Las imágenes causaron indignación: Un hombre rocía con una manguera a una mujer sentada en la calle. La mujer es una habitante de calle; el hombre, el propietario de una galería de arte llamada Foster Gwin Gallery, ubicada en la ciudad de San Francisco (Estados Unidos).
La grabación del video la hizo el chef de una panadería cercana y subió la triste imagen del hombre bañando en agua a la mujer e indicándole que se alejara.
Mira: Encuentran decapitada a mujer indocumentada en EE.UU.: acusan a su esposo
La reacción no se hizo esperar. El video pasó del Tik Tok al Twitter, donde tenía más de 10 millones de visitas al comienzo de la semana. Los medios buscaron al dueño de la galería que trató de justificar sus acciones y admitió que pudo verse como una acción dura, pero que no era su primer intento de despejar la calle frente a su negocio de otras maneras.
Collier Gwin, cuya galería de arte se ubica en el vecindario Jackson Square, de esa ciudad, le explicó al San Francisco Chronicle, que sí le arrojó agua a la mujer sin hogar, pero que antes intentó incluso conseguirle ayuda. “Le dije:’Tienes que moverte; no puedo limpiar la calle; muévete hacia abajo”.
Refirió que la mujer empezó a gritarle cosas beligerantes, escupir y gritar. “En ese momento estaba tan fuera de control… la rocié con la manguera”.
Pero el juicio de las redes sociales ha sido implacable con Gwin. Tildan su acción como “horrible” y “repugnante”. Un local vecino, que aparece en el video, tuvo que sacar un comunicado reprobando el hecho y calificando el hecho como “inhumano”.
”No me importa cuán frustrado esté alguien, esta no es la forma en que los seres humanos deben tratar a otros seres humanos”, dijo el presidente de la Junta de Supervisores del distrito que incluye el barrio donde ocurrieron los hechos. Además, lo tildó de “desmesurado” y de “abuso”.
El galerista explicó que en ocasiones anteriores ha llamado a la policía o a asistencia, para que ayude retirar a las personas que se quedan en la calle, que ellos se los llevan uno o dos días y vuelven.
”Entiendo perfectamente, qué horrible es hacer eso -aceptó Gwin-. Pero también entiendo lo horrible que es dejarla en la calle”, dijo.