Redacción EC

De nada les sirvió cruzar el peligroso Tapón del Darién, una zona considerada tierra de nadie entre Colombia y Panamá, pero donde abundan traficantes en medio de una selva inhóspita. Sobrevivieron, cruzaron caminando el resto de países centroamericanos, llegaron a y lograron poner un pie en … o estuvieron a punto. Pero ahora deberán dar la media vuelta hacia .

En lo que va de esta semana ya son más de mil los venezolanos que han regresado a su país en diferentes vuelos provenientes de México o Panamá, luego que Estados Unidos aprobara una que ha cruzado la frontera terrestre en los últimos meses.

“Ya habíamos cruzado cuatro países. Estábamos en Honduras”, cuenta a la AFP Emmanuel Montero, un venezolano de 21 años que llegó el miércoles al aeropuerto de Maiquetía, al norte de Caracas. Ahora deberá empezar otra vez de cero.

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El pasado 13 de octubre, Washington impuso un nuevo protocolo para frenar esta ola migratoria de venezolanos, pues en un año más de 150 mil ciudadanos de ese país llegaron a Estados Unidos por la frontera terrestre.

La normativa prevé el ingreso de solo 24 mil venezolanos a través de un programa que los obliga a entrar vía aérea y avalados por un patrocinador. No obstante, también castiga a los que cruzan ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos, quienes serán expulsados hacia México en cumplimiento del Título 42, una política de salud pública implementada durante el gobierno de Donald Trump bajo el argumento de reducir el ingreso de personas infectadas por COVID-19, y que la administración Biden no ha podido derogar.

El venezolano Luis Pino es recibido por sus familiares en el aeropuerto de Maiquetía. Él, junto a decenas de sus compatriotas llegaron en un vuelo desde Panamá tras no poder ingresar a Estados Unidos.  (Photo by Miguel ZAMBRANO / AFP)
El venezolano Luis Pino es recibido por sus familiares en el aeropuerto de Maiquetía. Él, junto a decenas de sus compatriotas llegaron en un vuelo desde Panamá tras no poder ingresar a Estados Unidos. (Photo by Miguel ZAMBRANO / AFP)
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El objetivo es desincentivar el movimiento de los venezolanos por el hemisferio a través de Panamá, México y Estados Unidos. Y, además, darles un incentivo fuerte para que esperen donde estén y lleguen por vía regular para no poner sus vidas en manos del crimen organizado”, explicó el subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., Blas Nuñez-Neto, durante una en la que participó El Comercio el pasado 13 de octubre.

“A los que están en movimiento, les quiero decir claramente que se queden adonde están, que no entren a México y no traten de cruzar nuestra frontera”, afirmó el funcionario.

Según Núñez-Neto, el número de personas que atraviesan el Tapón del Darién se ha multiplicado 30 veces desde abril. Actualmente más de 3 mil personas, en su mayoría venezolanos, siguen dicha ruta cada día.

Bajo presión de Washington, México dispuso restricciones a los viajes aéreos de los migrantes venezolanos en enero y, a partir de entonces, se incrementó el paso a través de la selva del Darién.

Sin embargo, disuadir a los que ya estaban en camino no es sencillo, sobre todo porque muchos han vendido sus pocas pertenencias para poder emprender el viaje: “Pensamos que eso lo está haciendo Estados Unidos para aguantarnos, para que nosotros no tomemos la decisión de seguir avanzando”, confesó a la AP Gilbert Fernández, quien era comerciante en su país. “Los que ya nos vinimos, ¿cómo vamos a hacer? Ya estamos montados en esto”, dijo desde las playas de Necoclí, un pueblo costero en Colombia.

Migrantes venezolanos intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en Ciudad Juárez. Sin embargo, la mayoría deberá regresar a su país debido a la nueva ley aprobada por la administración de Joe Biden. REUTERS/Jose Luis Gonzalez
Migrantes venezolanos intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en Ciudad Juárez. Sin embargo, la mayoría deberá regresar a su país debido a la nueva ley aprobada por la administración de Joe Biden. REUTERS/Jose Luis Gonzalez
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¿Hacia dónde van?

Aunque en la conferencia, Blas Núñez-Neto negó que la medida para controlar la migración venezolana se deba a la presión ante las elecciones legislativas que se acercan y las acciones de gobernadores republicanos de Texas y Arizona de enviar en buses a miles de personas -la mayoría venezolanos sin papeles- hacia estados demócratas como Nueva York, lo cierto es que el tema siempre ha servido como chantaje político entre ambos partidos, y los inmigrantes se convierten en moneda de cambio.

El funcionario justificó la decisión de la administración Biden por el crecimiento de migrantes venezolanos que intentan cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos desde México, el cual se ha cuadruplicado durante el último año fiscal que concluyó en setiembre.

Según Nuñez-Neto, se registraron 180 mil “encuentros fronterizos” con venezolanos en ese período, lo que representa el 11% del total, término que hace referencia a las intervenciones que hacen las patrullas fronterizas cuando interceptan migrantes ilegales dentro de territorio estadounidense.

Muchos de los venezolanos que estaban en tránsito se han tenido que quedar en albergues a la espera de regresar a su país, si es que no terminan quedándose como ilegales en las naciones de acogida. Así, en Ciudad de Panamá se ha abierto un refugio temporal donde aguardan miles de personas.

“Panamá es un país con pocos recursos y estamos apoyando con el regreso de venezolanos a su país. Solo en este año han pasado por el Darién 206.000 migrantes, 170.000 de ellos venezolanos. Necesitamos apoyo de Estados Unidos”, dijo esta semana el presidente panameño, Laurentino Cortizo.

Migrantes venezolanos regresan a su país por el aeropuerto de Maiquetía, al norte de Caracas, tras su intento fallido de llegar a Estados Unidos. (Photo by Miguel ZAMBRANO / AFP)
Migrantes venezolanos regresan a su país por el aeropuerto de Maiquetía, al norte de Caracas, tras su intento fallido de llegar a Estados Unidos. (Photo by Miguel ZAMBRANO / AFP)
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En busca de un mejor futuro

El drama migratorio venezolano no es nuevo. El Perú ha sido uno de los países receptores de estos migrantes, que también se han instalado en los últimos años en el resto de Sudamérica.

El pasado setiembre, la ONU informó que hay alrededor de 6,8 millones de refugiados y migrantes venezolanos repartidos por todo el mundo. De ellos, más de 5,7 millones está en América Latina y el Caribe.

Según cifras del 2020, unos 505 mil se habían asentado en Estados Unidos. Sin embargo, los números se han disparado entre 2021 y 2022.

Los venezolanos ya han superado a los guatemaltecos y hondureños para convertirse en la segunda nacionalidad con más detenidos en la frontera con México, después de los mexicanos. En agosto, los venezolanos fueron detenidos 25.349 veces, un aumento de 43% sobre las 17.652 veces en julio y cuatro veces más que los 6.301 encuentros en agosto de 2021.