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Donald Trump enfrenta el peor momento de popularidad en lo que va de su segunda gestión. Al cumplir 100 días de gobierno, las encuestas muestran una fuerte tendencia a la baja en su aprobación, la más reducida en las últimas siete décadas en Estados Unidos.
La medición más reciente la hizo SSRS y fue publicada por la cadena CNN. En ella Trump solo obtiene un índice de aprobación del 41%.
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Otro sondeo del Washington Post-ABC News-Ipsos también remarca el declive en su aprobación. La encuesta muestra que el 39 % de los adultos estadounidenses aprueba la gestión de Trump, en comparación con el 55 % que la desaprueba, incluyendo un 44 % que la desaprueba firmemente, señala la agencia EFE. En febrero, esas cifras fueron del 45 % positivas y del 53 % negativas.
El Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC también indicó que 4 de cada 10 estadounidenses dicen ver a Trump como un líder pésimo en su segundo mandato.

En el caso de los resultados de CNN, el dato más relevante es la polarización que vive Estados Unidos, donde se experimenta un “atrincharamiento” de demócratas y republicanos.
“El apoyo republicano no se ha movido y la desaprobación demócrata tampoco. Donde ha habido una variación es en el votante independiente, que no es ni demócrata ni republicano, y que en estas últimas elecciones decidió decantar por Trump. Ahí es donde ha habido una disminución importante”, explica a El Comercio el analista Alonso Cárdenas, docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
Y, claro, fue este apoyo el que terminó dando una gran victoria en noviembre a Donald Trump sobre la demócrata Kamala Harris.
Es así como Trump inició el 20 de enero su segundo mandato. ¿Qué ha cambiado 100 días después? ¿Por qué la aceptación de Donald Trump viene cayendo?
El bolsillo de los electores
Primero hay que señalar que Estados Unidos ya vive otro momento y, como indica a El Comercio Octavio Pescador, profesor de UCLA y comentarista de CNN en Español, “el crecimiento que tuvo [Donald Trump] para la elección ya se desinfló“.
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La gestión del republicano comenzó con medidas radicales que lo han llevado a una guerra comercial exterior con efectos también internos. Este sería uno de los factores para su baja aprobación.
“Siempre el [factor] más importante, inmediato, es el bolsillo de los electores, de los consumidores. Parte de su eficaz mensaje fue que controlaría la inflación, y que devolvería el estatus de gloria a los Estados Unidos, económicos y geopolíticos. Entonces, en ambos rubros las acciones que ha tomado para controlar la inflación no han sido tan eficaces como hubiese esperado o como esperaba el electorado”, explica Pescador.


El otro punto, además de la inflación, es la imposición de aranceles. Indica el analista que “es una estrategia que a lo largo de los años no ha funcionado”, pero que la actual administración está empeñada en usar.
Esta situación ha generado incertidumbre en los mercados y en la bolsa de valores donde también las personas invierten. Según explica el analista, “la mayoría de la gente que trabaja tiene directo vínculo en cómo le va a la bolsa de valores porque algunos tienen sus inversiones personales, como el retiro privado, y no les no les gusta la volatilidad del mercado”.
Fiel a su estilo, Donald Trump arremetió contra los medios que han publicado las encuestas que le dan baja popularidad. "Están enfermos, no escriben casi nada más que artículos negativos sobre mí, por muy bien que me vaya (…) y son verdaderamente enemigos del pueblo", dijo. Incluso consideró que deberían ser investigados por "fraude electoral".

Otro efecto de los aranceles, en el que también coincide Cárdenas, se dio en la subida de los precios de productos. Sin embargo, se trata de medidas que fueron planteadas en campaña.
“Fue algo que el presidente Trump ya había anunciado, es decir, está siendo consecuente con lo que había prometido. Tal vez el votante independiente no lo había interpretado en esta magnitud que no se había visto antes”, explica el analista político.
Entre otros factores también mencionó a las deportaciones masivas, que se han dado con brutalidad y ha hecho “que este votante independiente se conmueva un poco”. Y en el escenario internacional se puede señalar que no ha podido terminar con la guerra en Ucrania.
Los primeros 100 días de una gestión son importantes para conocer el impacto de sus políticas. John F. Kennedy y Dwight D. Eisenhower comenzaron su gestión con aprobación sobre el 70%, y más recientemente Barack Obama y George W. Bush superaron el 60%.
Preocupación en las elecciones
¿Interesa a Donald Trump los resultados de las encuestadoras? Pues, a primera vista parece que no. Sin embargo, ambos especialistas consultados también coinciden que hay un objetivo mayor: las elecciones intermedias.
“No le preocupa tanto [la aprobación], pero a quienes les preocupa es a los republicanos que están con miras a la elección del Congreso. A ellos sí porque una aprobación baja para el presidente significa una dificultad en su reelección”, dijo el analista Octavio Pescador.
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Vale señalar que en Estados Unidos se celebra una elección intermedia, que tiene la finalidad de renovar los cuadros en el Congreso, tanto para senadores como Cámara de Representantes.
Y claro, por ese motivo los efectos reales podrían estar en las próximas elecciones de noviembre del 2026. Para Cárdenas, sería un mejor escenario para medir la temperatura social del votante en Estados Unidos, y en el que Trump busca en el fondo llevar la polarización al máximo.
“El tema de fondo es que acá hay una polarización, pero cada vez más fuerte que no se ha visto en estos últimos 70 años, ni siquiera en periodos de guerra”, indicó a este Diario. Y esto se debe a que anteriores presidentes republicanos y demócratas “se manejaban en ciertos márgenes, respetaban las reglas escritas y no escritas de la política de los Estados Unidos”.
Es así como Trump llega a los 100 días de gobierno este 30 de abril. Mientras sigue poniendo en práctica su agenda política, queda la pregunta pendiente: ¿Hasta dónde podrá soportar la pérdida de respaldo popular?










