Luego de una luna de miel prácticamente inexistente el presidente de Chile, Gabriel Boric, rinde este miércoles 1 un difícil examen ante el Congreso, el primero desde que asumió el mando hace poco más de dos meses y medio. En la cuenta pública, la inseguridad y la economía surgen como dos asignaturas de evaluación segura, y en ningún caso sencilla, para el mandatario izquierdista que despertó grandes expectativas con su promesa de transformar al vecino del sur.
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Boric, exlíder estudiantil que con 36 años es el presidente más joven de la historia chilena, se presenta ante el Congreso en momentos en que su popularidad en las encuestas ha caído, entre otras razones por la creciente violencia en el sur que se cobró la vida de un hombre la semana pasada.
Para el cientista político chileno Francisco Covarrubias, Boric llega a su rendición de cuentas bastante debilitado, algo inédito en una etapa tan temprana de gobierno.
“Nunca en la historia de Chile habíamos tenido una luna de miel tan corta, y, por lo tanto, el nivel de desaprobación supera el 50% largamente, cosa que con los gobernantes anteriores ocurría transcurrido ya por lo menos un año de mandato. El presidente viene con un déficit político en estos 90 días que es bastante grande”, dice a El Comercio.
Explica que los ministros han mostrado poca consistencia política, con excepción del titular de Hacienda, Mario Marcel. La ministra del Interior, Izkia Siches, se encuentra muy cuestionada por varios desaciertos políticos. Además, hay una expectativa y una asociación muy grande entre el gobierno y el plebiscito del 4 de setiembre en el que se evaluará la nueva Constitución.
“La baja que se ha visto en el apoyo al gobierno y la baja que se ha visto a la aprobación de la nueva Constitución han ido bastante de la mano. Por lo tanto, todos esos factores hacen que llegue en una situación particularmente difícil”, dice Covarrubias.
Los mayores reclamos
Los principales reclamos que enfrenta Boric se concentran en dos frentes: economía y seguridad. La imagen del gobierno se ha visto afectada por la histórica inflación que atraviesa el país, que registró en marzo un incremento interanual del 9,4% en 12 meses.
“Lo más importante es la inflación, es un problema de muchos países, pero cada gobierno tiene que lidiar con ello. Esto golpea especialmente a la clase media, la gente está muy descontenta por el aumento de los precios”, dice a este Diario el analista político chileno Patricio Navia.
Covarrubias agrega que durante 30 años los chilenos prácticamente se olvidaron de la inflación y tuvieron una de las tasas más bajas de la OCDE, por debajo del 3%. “Pero hoy en día la inflación se ha instalado en cerca de un 10% y eso también le ha afectado al gobierno porque ha estado muy asociado a los retiros de la AFP que ocurrieron el año pasado impulsados por la izquierda y que hoy se sindican como uno de los grandes responsables de la inflación. Eso está afectando la popularidad y la credibilidad del presidente”.
Otros problemas que marcan la agenda en el país sureño son el del orden público y la violencia en el sur del país. “Chile sigue teniendo niveles de delincuencia más bajos que la mayoría de sus vecinos, pero ha aumentado mucho, entonces hay más delincuencia de la que había hace seis, 12 o 18 meses”, apunta Navia.
Agrega que en cuanto a la violencia de la Araucanía, el gobierno llegó prometiendo que iba a promover el diálogo para que se solucionaran los problemas, pero el desorden en la zona ha aumentado. “Los grupos más radicales muestran cero intención de dialogar y el gobierno parece muy débil, sin saber qué hacer o cómo lidiar con los problemas de la Araucanía”.
Covarrubias señala que “la izquierda generalmente tiene un gran conflicto con el orden público, así como la derecha lo tiene con los derechos humanos”, y, por lo tanto, se ve muy dificultada la acción del actual jefe de Estado, sobre todo porque inicialmente no quiso declarar estado de excepción para poder dar a los militares la custodia del sur, algo que después aceptó de manera acotada hasta que finalmente se produjo la muerte de una persona.
La semana pasada un hombre fue asesinado en medio de un conflicto territorial entre el Estado chileno, empresas forestales y grupos radicales de indígenas mapuches.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile empresas forestales explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas y se producen choques y actos violentos casi a diario. Pese a que prometió que no lo haría, Boric decretó hace dos semanas en la zona el estado de emergencia, lo que permite el despliegue de militares en carreteras para ayudar a la policía a controlar el orden público.
“Sin duda que todo eso le ha afectado mucho. Eso se cruza con el debate constitucional con estos tres meses que nos quedan hasta el plebiscito”, añade Covarrubias.
Puntos a favor
Los expertos coinciden en que Boric ha mostrado apertura y capacidad de diálogo. Para Covarrubias, quizá el gran activo que tiene el mandatario es él mismo. “Cuando salió a hablar lo hizo con un tono adecuado, con autocrítica, con actitud conciliadora. Creo que ha mostrado tener mucha más sabiduría política y actitud hacia la ciudadanía que el resto de los ministros. Ese es un activo que va a tener que explotar, pero eso no es eterno, llega un momento en el que no es suficiente”.
Considera que seguramente el mandatario va a apostar por una gran autocrítica, por un llamado a sus ministros a trabajar más y comunicar mejor, aunque tendrá que demostrar que esas no son palabras que quedarán ahí.
Por su parte, Navia destaca que hay varias cosas que se valoran y que van a quedar establecidas en Chile, como la paridad de género, la presencia de más mujeres en cargos importantes del gobierno. “Esto era algo que la presidenta Michelle Bachelet había impulsado, que el presidente Sebastián Piñera echó un poco para atrás. Es algo que la gente valora y aprueba. Creo que eso es importante y es útil”.
Boric lidera el primer gabinete de la historia chilena con más mujeres que hombres, con presencia de independientes y de otros partidos ajenos a la coalición Apruebo Dignidad (Frente Amplio y el Partido Comunista). Fue con esos apoyos que logró vencer en las urnas al ultraderechista José Antonio Kast.
Lo otro que le parece importante a Navia es que Boric ha sido un presidente bastante firme en los temas de política internacional, sobre todo en lo que se refiere a Venezuela, Nicaragua y Cuba con posiciones que son bastante pro derechos humanos y pro democracia y eso lo ha hecho pagando un costo en su sector, en particular con el Partido Comunista.