Hace unas semanas, el ministro de Trabajo y Promoción del presentó los avances del Gobierno en la promoción del empleo formal. Destacó la implementación del Registro Nacional de Informalidad, que actualmente alcanza un 90% de avance, así como el programa Jóvenes Productivos y la plataforma Mi Carrera.

Según una nota publicada en el diario “El Peruano”, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo ofreció 1.100 puestos de trabajo durante su semana de oportunidades laborales. Sin embargo, es importante recordar que, según datos de la OCDE (2024), el es el quinto país con mayor porcentaje de jóvenes de 15 a 29 años que no estudian, no trabajan ni reciben formación, conocidos como “ninis”, que representan el 21% de este grupo etario. Esta situación refleja que aún no se presentan las condiciones para que todos los jóvenes accedan a un nivel educativo adecuado.

Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha confirmado que, por segundo año consecutivo, ha disminuido el número de jóvenes con empleo adecuado, también denominado “empleo decente” por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Cada año, miles de estudiantes que terminan su etapa escolar se suman a las filas de los “ninis”. El mismo informe señala que, aproximadamente, el 80% de los trabajadores en el Perú son informales, es decir, carecen de acceso a la seguridad social. Además, las desigualdades se profundizan y la pobreza aumenta.

La solución no radica en incrementar la remuneración mínima vital, medida populista que nunca ha dado los resultados esperados y, por el contrario, puede fomentar la informalidad. Tampoco es suficiente que se ofrezcan 1.100 nuevos puestos de trabajo. En primer lugar, la solución se encuentra en reformar el sistema educativo del país, como lo evidencian las pruebas PISA elaboradas por la OCDE, que evalúan la capacidad de los estudiantes de 15 años para aplicar lo aprendido en la escuela a los retos de la sociedad actual. En segundo lugar, es fundamental promover la inversión privada, nacional como extranjera, en el país, ya que es esta inversión la que generará “empleo decente” en el Perú. La gran pregunta es ¿cómo lograr esa inversión en un país con inestabilidad política, donde las reglas de juego cambian cada cinco años y ahora lo hacen cada dos o tres?

Aunque el Perú no es miembro de la OCDE, aspira a serlo. Para lograrlo, debe cumplir estándares exigidos en áreas como gobernanza pública, mejora de la institucionalidad, lucha contra la corrupción, transparencia del Estado, medio ambiente, mejora del capital humano, identificación de barreras para el crecimiento y barreras burocráticas. La gran pregunta es ¿lo lograremos?





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Aldo Corvetto es Abogado laboralista y docente de la Universidad de Lima

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