Estados Unidos ejecuta a hombre que mató a su novia y a los tres hijos de ella

El estado de Missouri, en el centro de Estados Unidos, ejecutó este martes a un hombre condenado a muerte por un asesinato cuádruple en 2004, que él siempre negó, informaron las autoridades.

Leonard Taylor, un afroestadounidense de 58 años, fue declarado muerto a las 18H16 locales (00H16 GMT de miércoles) en un centro penitenciario en Bonne Terre, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de St. Louis.

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Fue condenado a muerte en 2008 por los asesinatos de su novia, Angela Rowe, y los tres hijos de ella, de 10, 6 y 5 años.

Fueron encontrados muertos en su casa, cada uno con un disparo en la cabeza, el 3 de diciembre de 2004. Según los médicos forenses, llevaban muertos unos días.

Taylor siempre ha sostenido que aún estaban vivos el 26 de noviembre, cuando salió de la casa, ubicada en Jennings, Missouri, para tomar un vuelo a California, en la costa oeste del país.

Durante el juicio, los fiscales aseguraron que Taylor había confesado los asesinatos a su hermano e hizo desaparecer su arma frente a un testigo.

Los jurados lo declararon culpable. Desde entonces, interpuso numerosos recursos para ser absuelto, todos sin éxito. También el lunes, el gobernador de Missouri, Mike Parson, rechazó su pedido de clemencia.

“La evidencia muestra que Taylor cometió estas atrocidades, un jurado lo declaró culpable y todos los tribunales confirmaron la sentencia”, dijo el gobernador republicano en un comunicado.

The Innocence Project, una oenegé que lucha contra los errores judiciales y defiende a Taylor, asegura sin embargo que el testimonio del hermano se obtuvo bajo coacción y que luego se retractó.

Los abogados de Taylor presentaron recientemente un testimonio de su hija que asegura que estaba en California con ella en el momento de los asesinatos, sin lograr que se reabriera el caso.

El martes presentaron una apelación final ante la Corte Suprema de Estados Unidos, infructuosamente.

Taylor fue el quinto condenado a muerte ejecutado desde el 1 de enero en Estados Unidos.