Urpi Torrado

El Perú ha sufrido en los últimos años las consecuencias de uno de los grandes retos globales, el , y la forma en que se entiende y aborda varía en relación con otros países. Una reciente encuesta de Datum y WIN revela que el 44% de los peruanos considera que las industrias son las principales responsables del cambio climático. Este dato contrasta con el promedio global de la misma encuesta, donde el 41% de los encuestados cree que la mayor responsabilidad recae en el comportamiento de las personas. Esta diferencia en las percepciones es significativa, ya que influye directamente en cómo los ciudadanos y las abordan este desafío global.

Cuando una población cree que las industrias son las principales culpables del cambio climático, la responsabilidad de mitigarlo recae en las grandes corporaciones. Esto genera una expectativa de que las empresas deben adoptar prácticas más sostenibles, reducir sus emisiones de carbono y ser transparentes sobre su impacto ambiental. En este contexto, el rol de los ciudadanos tiende a ser más pasivo, limitándose a la exigencia de cambios a nivel empresarial solamente.

Por otro lado, en países donde la mayoría cree que el comportamiento de las personas es el principal motor del cambio climático, como es el caso de países como Finlandia, se tiende a generar un mayor compromiso ciudadano para modificar hábitos de consumo y adoptar prácticas sostenibles. Cuando las personas comprenden que sus decisiones diarias, como el uso de energía, el transporte y la gestión de residuos, tienen un impacto directo en el medio ambiente, es más probable que adopten cambios significativos en sus estilos de vida. Este cambio de mentalidad promueve un sentido de responsabilidad compartida, donde cada individuo siente que puede contribuir, aunque sea en pequeña escala, a la mitigación del cambio climático, y más bien premian con su compra y consumo a empresas que están alineadas a esta filosofía.

Aunque el porcentaje de personas que reciclan en el Perú es similar al promedio global, muchos no lo hacen pensando en el impacto ambiental, sino por razones económicas. El reciclaje en el país a menudo se percibe como una forma de ahorrar dinero o maximizar el valor de los productos ya adquiridos, antes que como un acto consciente para reducir la huella de carbono o preservar los recursos naturales.

El desafío que enfrenta el Perú, al igual que el resto del mundo, es cómo transformar estas percepciones y motivaciones en acciones efectivas para combatir el cambio climático. Las Naciones Unidas definen el cambio climático como los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero desde el siglo XIX las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, lo que produce gases que atrapan el calor.

Más allá de la definición técnica, el verdadero reto reside en cambiar las prácticas vigentes. A pesar de que esta generación no es responsable directa de los problemas que causa el cambio climático, es la que está viviendo las consecuencias de lo que otros hicieron y, al mismo tiempo, es responsable de tomar medidas cuyo impacto ya no verá; lo que haga impactará a generaciones futuras.

Esta realidad plantea una cuestión ética y de compromiso a largo plazo. En el Perú, el reto comienza por equilibrar la percepción sobre la responsabilidad y el desarrollo de políticas públicas que promuevan el cambio de prácticas cotidianas. Si bien las empresas tienen un papel fundamental que cumplir, los ciudadanos también deben asumir la responsabilidad por sus hábitos y decisiones diarias. Solo con una acción conjunta y un cambio de mentalidad es posible enfrentar este desafío y construir un futuro más sostenible para todos.




*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Urpi Torrado es CEO de Datum Internacional