenneth Eugene Smith, uno de los dos hombres condenados por el asesinato a sueldo de Elizabeth Sennett ocurrido en 1988 en el noroeste de Alabama, explicó la agencia AP.

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La orden no especifica el método que se empleará en la ejecución de Smith, pero el fiscal general de Alabama planteó la hipoxia de nitrógeno en los documentos presentados ante la corte, precisó Univisión.

La fecha exacta de la ejecución deberá ser fijada por la gobernadora de Alabama, Kay Ivey.

La agencia AP indicó que Alabama será el primer estado que intente una ejecución con gas nitrógeno, aunque es probable que antes haya litigios sobre el nuevo método de ejecución propuesto.

Además de Alabama, Oklahoma y Mississippi han autorizado la hipoxia de nitrógeno para aplicar la pena de muerte, pero ninguno ha intentado utilizarla.

AP explicó que según el método propuesto, un recluso se vería obligado a respirar solo nitrógeno, privándolo del oxígeno necesario para mantener las funciones corporales y provocando así su muerte. El nitrógeno constituye el 78% del aire inhalado por los humanos y es inofensivo cuando se inhala con oxígeno.

Aunque los defensores del método han dicho que la muerte será indolora, los detractores lo comparan con la experimentación en humanos, dijo AP.

El Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC) manifestó en un comunicado que el protocolo de Alabama “no ofrece ninguna garantía de seguridad para las personas que se encuentren en la cámara mortuoria, ni aborda cómo evitará el estado que el gas escape de la cámara y afecte a los testigos”.

Según el anestesista Joel Zivot, citado por el DPIC, el gas nitrógeno “es peligroso para cualquiera que esté cerca”.

“Aún quedan demasiadas preguntas sin respuesta para que los funcionarios de Alabama avancen responsablemente con este protocolo”, dijo Robin Maher, director ejecutivo del DPIC.

Por su parte, el fiscal general de Alabama, Steve Marshall, elogió el fallo. “Despejó el camino para que Kenneth Eugene Smith fuera ejecutado por hipoxia de nitrógeno”, dijo.

Los abogados de Smith habían presentado un recurso a la Corte Suprema de Alabama para que rechace la ejecución con nitrógeno. Argumentaron que el recluso no debería ser “sujeto de prueba” para el nuevo método de ejecución.

Después del fallo, el abogado Robert Grass prometió continuar la lucha judicial y señaló en una declaración que dos jueces, el presidente del de la corte, Tom Parker, y el juez Greg Cook no estuvieron de acuerdo con la decisión del miércoles, señaló AP.

El año pasado, Kenneth Eugene Smith ya estuvo a punto de ser ejecutado mediante la inyección letal. Pero el Departamento Correccional de Alabama canceló la ejecución porque no se pudo insertar en las venas del reo las dos vías intravenosas requeridas.

El comisionado John Hamm dijo entonces que el personal de la prisión intentó durante una hora, el límite máximo de tiempo legalmente permitido, conectar las dos vías intravenosas al reo.

Un día después de la fallida ejecución, la gobernadora republicana Kay Ivey anunció que las ejecuciones se suspenderían en el estado para permitir una revisión interna de los procedimientos de inyección letal.

Desde el 2018, ese fue el tercer intento para ejecutar a Smith.

Tras su ejecución fallida del 2022, Smith argumentó ante el tribunal de distrito que el estado no debería tratar de ejecutarlo nuevamente mediante inyección letal.

Kenneth Eugene Smith fue uno de los dos hombres condenados en 1988 por el asesinato de Elizabeth Sennett, de 45 años, la esposa del predicador Charles Sennett, ocurrido ese mismo año en el condado de Colbert, en Alabama.

Según la acusación, que cita Univisión, Smith y su cómplice John Forrest Parker recibieron cada uno 1.000 dólares para que mataran a Sennett.

El marido de la mujer tramó el crimen porque estaba muy endeudado y quería cobrar el dinero del seguro de vida de ella. Sennett fue apuñalada y golpeada con un utensilio de chimenea.

Una semana después del crimen, el pastor se suicidó porque estaba siendo considerado como sospechoso.

Mientras que John Forrest Parker fue ejecutado en el 2010.

“Lo siento. No espero que me perdonen nunca. Lo siento de verdad”, afirmó Parker a los hijos de la víctima antes de ser ejecutado.