El humo sale de una refinería de petróleo después de un ataque en las afueras de la ciudad de Lysychansk, en la región oriental de Ucrania de Donbas el día 88 de la invasión rusa de Ucrania.
El humo sale de una refinería de petróleo después de un ataque en las afueras de la ciudad de Lysychansk, en la región oriental de Ucrania de Donbas el día 88 de la invasión rusa de Ucrania.
/ ARIS MESSINIS / AFP
Agencia AFP

Rusia continuaba bombardeando intensamente el este de el domingo, particularmente la estratégica ciudad de Severedonetsk, clave para conquistar totalmente la región de Lugansk.

El estado mayor ucraniano señaló el domingo en su informe diario que el ejército ruso continuaba “sus ataques con misiles y aéreos en todo el territorio e, incluso, “aumentó la intensidad utilizando la fuerza aérea para destruir infraestructuras cruciales”.

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El ministerio ruso de Defensa afirmó que destruyó con misiles mar-tierra Kalibr “un gran cargamento de armas y equipos militares suministrados por Estados Unidos y países europeos cerca de la estación de tren de Malin”, a 100 km al noroeste de Kiev.

Según Sergui Gaidai, gobernador ucraniano de la región de Lugansk, “los rusos están volcando todos sus esfuerzos para capturar Severodonetsk” donde los ataques “se han multiplicado varias veces en los últimos días”.

“La ciudad está siendo destruida, como antes destruyeron Rubizhne y Popasna”, denunció el sábado por la noche.

Las fuerzas rusas destruyeron el puente Pavlograd “lo que complicará mucho la evacuación de civiles y el suministro de la ayuda humanitaria”, indicó.

Por su parte, en una entrevista con un canal de televisión ucraniano, el presidente Volodimir Zelenski aseguró que la guerra “será sangrienta, habrá combates, pero terminará definitivamente a través de la diplomacia”.

“Las discusiones entre Ucrania y Rusia definitivamente tendrán lugar. No sé bajo qué formato: con intermediarios, sin ellos, en un círculo ampliado o a nivel presidencial”, agregó.

Hasta la fecha, se han llevado a cabo varios encuentros entre negociadores de ambos bandos, sin resultados concretos.

El sábado, Joe Biden, firmó en Seúl la ley que otorga a Ucrania una gigantesca ayuda por 40.000 millones de dólares.

Zelenski se congratuló por la firma de la ley que, escribió en un tuit, “se necesita ahora más que nunca”.

La ayuda de Estados Unidos se suma a las de la Unión Europea y del G7, el grupo de países más industrializados, que el viernes prometió 19.800 millones de dólares para mantener en pie las finanzas del país.

La ayuda militar enfrenta sin embargo el desafío de ser encaminada hasta las líneas de frente.

Ucrania prosigue su ofensiva diplomática, esta vez en la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde el domingo presentará una resolución ante los 194 miembros del organismo de la ONU.

La propuesta denuncia los ataques perpetrados por Moscú al sistema de salud condena condenar las gravísimas consecuencias de la invasión y el bloqueo de los puertos ucranianos sobre el abastecimiento mundial de cereales y el aumento de los precios.

Ucrania también estará presente en el Foro Económico de Davos en Suiza, que comienza el lunes después de una pausa de dos años debido al covid-19.

Zelensky será el primer jefe de Estado en dar un discurso por videoconferencia el lunes.

Muchos políticos ucranianos estarán presentes en Davos, de donde fueron excluidos los rusos.

Las autoridades ucranianas, que habían ordenado a los soldados de la acería deponer las armas, confían en un intercambio de prisioneros con soldados rusos.

Un diputado y negociador ruso, Leonid Slutski, dijo que Rusia estudiará la posibilidad de canjear a combatientes del batallón Azov capturados en la acería por el empresario ucraniano Viktor Medvedchuk, próximo a Putin.

Los combatientes “serán traídos de vuelta a casa”, prometió Zelenski.

El ministro de Defensa ruso Serguei Shoigu comunicó el viernes al presidente ruso, Vladimir Putin, la “liberación total” de Mariúpol (sureste), tras la rendición de los últimos defensores ucranianos atrincherados desde hacía semanas en la acería Azovstal.

Desde el lunes, un total de 2.439 combatientes que resistían en precarias condiciones en el laberinto de túneles de esa planta, se rindieron, según el portavoz del ministerio.

La conquista de Mariúpol, una ciudad portuaria del mar de Azov devastada por meses de bombardeos, es crucial para crear un corredor terrestre entre el Donbás y la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

Rusia publicó una lista de 963 personalidades estadounidenses con ingreso prohibido al país, en represalia por sanciones similares tomadas por Washington.

En la lista figuran Biden, su secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y incluso el presidente de Meta (la casa matriz de Facebook), Mark Zuckerberg.

Rusia cortó además el suministro de gas a Finlandia por negarse a pagar en rublos, como Moscú lo exige desde abril.

Previamente ya había adoptada medidas similares contra Polonia y Bulgaria, en iniciativas denunciadas como “chantaje” por la Unión Europea.

El corte del suministro a Finlandia se produce dos días después de que este país y Suecia, históricamente no alineados militarmente, solicitaran ingresar a la OTAN, ante los temores regionales provocados por la invasión de Ucrania.

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