Decenas de miles de civiles y funcionarios designados por Rusia están siendo trasladados fuera de la región de Kherson, en el sur de Ucrania.
El líder local instalado por Rusia, Vladimir Saldo, dijo que todos los funcionarios de departamentos y ministerios nombrados por Moscú cruzarán el río Dnipro.
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Previamente, Saldo había dicho que entre 50.000 y 60.000 civiles saldrían de cuatro pueblos en la orilla occidental del río en un “desplazamiento gradual y organizado”.
No está claro cuántos habitantes están siendo trasladados, pero la televisión rusa mostró a varias personas cerca del río.
Ucrania llamó a los residentes a ignorar los llamamientos a evacuar hechos por Rusia.
El jefe ucraniano de la región administrativa de Kherson dijo que Moscú quiere tomar a los civiles como rehenes y usarlos como escudos humanos.
Kherson fue la primera ciudad importante que cayó ante las fuerzas rusas cuando invadieron Ucrania en febrero.
Sin embargo, en solo unas pocas semanas, el ejército ucraniano recuperó territorio en el norte de la región y avanzó hasta 30 km al sur a lo largo del Dniéper, amenazando con atrapar a las tropas rusas.
“Teatro de evacuación”
El martes por la noche, los residentes de Kherson comenzaron a recibir mensajes de texto en los que se les urgía a evacuar inmediatamente para evitar el bombardeo de zonas residenciales por parte de Ucrania.
Los mensajes indicaban que habría transportes disponibles en el río Dnipro a partir de las 7:00 am del miércoles.
“Les están diciendo que deben evacuar porque los ‘malvados ucranianos’ van a bombardear la ciudad”, le dijo a la BBC un residente, que pidió no ser identificado.
“La gente está en pánico debido a la propaganda”, añadió.
Imágenes en le televisión rusa mostraban este miércoles a un grupo de personas reunidas cerca de la orilla occidental del río. Mientras hacían fila a la espera de los barcos, no estaba claro cuántos se irían.
Sin embargo, funcionarios ucranianos han puesto en duda que grandes cantidades de personas realmente vayan a ser evacuadas y han sugerido que las imágenes de una muchedumbre congregada junto al río son principalmente un show.
Serhiy Khlan, asistente del jefe ucraniano de la región de Kherson que fue depuesto por los rusos, señaló que el “teatro de deportaciones” podría estar sirviendo como una tapadera para una jugada mucho mayor por parte de Rusia: la completa evacuación de los militares de la orilla occidental del río.
“Preveo la retirada de tropas”, dijo y añadió que teme que las fuerzas rusas intenten destruir la ciudad después de marcharse.
Agregó que Rusia estaba planeando establecer una nueva capital para la región de Kherson en Heníchesk, cerca de la península de Crimea, y destacó que los bancos y las oficinas relacionadas con la ocupación ya habían sido evacuadas.
Una residente de Kherson le dijo al Servicio Mundial de la BBC que no iría a ninguna parte hasta que las tropas ucranianas liberaran Kherson: “La gente no está en pánico, nadie quiere ser evacuado”.
Ella dijo que los soldados rusos ahora están preocupados por cómo podrán sobrevivir en la ciudad. “Hay muchos de ellos aquí, están vestidos como civiles. Podemos verlos, son diferentes a la gente de Kherson. Caminan en grupos, su cabello es corto, están vestidos mayormente de negro”.
Ley marcial
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este miércoles que decretó la ley marcial en las cuatro regiones de Ucrania, incluyendo Kherson, que Moscú se anexó el mes pasado en una decisión considerada como ilegal por la comunidad internacional.
Como parte del decreto, Putin anunció tres niveles adicionales de mayor seguridad dentro de Rusia.
El nivel más alto se aplica a Crimea (anexada por Rusia en 2014) y otras áreas cercanas a la frontera con Ucrania, como las regiones de Belgorod, Kursk y Krasnodar.
En estas zonas habrá más seguridad, posibles órdenes de evacuación y algunas restricciones a los viajes, y las autoridades regionales tendrán más poderes para garantizar la implementación de medidas, establecer la defensa territorial y “movilizar” la economía para el esfuerzo bélico.
En Moscú y las regiones circundantes del centro y sur, las autoridades regionales tienen el poder de introducir restricciones similares, pero menos severas.
Situación “tensa”
Horas antes de que comenzara la evacuación, el nuevo comandante militar de Rusia en Ucrania, el general Sergei Surovikin, describió la situación en la ciudad de Kherson como difícil.
En declaraciones en la televisión rusa, el general dijo que las tropas ucranianas estaban preparando un ataque con cohetes Himars contra la infraestructura y las viviendas de la ciudad.
Surovikin dijo que "el ejército ruso garantizará sobre todo la evacuación segura de la población".
"En general, la situación en la zona de operaciones militares especiales puede describirse como tensa", dijo.
Surovikin, que tiene fama de usar métodos duros, dijo que la lluvia de cohetes de Ucrania había dañado el puente Antonivsky de Kherson y la represa hidroeléctrica Kakhovka, bloqueando el tráfico a lo largo de esas arterias clave.
Esto ha creado problemas de suministro de servicios esenciales, como entregas de alimentos, agua y electricidad, indicó.
El general también dijo que los ucranianos estaban lanzando ataques constantes en un frente amplio, en las áreas de Kupiansk y Lyman en el este y, en el sur, en el frente Mykolaiv-Krivyi Rih.
Un funcionario local instalado por Rusia, Kirill Stremousov, se hizo eco de la rara admisión del general ruso sobre la “difícil” situación e Kherson.
Advirtió a los residentes de Kherson que “en un futuro muy cercano” las tropas ucranianas lanzarían un asalto a la ciudad: “Por favor, tomen mis palabras en serio, estoy hablando de evacuar lo más rápido posible”, señaló en el servicio de mensajería Telegram.
"Nadie va a retroceder, pero también queremos salvar su vida. Por favor, muévanse lo más rápido posible hacia la orilla occidental (del río)", agregó
Por su parte, Vladimir Saldo, quien fue designado gobernador de la región por Moscú, dijo a la televisión rusa que nadie estaba a punto de rendirse, pero que era "indeseable" que los residentes permanecieran en una ciudad que enfrentaba una acción militar.
Saldo acusó a las fuerzas ucranianas de prepararse para una ofensiva a gran escala y planear destruir la represa Kakhovka, inundando el área.
Y dijo que “en los últimos dos días, más de 5.000 personas salieron de Kherson”.
A principios de este mes, el alcalde interino exiliado de Kherson dijo que solo quedaban 100.000 residentes en la ciudad, que antes de la guerra tenía una población de 320.000, muchos de los cuales habían huido de la ocupación rusa.
Ivan Fedorov, el alcalde de Melitopol, también ocupada por Rusia, advirtió que los civiles de Kherson se enfrentan a la deportación forzosa y son privados de sus hogares para que Rusia pueda poblar la ciudad con “soldados y traidores”.
El mes pasado Rusia se anexó Kherson, junto con otras tres regiones ucranianas, y el Kremlin afirma que éstas ahora forman parte de Rusia, un reclamo que es rechazado internacionalmente.
El traslado o deportación de civiles de un territorio ocupado, por parte de una potencia ocupante, se considera un crimen de guerra.
Ucrania dijo en septiembre que 2,5 millones de personas habían sido deportadas a la fuerza de Ucrania a Rusia.