
Escucha la noticia
Las cárceles para migrantes de Trump cobran más fuerza: ¿cuál es la situación de Alcatraz de los Caimanes y otras prisiones?
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Accede a esta función exclusiva
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
El segundo periodo de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos llegó de la mano con una enorme inyección presupuestaria de 80.000 millones de dólares destinados al sistema de control migratorio. El fortalecimiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la creación de enormes establecimientos de detención han sido parte central de dicha política migratoria, que parece encontrarse en un período de consolidación.
LEE TAMBIÉN | La polémica Hacienda Nápoles: la finca de Pablo Escobar convertida en parque turístico y que servirá ahora para resarcir a víctimas
Newsletter Vuelta al Mundo

El caso más emblemático es el de Florida, que alberga los polémicos centros de Alligator Alcatraz y Deportation Depot, en los que son recluidos los inmigrantes detenidos por las autoridades migratorias.
El primero de estos reclusorios lleva tres meses en funcionamiento, mientras que el segundo acaba de cumplir un mes de su apertura y el gobierno federal estadounidense parece bastante satisfecho con sus operaciones, pues esta semana entregó 608 millones de dólares al estado de Florida para emplearlos en ambos centros de detención.
Según reporta EFE, la inyección económica de Trump al estado gobernado por su correligionario Ron DeSantis se produjo luego de que este último hiciera una solicitud formal a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) para que se reembolsaran los recursos que utilizó el enorme complejo de Alligator Alcatraz.

Los centros de detención gestionados por DeSantis han enfrentado numerosas denuncias debido a las presuntas malas condiciones en que se encuentran los detenidos, entre las que se cuentan un calor asfixiante, plagas de insectos y agua no apta por el consumo humano, entre otras situaciones complejas.
Alligator Alcatraz estuvo cerca de cerrar sus operaciones a fines de agosto, cuando una corte del Distrito Sur de Florida ordenó desmantelar el centro de reclusión en un plazo de 60 días. En medio de los numerosos reclamos humanitarios, la causa detrás de esa resolución fue la demanda de colectivos ambientalistas que consideraba que el centro de reclusión afectaba el Parque de los Everglades, donde se ubicaba.
Sin embargo, Trump y DeSantis hace un mes recibieron un importante espaldarazo por parte de un tribunal federal que bloqueó temporalmente dicha orden judicial.
“Después de una cuidadosa consideración, concedemos las mociones de los acusados y suspendemos la medida cautelar y el caso subyacente en sí en espera de la apelación”, indicó el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito de Estados Unidos.
Desde entonces, otros proyectos penitenciarios similares a los de Florida han continuado apareciendo o ampliándose en territorio estadounidense. Como parte del proyecto de control migratorio de Trump, en agosto el gobierno estadounidense había indicado que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos buscaba sumar 80.000 camas para migrantes detenidos y reclutar 10.000 nuevos agentes para el ICE.

Se ubica en medio de los humedales de los Everglades, a unos 60 kilómetros de Miami, y empezó a operar el 2 de julio. Debe su nombre a los caimanes que viven en la región, que abundan en los alrededores del reclusorio, y a la famosa penitenciaría ubicada en una isla frente a San Francisco (California) que ya no está operativa.
Consta de módulos de material ligero, que en algunos casos son móviles, y carpas de grandes dimensiones, estando rodeado de estructuras. Su capacidad inicial se situaba en torno a los 3.000 reclusos y se espera que en el futuro pueda albergar a unas 5.000 personas.
Las condiciones climáticas, el estado en el que se mantiene a los detenidos y el hecho de encontrarse en una zona protegida han sido motivo de fuertes cuestionamientos hacia el establecimiento. Se calcula que el costo operativo de Alligator Alcatraz ronda los 450 millones de dólares anuales, cifra que podría ser mayor según las voces críticas.
En operaciones desde el 2 de setiembre y ubicado en una antigua cárcel del condado de Baker, a unos 70 kilómetros de Jacksonville. Desde su apertura tenía una capacidad aproximada de 2.000 reclusos y se estima que se invirtieron unos seis millones de dólares para reacondicionar el inmueble y albergar a los migrantes detenidos.
Suma denuncias de maltrato similares a las de Alligator Alcatraz, es decir, relacionadas al hacinamiento, condiciones de insalubridad y falta de atención médica hacia los detenidos. En palabras del mismo Ron DeSantis, su cercanía al aeropuerto de Lake City es estratégica porque el centro está pensado como un lugar de paso antes de que los detenidos sean enviados en vuelos de deportación.

Se encuentra en El Paso, dentro de los amplios terrenos que tiene la base militar de Fort Bliss y recibió a sus primeros ocupantes en agosto. Desde el aeródromo del establecimiento ya habían partido numerosos vuelos de deportación antes del inicio de sus operaciones.
En julio se reportó que una empresa llamada Acquisition Logistics Company logró la adjudicación de un contrato de 1.260 millones de dólares para la construcción del centro de detención y el Ejército iba a aportar 232 millones de dólares para las obras.
El centro consiste en un extenso campo de carpas y la Administración Trump proyecta que concentre a unos 5.000 detenidos, lo que lo convertiría en el más grande centro de este tipo en el país. La precariedad que suponen las tiendas en un clima desértico, que puede llegar a ser extremo, ha sido uno de los grandes focos de denuncias de las organizaciones de derechos humanos.
La creación de este centro inspirado en Alligator Alcartaz se anunció en agosto y el nuevo reclusorio se ubicará dentro del ya existente Centro Correccional del Condado de Miami, en Indiana. El espacio de detención que tenía el ICE en dicho inmueble tendrá una ampliación de 1.000 camas para recibir a más inmigrantes detenidos.
Su nombre hace referencia a las tradicionales carreras y cultura automovilística de Indiana, aunque los organizadores de IndyCar Series mostraron su rechazo a los anuncios de la creación del centro que usaban imágenes de sus autos.
Comenzó a funcionar a inicios de setiembre y se encuentra dentro de la Penitenciaría Estatal de Luisiana, una de las cárceles de máxima seguridad más grandes de Estados Unidos y que es popularmente conocida como ‘Angola’.
Un antiguo campamento ubicado dentro de la prisión fue reacondicionado para poder albergar a 400 detenidos por las autoridades migratorias estadounidenses. El gobierno señala que este centro en particular tiene como objetivo reunir a los delincuentes extranjeros más peligrosos con miras a expulsarlos del país en el menor tiempo posible.
Ubicado en el suroeste de Nebraska, dentro de la localidad de McCook. Su implementación fue anunciada en agosto.
Se ubicará dentro de un espacio de detención ya existente del ICE, el Work Ethic Camp, un centro de mínima seguridad al que se agregarán 280 camas para los inmigrantes detenidos.
TE PUEDE INTERESAR
- Milei en medio de turbulencias políticas y financieras a solo tres semanas de elecciones clave
- ‘Shutdown’ en Estados Unidos: ¿Cómo fue el último cierre de gobierno y por qué este podría ser “aún más largo”?
- ¿Qué está pasando en Ecuador y por qué está escalando la protesta indígena con el bloqueo de vías?








