El ataque tuvo lugar en el noroeste de Washington. (Foto: captura de video de NBC)
El ataque tuvo lugar en el noroeste de Washington. (Foto: captura de video de NBC)
Redacción EC

Dos hombres murieron y otros tres resultaron heridos el miércoles por la tarde luego de que dos asaltantes abrieran fuego en una calle en el vecindario Truxton Circle, en el noroeste de . Los tiroteos ocurrieron poco antes de la 1:00 p.m. cerca de las calles O y North Capitol, un área que ha luchado contra el crimen durante años y que se está urbanizando.

Ashan M. Benedict, subjefe de policía ejecutivo de D.C., dijo que al menos dos tiradores salieron de una pequeña camioneta negra Hyundai Santa Fe 2020 y abrieron fuego con pistolas semiautomáticas o rifles contra personas reunidas cerca de un edificio residencial para personas mayores. Los atacantes volvieron a la camioneta luego de disparar y emprendieron su huida por la calle 0.

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A consecuencia del tiroteo, dos hombres fueron declarados muertos, mientras que otros tres resultaron heridos. Estos fueron por su cuenta a hospitales para ser tratados por sus heridas. Un hombre que paseaba a su perro dijo que escuchó hasta 10 disparos.

El ataque provocó que la policía cerrara las calles y la escuela Public Charter School Board que, coincidentemente, tenía su primer día de clases. Afortunadamente, no había muchos alumnos ese día por confinamiento parcial.

La policía informó que el tiroteo se produjo exactamente en una zona conocida por ser “un mercado de droga al aire libre”, un “problema constante” para las autoridades.

Para Benedict, el intercambio de disparos estuvo relacionado con las drogas. Pero, hasta el momento no se sabe si las personas heridas están involucradas en el tráfico de narcóticos.

Bradley Ashton Thomas, un abogado que ha vivido en Truxton Circle durante 31 años y crio a su familia allí, dijo a The Washington Post que el vecindario ha experimentado “una mejora constante” a lo largo de los años, con algunas casas valoradas en más de $1 millón. Pero los períodos de tranquilidad, dijo, son seguidos por preocupantes estallidos de violencia.

Thomas, de 68 años, asegura que la gente que “pasa el rato” en las calles es una preocupación constante, al igual que el “tráfico de drogas evidente”. Cuando la policía patrulla el área, dijo, los que merodean “se mueven a una esquina diferente o a una cuadra diferente”.

En el lugar, la policía se agrupó a lo largo de la vereda frente a la residencia para personas mayores, donde se había colocado una carpa negra utilizada para cubrir escenas de homicidios.

Uno testigo, Benjamín Medrano, de 27 años, narró a The Washington Post en una entrevista telefónica que escuchó entre 8 y 10 disparos mientras paseaba a su perro por la calle O. Pensó que era una construcción hasta que notó que los camiones de bomberos corrían hacia el área.

Medrano, quien se mudó al barrio hace unos meses, dijo que estaba impactado por la cantidad de disparos que escuchó. “No pensé que sucedería mientras paseaba a mi perro a la mitad del día. Está claro que nos mudamos a un área bastante peligrosa”.

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