Delincuencia, narcos y Maduro: debate agranda la pugna para la segunda vuelta en Ecuador

El intercambio de ideas en este debate tuvo casi dos horas de duración. Fue organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), por lo que tenía carácter obligatorio, y se organizó en cinco ejes temáticos: Educación, Salud y Seguridad Social, Criminalidad y Seguridad, Economía y Empleo, y Gobernabilidad.

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El analista ecuatoriano y director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Mauricio Alarcón-Salvador, considera que “lamentablemente estuvimos frente a cualquier cosa, menos un debate”.

“Por desgracia es una oportunidad perdida para el país y para la ciudadanía, porque creo que en este momento incluso, evaluando el posdebate, lo que más nos ha quedado es el meme, la risa, el ataque personal”, critica Alarcón-Salvador en conversación con El Comercio.

Ambos candidatos dedicaron varios minutos de sus intervenciones a cuestionar a su contrincante por presunta corrupción, por vínculos con narcotraficantes, incluso por consumo de drogas y agresión a mujeres.

Julio Echeverría, analista político ecuatoriano, también coincide en que esta situación termina por no ayudar al ciudadano, pues “se abundó mucho en argumentos que tenían como objetivo dañar la imagen del adversario, en lugar de hacer propuestas programáticas”.

El principal problema es que ello no ayuda a resolver el dilema de aquellos que se mantienen por el voto blanco, nulo o viciado.

Ambos analistas también coinciden en que el tema que más preocupa a la ciudadanía es la delincuencia. Señala Alarcón-Salvador que hay extorsión, secuestro, muertes violentas en diferentes momentos del día y en todo el territorio nacional.

“La inseguridad es la prioridad de abordaje, definitivamente. El país en este momento es el más violento de la región”, dice, recalcando que enero del 2025 ha sido considerado como el más violento de los últimos meses.

Según datos del Ministerio del Interior, recogidos por la agencia de noticias AP, en enero se produjeron 731 asesinatos, superando de lejos al primer mes del 2021 cuando se registraron 119 crímenes. En el reporte se indica que la delincuencia se disparó hace cuatro años con la expansión de las bandas criminales locales y sus conexiones con cárteles mexicanos y organizaciones europeas de la droga.

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Y es que la inseguridad es uno de los temas más complejos, y que implica no solo a Ecuador.

“No solamente es un fenómeno local, no solamente va a importar la intervención de Ecuador, sino que requiere de una colaboración muy intensa entre distintos países porque el fenómeno puede irse de las manos en el sentido de que los distintos estados se vean cada vez más debilitados en su capacidad de enfrentarlos”, remarca Echeverría.

Y este fenómeno también va ligado con otro: la corrupción.

Los candidatos se acusaron mutuamente. Por un lado, Luisa González señaló los vínculos de la empresa familiar de Daniel Noboa con el narcotráfico. Mientras que el actual presidente y candidato mostró chats comprometedores en los que participaba su rival electoral, quien además es heredera del gobierno de Rafael Correa (2007-2017). En ambos casos, la corrupción se ha convertido en un factor común.

“Un tema tan relevante que le salpica al uno y al otro, creo que debió ser abordado y de forma muy puntual para obtener respuestas concretas frente a lo que significará después un gobierno de 4 años”, dice Alarcón-Salvador.

Pero un tema que no pasó desapercibido fue el posible reconocimiento del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Daniel Noboa preguntó a Luisa González si en un eventual gobierno reconocería al régimen chavista, al cual está vinculado su movimiento. Sí, respondió ella. “Necesito reconocer el Gobierno de Nicolás Maduro para poder devolver a los venezolanos que tú permitiste que ingresen de forma irregular y desordenada a mi país”, replicó la candidata presidencial.

Para Alarcón-Salvador se trata de un tema muy polémico, pero lo que más preocupa es su justificación, ya que se trata de una representante del progresismo. “Lo dicho por González en el debate no es ni más ni menos que lo que está sucediendo en este momento en Estados Unidos, con cientos de miles de venezolanos, que incluso han sido deportados a un país que no es el suyo: El Salvador”, explica.

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Por otro lado, Echeverría considera preocupante la vinculación con el régimen chavista, y que “esa asociación tan estrecha con la figura de Maduro signifique la aceptación de esas líneas de política que fueron ya funestas en el caso del Ecuador”. Enumeró casos como la afectación a las libertades fundamentales, la persecución a las organizaciones sociales y la reducción de la libertad de expresión, entre otros.

Las candidaturas de Daniel Noboa y Luisa González pueden considerarse empatadas. En la primera vuelta el actual gobernante superó por apenas 16.746 votos a la alternativa de la izquierda.

Ambos representan el 88,17% de los votos. En tanto, el líder indígena de izquierda Leonidas Iza se ubicó tercero (5,25%) y la ambientalista anticorreísta Andrea González Nader, cuarta (2,69%) en la primera vuelta.

Por otro lado, casi un millón de votos fueron en blanco o nulos, y la abstención bordeó el 18%. Y las recientes encuestas también confirman la tendencia entre Noboa y González.

Echeverría advierte que puede haber una votación fragmentada y que se tendría que esperar el aporte que llegue de los candidatos que quedaron en tercer y cuarto lugar. “Como decimos, el panorama está todavía abierto. Creo que estamos frente a un empate técnico y lo que sucederá en estos días va ser muy importante”, avisa.

Faltan menos de tres semanas para que más de 13 millones de ecuatorianos expresen su voluntad: Ecuador tendría nueva presidenta o continuaría con el actual.