Ella es una mujer demócrata progresista de California y él un republicano ultraconservador de Indiana. De madre india y padre jamaiquino, Kamala Harris es una muestra de la creciente multiculturalidad en Estados Unidose. Mike Pence, por el contrario, es un hombre blanco evangélico del medio oeste del país y fiel escudero de Donald Trump que busca quedarse cuatro años más en la Casa Blanca.
Este miércoles ambos se verán las caras en el debate de los candidatos a vicepresidente que se realizará en Salt Lake City, Utah.
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Aunque el debate vicepresidencial no suele tener la misma atención, este año el asunto tiene otro cariz, no solo por la pandemia del coronavirus, sino por la edad de los contendientes, que ponen a los candidatos a la vicepresidencia en una situación mucho más expectante. Con Donald Trump de 74 años y recientemente diagnosticado con coronavirus, los ojos están sobre Mike Pence ante lo que podría pasar con el presidente si su salud se complica.
En el lado demócrata, los 77 años de Biden pesan y, en caso que gane, Kamala Harris asumiría la Casa Blanca si el veterano ex vicepresidente no logra terminar el mandato.
“Lo que está en juego en este debate es muy alto”, señala a “The Guardian” Aaron Kall, director de debate en la Universidad de Michigan en Ann Arbor. “Generalmente, los debates vicepresidenciales no hacen mucha diferencia y no son muy vistos. Pero ahora, dado lo que le ha pasado al presidente Trump, esto aumenta la importancia de este debate debido a la salud de los candidatos. Tienes a uno de 74 años, y otro de 77 años, y alguno de ellos podría dar un paso al costado en algún momento”, agrega.
Las diferencias
Debido a los protocolos por el COVID-19, en el debate del miércoles no solo habrá cuatro metros de distancia entre Harris y Pence, sino los separará un panel de plexiglás, para minimizar lo más posible cualquier contagio.
Pero esto no es lo único que dividirá a ambos candidatos. Harris y Pence se encuentran en orillas opuestas en el espectro político y esas diferencias serán las que se potenciarán en el encuentro.
Pence, exgobernador y congresista de Indiana, es el típico republicano conservador que ha mantenido bajo su ala al poderoso sector evangélico, con su oposición al aborto, su apoyo al porte de armas y su crítica al aumento de impuestos.
Su perfil bajo no ha opacado el carácter volcánico del presidente Trump. Al contrario, en estos años ha defendido a capa y espada a su jefe en un tono tranquilo y mesurado.
Kamala Harris, por otro lado, es senadora de California y ha sido fiscal distrital y fiscal del estado más grande del país, lo que le da una gran ventaja como oradora.
Harris se define a sí misma como progresista, aunque dentro del Partido Demócrata es más considerada una moderada y no llega a estar a la izquierda, como Bernie Sanders o Alexandra Ocasio-Cortez. La senadora está en contra de la pena de muerte y apoya el matrimonio gay.
¿Quién ganará el debate?
Aunque en una primera lectura, Harris, acostumbrada a litigar en los estrados, podría tener la ventaja en el debate ante un Pence más bien parco y de perfil bajo, las cartas aún no están echadas y el republicano podría sorprender.
“La mayoría de la gente piensa que Kamala Harris va a ganar. Las bajas expectativas podrían ayudar a Mike Pence. Él está bastante familiarizado con la política y los hechos. No va a ganar ningún concurso de personalidad, pero va a ofrecer una actuación sólida durante 90 minutos”, explica Kall.
De hecho, la performance de Harris durante los debates demócratas, cuando se presentó como precandidata, fueron irregulares. Si bien tuvo un excelente debut en el primer debate de junio del 2019, justamente enfocando sus ataques contra Joe Biden, con el transcurrir de los meses su estrella se fue apagando y no llegó a tener la misma capacidad de respuesta, por lo que optó por abandonar la carrera.
Pese a ello, Harris buscará ahora acorralar a Pence en su criticada actuación como encargado del comité de respuesta ante el COVID-19. El vicepresidente, por su parte, centrará su estrategia en vincular a Harris con el ala socialista del Partido Demócrata para desacreditarla ante los indecisos.
“Pence adoptará un tono sobrio y mesurado cuando discuta la pandemia de coronavirus y una posición más suave sobre el compromiso de Estados Unidos con alianzas como la OTAN. Es probable que Harris utilice el debate para resaltar los problemas de justicia social y ya ha adoptado una posición más progresista sobre el cambio climático que Biden”, explica a “Financial Times” Jared Cohen, especialista en la vicepresidencia y autor de “Presidentes accidentales: ocho hombres que cambiaron Estados Unidos”.
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