La Cámara de Casación de Argentina absolvió al ex presidente Carlos Menem (1989-1999) por un delito de contrabando agravado de armas a Croacia y Ecuador entre 1991 y 1995 por el que había sido condenado de manera previa a siete años de prisión.
Para exonerar a Menem, la justicia consideró que se superó el "plazo razonable" en la causa -el litigio se demoró de manera prolongada, durante dos décadas- y la defensa calificó el fallo de "realmente justo" para el ex jefe de Gobierno.
En el 2017, Menem, de 88 años, fue condenado a siete años de prisión y 14 de inhabilitación para desempeñar cargos públicos tras considerarlo como "coautor" de contrabando agravado de material bélico a esos dos países y rechazar los recursos de apelación presentados por la defensa de Menem.
Esta es la historia del tráfico de armas:
Entre enero y febrero de 1995, el Perú y Ecuador se enfrentaron en una guerra no declarada que se focalizó en la cuenca del río Cenepa y que, tras el final del conflicto, desembocó en una historia de traición que involucraba a Argentina, país que es garante del Protocolo de Río de Janeiro de 1942 que delimitó la frontera entre el Perú y Ecuador.
¿Cómo de descubrió el tráfico de armas?
El 17 de febrero de 1995, el agregado aéreo del Perú en Buenos Aires, coronel Rafael López Alvarado, advirtió al jefe de inteligencia de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier Roberto Manuel de Saa, sobre la salida de embarques clandestinos de armas de ese país con destino a Ecuador.
Luego De Saa narró que López Alvarado le “manifestó tener información de que (el aeropuerto de) Ezeiza podía sacar armamento que fuera a parar a Ecuador, el avión vendría de Miami y pasaría por Ezeiza rumbo a Ecuador, que la empresa que realizaría el traslado era Fine Air y que el traslado se produciría ese fin de semana”.
Tras el alto el fuego de febrero de 1995, el diario argentino "Clarín" denunció que el presidente Carlos Menem firmó tres decretos, entre 1991 y 1995, en los que autorizaba la venta de armamento a Venezuela y Panamá, que se desvió a Ecuador y Croacia, países que mantenían conflictos bélicos.
El garante de la paz Argentina le vendió a Ecuador 75 toneladas de armas y municiones valorizadas en 33 millones de dólares. El arsenal incluyó 8.000 fusiles FAL, 36 cañones de 105 y 155 milímetros, 10.000 pistolas, 350 morteros, 50 ametralladoras pesadas y munición, 58 millones de balas, 45.000 proyectiles de cañón, 9.000 granadas y 200 toneladas de explosivos.
En su momento, el periodista argentino Hernán Dobry explicó que, tras estallar el caso, el vendedor de armas Israel Lotersztain, de la compañía Isrex, empresa que participó en la triangulación de armas entre Argentina, Perú e Israel durante la guerra de las Malvinas, fue al Estado Mayor argentino a increparles a los militares por su actitud.
Sostuvo que Lotersztain le gritó a un oficial lo siguiente: “Tú estabas en la guerra, sabes muy bien lo que los peruanos hicieron, ¿cómo le vas a vender armas al enemigo de ellos? Su ayuda es algo que les tendrías que agradecer durante toda tu vida”.
“Así les pagamos, les dimos una señal de desagradecimiento”, dijo Dobry.
Posteriormente, el 12 de diciembre de 1995, el Gobierno Peruano presentó al Departamento de Estado de Estados Unidos documentos que probaban la coparticipación de la aerolínea estadounidense en el tráfico de armas.
Los documentos correspondían a las guías de los vuelos efectuados los días 17, 18 y 22 de febrero de 1995.
Por el contrabando de armas a Ecuador y Croacia fueron detenidos y procesados el empresario Emir Yoma, ex cuñado y antiguo asesor de Menem, y el ex ministro de Defensa Antonio González, así como Martín Balza, antiguo jefe del Ejército.
También se procesó al ex canciller Guido Di Tella, a Óscar Camilión (sucesor de González al frente de la cartera de Defensa), a Luis Sarlenga (ex director de la estatal Fabricaciones Militares) y a tres de sus antiguos colaboradores, entre ellos dos militares.
Carlos Menem fue detenido el el 2001 bajo el cargo de ser el jefe de una asociación ilícita para el contrabando de armas, de la que Yoma, Balza y González eran acusados de ser organizadores. El ex mandatario estuvo en prisión domiciliaria pero salió en libertad semanas después por decisión de la Corte Suprema de Justicia.