En el Día Internacional de las Mujeres Rurales (15 de octubre) es imprescindible reflexionar sobre el rol fundamental que estas mujeres desempeñan en el desarrollo económico y social del Perú. A pesar de enfrentar desafíos como la pobreza, la exclusión financiera y los efectos adversos del , las mujeres rurales continúan siendo pilares en sus comunidades, especialmente en el sector agropecuario.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) del 2023, el 73,1% de las personas en pobreza se encuentra en el área urbana y el 26,9% en el área rural. Por región natural, el 51,4% de los pobres está en la costa, el 34,9% en la sierra y el 13,7% en la selva. Además, la pobreza extrema se concentra mayoritariamente en el área rural del país, representando el 55,1%. Estos datos evidencian que, a pesar de la mayor concentración de pobreza en zonas urbanas, las áreas rurales enfrentan niveles más profundos de carencias y vulnerabilidades.

En este contexto, las microfinanzas emergen como una herramienta vital para el empoderamiento económico de las mujeres rurales. Al proporcionar acceso a créditos y servicios financieros adaptados a sus necesidades, las microfinancieras están posibilitando que estas mujeres inviertan en sus pequeñas parcelas agrícolas, diversifiquen sus cultivos y mejoren la calidad de vida de sus familias.

Por ejemplo, en Financiera Confianza hemos centrado nuestros esfuerzos en atender a pequeñas productoras agropecuarias. Al cierre de julio del 2024, contamos con más de 40 mil clientas en zonas rurales. Este dato refleja un avance significativo en la inclusión financiera de las mujeres rurales, quienes tradicionalmente han tenido un acceso limitado a los servicios bancarios.

Durante el 2023, se desembolsaron S/576 millones en 49.958 créditos agropecuarios, beneficiando a pequeños productores que manejan en promedio 2,15 hectáreas de tierra. Los principales cultivos financiados incluyen papa, cacao, arroz, café y maíz, entre otros. Es notable que, de los 36.312 clientes agropecuarios, 11.718 sean mujeres, lo que evidencia el impacto directo de las microfinanzas en este grupo.

Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos. Eventos climáticos como el representan una amenaza constante para la producción agrícola. La implementación de herramientas como mapas climáticos ha sido clave para identificar zonas de riesgo y ejecutar estrategias de mitigación, protegiendo así los medios de vida de miles de mujeres agricultoras.

Además, es esencial abordar el riesgo del sobreendeudamiento. La creación de productos financieros adaptados y la educación financiera son componentes clave para garantizar que las mujeres rurales puedan beneficiarse plenamente de los servicios ofrecidos sin comprometer su estabilidad económica.

El acceso a las microfinanzas no solo tiene un impacto económico, sino también social. Las mujeres que participan en estos programas reportan un aumento en su autonomía, confianza y participación en la toma de decisiones comunitarias. Este empoderamiento contribuye a reducir la brecha de género y promueve un desarrollo más equitativo y sostenible.

A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. Es fundamental que el Estado, las instituciones financieras y la sociedad en general continúen trabajando juntos para eliminar las barreras que enfrentan las mujeres rurales. Esto incluye mejorar la infraestructura en zonas remotas, ofrecer capacitación técnica y financiera, promover políticas públicas que fomenten la igualdad de oportunidades, así como la promoción de esquemas y plataformas de asociatividad que respalden el accionar y el liderazgo de las mujeres en el campo.

Hoy, honramos la resiliencia y la contribución invaluable de las mujeres rurales del Perú. Su empuje y determinación son fundamentales para el crecimiento económico y el bienestar social del país. Al apoyar y fortalecer iniciativas de microfinanzas y desarrollo rural, estamos invirtiendo en un futuro más próspero y equitativo para todos.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Claudia Sánchez es gerente de Desarrollo Sostenible de Financiera Confianza

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