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Los tres frentes de la derecha chilena que apelan al orden en busca de La Moneda
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Los tres frentes de la derecha chilena que apelan al orden en busca de La Moneda

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En no se cansan de repetir que las elecciones presidenciales de este domingo serán las primarias de la derecha. Y no dejan de tener razón. Si se cumplen los pronósticos de las encuestas y de todos los analistas sureños que comentan sobre lo que ocurrirá este domingo, la candidata del oficialismo ganaría los comicios, pero no de manera suficiente y tendrá que ir a una segunda vuelta. La incertidumbre, y la verdadera pelea, está en quién será su rival.

Y el contendor de la exministra está entre tres opciones: el republicano José Antonio Kast, el libertario Johannes Kaiser y la conservadora Evelyn Matthei, quienes se vienen peleando los votos de más del 50% del electorado que optará por un candidato de derecha, una opción política que ha crecido considerablemente en Chile y que podría recuperar el poder cuando ocurra el balotaje el próximo 14 de diciembre.

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Francisco Sanz
De izquierda a derecha: Jeannette Jara, José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Evelyn Matthey se disputan el pase a la segunda vuelta de las elecciones en Chile. (AFP / EFE).
De izquierda a derecha: Jeannette Jara, José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Evelyn Matthey se disputan el pase a la segunda vuelta de las elecciones en Chile. (AFP / EFE).

Hasta hace 15 días, cuando se impuso la veda de encuestas, Jara se mantenía -según el promedio de sondeos de Radar Electoral- en un 28%, seguido de Kast con 19%, Káiser 15% y Matthei 14%. Parisi, un liberal de centro, sumaba un 9%. La tendencia, hacia inicios de noviembre, marcaba un descenso del republicano mientras que Káiser daba la sorpresa con la curva al alza. Sin embargo, debido al silencio electoral no se puede saber si esa tendencia se ha mantenido o no, y la poca diferencia entre los tres muestra un final abierto.

En total, son 8 candidatos los que compiten por la presidencia de Chile. Además de Jara (segunda por la  izquierda), Kast, Matthei y Kaiser, está Franco Parisi, Harold Mayne-Nicholls, Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés.
En total, son 8 candidatos los que compiten por la presidencia de Chile. Además de Jara (segunda por la izquierda), Kast, Matthei y Kaiser, está Franco Parisi, Harold Mayne-Nicholls, Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés.

De una forma o de otra, lo interesante es cómo el espectro de la derecha -desde la más tradicional y moderada representada por Matthei, hasta la más radical de Káiser- se ha posicionado en una población, que apenas seis años atrás vivió un estallido social que remeció al país y que posibilitó la llegada al poder del izquierdista Gabriel Boric.

Voto obligatorio

15,6 millones de chilenos están convocados a las urnas. Esta es la primera vez, en 15 años, que el voto será obligatorio en unos comicios presidenciales.

Sin embargo, muchas cosas han pasado en el camino, y hoy la derecha se ha empoderado. El país que cuestionaba el modelo y las desigualdades viró hacia un reclamo de orden que se vio atizado por los fallidos intentos de reformar la Constitución.

Los temas de campaña

Sergio Urzúa, profesor de la Universidad de Maryland e investigador internacional de Clapes-UC, considera la situación económica y la delincuencia dos factores claves de este posicionamiento de la derecha. “Desde el punto de vista económico, el gobierno del presidente Boric no se ha distinguido por grandes logros. El crecimiento ha sido bajo, hace más de una década que estamos estancados, pero ese estancamiento se profundizó en estos años. Las presiones fiscales no paran y la inversión ha tenido dificultades para llegar al país. En este escenario, para un votante mediano que está preocupado sobre lo que va a hacer en el futuro, no le es atractiva la opción de la continuidad que representa Jeannette Jara”, señala el economista chileno a El Comercio.

La candidata presidencial chilena Jeannette Jara, de la coalición Unidad por Chile, saluda a sus seguidores durante el mitin de cierre de su campaña en Santiago, el 11 de noviembre de 2025. (Rodrigo ARANGUA / AFP)
La candidata presidencial chilena Jeannette Jara, de la coalición Unidad por Chile, saluda a sus seguidores durante el mitin de cierre de su campaña en Santiago, el 11 de noviembre de 2025. (Rodrigo ARANGUA / AFP)
/ RODRIGO ARANGUA

A esto se suma el aumento de la delincuencia y de la inmigración irregular, los temas que más han aprovechado los candidatos de derecha, sobre todo Kast y Káiser. A pesar de que Chile es una de las naciones más seguras de América Latina, ha visto triplicar su tasa de homicidios en la última década (de 2,5 a 6,7 por cada 100.000 habitantes), mientras que el sentimiento de inseguridad se ha disparado. Un 87,5% de los chilenos percibe mayor peligro, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, la cual vinculan con el aumento del número de indocumentados, la mayoría venezolanos. “Esto ha sido muy bien utilizado por los candidatos de derecha que han planteado opciones para hacerse cargo de estos desafíos”, agrega Urzúa.

