Quién es Francesco Lollobrigida, el ministro que teme que la migración acabe con la “etnia italiana”

“Está claro que no hay una raza italiana. Es un falso problema imaginar un concepto de esa naturaleza. Sin embargo, hay una cultura, una etnia italiana, (...) que me imagino que en esta conferencia hay una tendencia a proteger”, dijo esta semana Francesco Lollobrigida durante un foro celebrado en Roma para abordar el problema de la baja natalidad en Italia.

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Estas declaraciones del actual ministro de Agricultura y Soberanía Alimentaria no tardaron en replicarse en los principales medios italianos, debido principalmente a que el propio Lollobrigida había protagonizado pocas semanas atrás una polémica al abordar el mismo tema.

En aquella oportunidad, el ministro reclamó a sus conciudadanos no “ceder a la idea de la sustitución étnica” y preservar su sistema económico y social.

Aunque por estas latitudes estas declaraciones podrían parecer inofensivas, en Italia generan gran preocupación pues están ligadas a teorías como el Plan Kalergi, difundido y apoyado por agrupaciones ultraconservadoras y neonazis en Europa.

Pero, ¿quién es Lollobrigida, por qué está tan preocupado por los niveles de natalidad en Italia y qué relación guarda con la primera ministra Giorgia Melloni?

POLÍTICO INFLUYENTE

Nacido en Tivoli en 1972, Francesco Lollobrigida estudió Derecho en Roma antes de casarse con Arianna Meloni, hermana de la actual primera ministra italia, Giorgia Melloni.

Desde muy joven destacó su deseo de participar en la política italiana. Primero se unió al Frente de la Juventud, las juventudes del Movimiento Social Italiano. De 1996 al 2000 fue concejal en el municipio de Subiaco y casi en paralelo, entre 1998 y el 2003, consejero provincial en Roma.

Posteriormente pasó a integrar las filas de la Alianza Nacional, con la que postuló en el 2005 durante las elecciones regionales de Lazio. Sin embargo, no fue electo.

Tras haber fungido como presidente de la Alianza Nacional en Roma se unió al Pueblo de la Libertad, pero tan solo dos años después fundó el partido de extrema derecha Hermanos por Italia (FdI) junto a Meloni.

En el 2018 llegó al Parlamento italiano y dirigió al grupo de FdI en la Cámara Baja. El último 25 de septiembre fue reelecto en el cargo y, además, la primera ministra Meloni lo designó Ministro de Agricultura.

UN PROBLEMA REAL

Partamos de lo más importante, los datos.

La natalidad es realmente un problema serio en Italia. Si revisamos los datos del Instituto Nacional de Estadística - Istat, veremos que la tasa ha descendido del 9,40% en el 2001 al 9,20% en el 2011 y 6,80% en el 2021.

Es decir, en solo dos décadas la tasa de natalidad ha descendido en un 2,60% en Italia. Los datos del años pasado demuestran que esta tendencia no solo continúa sino que se acentúa.

En el 2022, por primera vez en la historia italiana, nacieron menos de 400 mil bebes en el país.

El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha advertido que de continuar este fenómeno podría provocar que Italia pierda el 18% de su PBI para el 2042.

El propio papa Francisco se ha confesado preocupado por esta crisis demográfica y ha pedido que la situación mejore para que no resulte un “esfuerzo titánico” que los jóvenes puedan tener hijos.

LA “AMENAZA” MIGRATORIA

Habiendo entendido la crisis de natalidad que enfrenta Italia, pasemos a las declaraciones del ministro Lollobrigida.

El 19 de abril, en uno de los recurrentes picos de llegada de migrantes principalmente africanos, el titular de Agricultura aseguró durante una reunión con sindicatos locales que “no podemos rendirnos a la idea de la sustitución étnica ¿Los italianos tienen menos hijos y por eso los sustituimos con otros? No creo que ese sea el camino”.

Las teorías de “sustitución étnica”, según las cuales se orquesta una masiva llegada de migrantes principalmente africanos y asiáticos a Europa para reemplazar a la población actual, no son nuevas en el Viejo Continente.

Ya en el 2005 el escritor neonazi austríaco Gerd Honsik escribía su controvertido libro “Plan Kalergi”, que aborda el tema. Este tipo de teorías, que se asemejan mucho al ideario promovido por dictadores como Adolf Hitler o Benito Mussolini durante la Segunda Guerra Mundial, son actualmente apoyadas por grupos ultraconservadores y movimientos neonazis.

La declaración de hace un mes del ministro Lollobrigida fue condenada por la joven y flamante lideresa del opositor Partido Democrático, Elly Schlein, quien calificó las palabras como “un lenguaje de supremacista blanco”.

El escándalo creció aún más cuando el tabloide italiano “Il Fatto Quotidiano” publicó una caricatura que representaba a la esposa de Lollobrigida junto a un afrodescendiente en su cama.

“¿Y tu marido? Tranquilo, está todo el día fuera combatiendo la sustitución étnica”, se puede leer en la viñeta que desató la ira de la jefa de gobierno y parte del gabinete.

“La retratada es Arianna. Una persona que no ocupa un cargo público, culpable sobre todo de ser mi hermana. Aparece en primera plana con alusiones indignas y falta de respeto hacia una mujer, una madre, una persona cuya vida es usada y destrozada solo para atacar a un Gobierno considerado enemigo... Pero si alguien piensa detenernos así, están muy equivocados”, escribió en un post la primera ministra Meloni.

El ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, se declaró “escandalizado por la caricatura publicada en la portada del diario”.

Tras el escándalo, el ministro Lollobrigida salió a explicar que él consideraba la migración como " un hecho fisiológico natural” y recordaba que él mismo era “nieto de un migrantes”.

Sin embargo, de poco sirvió para acallar a la oposición. Una oposición que ahora se inquieta nuevamente ante el reiterado discurso del ministro, quien esta vez ha buscado escudarse asegurando que se basa en la definición de etnia como “agrupamiento lingüístico-cultural”, según la enciclopedia Treccani, de referencia en Italia.