Durante los últimos siete años y medio David Smolansky no ha podido pisar su natal Venezuela. Sin embargo, el alcalde más joven en la historia de su país ha aprendido a combatir al régimen de Nicolás Maduro a pesar de los más de 5 mil kilómetros de distancia entre ambos. Su caso ha sido llevado ante la Corte Penal Internacional, durante cinco años fue comisionado de la OEA para los migrantes y refugiados venezolanos, en la última campaña presidencial se unió al equipo de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia como uno de sus representantes en Estados Unidos y formó parte de la comitiva que acompañó al líder opositor –reconocido por distintos gobiernos como legítimo ganador de los comicios– durante su reciente gira internacional por Argentina, Uruguay, EE.UU., Panamá y República Dominicana.

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