Jeanne Simon, docente de Ciencias Políticas de la Universidad de Concepción, considera que efectivamente ha habido un aumento de la inseguridad pública, pero que también los medios reflejan mucho esa sensación. “Creo que el gobierno ha abordado el tema de manera más eficaz que en gobiernos anteriores, pues ha habido un trabajo consensuado y transversal. Me parece que también es una estrategia electoral que es mucho más fácil construir”, explica a este Diario.

Káiser, la sorpresa

Hasta hace unos meses, el escenario de segunda vuelta estaba más claro, con Kast posicionado luego de quitarle puntos importantes a Evelyn Matthei, quien se perfilaba a inicios de año como la candidata que representaría a la derecha. Pero Johannes Káiser, que renunció en el 2024 al Partido Republicano para armar el suyo propio, empezó a subir sosteniéndose en un discurso más radical que el de Kast.

Káiser no dudó en tocar la agenda de valores, la patria y la familia, mientras que Kast se mantuvo en su guion enfocándose en la economía, la inseguridad y la inmigración, dejando de lado temas como el rechazo al aborto y al matrimonio homosexual, o su apoyo a la dictadura de Pinochet, que fueron claves en sus pasadas campañas.

El candidato presidencial chileno Johannes Kaiser, del Partido Libertario Nacional, se dirige a sus seguidores durante el mitin de cierre de su campaña en Santiago el 12 de noviembre de 2025. (Foto de Raul BRAVO / AFP).
El candidato presidencial chileno Johannes Kaiser, del Partido Libertario Nacional, se dirige a sus seguidores durante el mitin de cierre de su campaña en Santiago el 12 de noviembre de 2025. (Foto de Raul BRAVO / AFP).
/ RAUL BRAVO

“Káiser sabe comunicar bien de una manera más espontánea y aparece más auténtico, y se ha posicionado más en el grupo de 35 a 50 años”, señala Simon. Justamente, muchos votantes de Káiser han señalado que prefieren su autenticidad y critican que Kast se haya edulcorado para mostrarse menos radical y ganar más votos.

“El electorado está valorando mucho la convicción. Existe algo de agotamiento por parte de los votantes respecto de esta facilidad que tiene la política por transformar a los candidatos en algo que antes no eran”, explica Urzúa. “En el lado de la derecha los discursos han estado relativamente claros, sobre todo en el candidato Káiser. Él utiliza mucho la palabra convicción y le ha dado rédito, y hay que reconocer que ha hecho una campaña muy atractiva en cosas muy precisas”, añade.

Sin embargo, esto no significa que Káiser tenga el boleto ganado a segunda vuelta, pues Kast no se ha salido de su estrategia justamente para no trastabillar y mantenerse enfocado en los temas que ahora considera centrales.

En tanto, Matthei -que ha sido ministra, legisladora y alcaldesa- ha navegado por aguas más complicadas al intentar no irse al extremo, pero tampoco parecer de centro, en una jugada elástica que la fue desinflando en los últimos meses. “La campaña de Matthei ha sido confusa”, dice Simon. “Ella tenía una buena posibilidad de mostrarse como una candidata de centroderecha en términos de estabilidad política y económica. Hay que tener en cuenta que muchas personas que antes votaron por la Concertación -la otrora centroizquierda- no van a votar de ninguna manera por Jara. Esa pérdida del centro político no la ha sabido aprovechar, pero quizá en el último momento terminen optando por ella porque no encuentran un candidato que les satisfaga”, finaliza.

Con este final de fotografía, los chilenos se alistan para lo que vendrá en la segunda vuelta, donde las estrategias cambiarán dependiendo de quiénes sean los jugadores. Lo que sí es cierto es que el candidato de derecha que pase contará con el apoyo de todo el bloque, que ya no se presentará fragmentado sino más cohesionado para evitar que Jara, exministra de Trabajo y militante del Partido Comunista, llegue al Palacio de la Moneda.

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