
El velo de las iraníes
Resumen generado por Inteligencia ArtificialEl video aparece en todas las redes sociales. Durante un programa de televisión en Francia, una mujer se va quitando poco a poco el velo que solo le permitía mostrar sus ojos. Ya con el cabello suelto, sonríe. La aplauden. La escritora francesa Henda Ayari hizo este gesto para visibilizar la opresión que significa para las mujeres llevar obligatoriamente el velo islámico, a riesgo de ser perseguidas, encarceladas o incluso asesinadas, como ocurrió en Irán con Mahsa Amini en el 2022, y que generó todo un movimiento de protestas en el país controlado por los ayatolas.
Las imágenes de Ayari coincidieron con una decisión inédita en la República Islámica de Irán: la suspensión de la Ley de Protección de la Familia a través de la Promoción de la Cultura del Hiyab y la Castidad.
A fines de mayo, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán decidió que no se aplicará esta normativa, conocida como la ley del hijab, que ya había sido aprobada por el Parlamento iraní y que está compuesta por 74 artículos que endurecen la obligatoriedad del uso del velo y otros códigos de vestimenta. El consejo le puso pausa a una normativa que buscaba ser mucho más restrictiva con las mujeres que no usen el hijab correctamente, como mayores sanciones económicas, pérdida de acceso a servicios públicos y penas de cárcel de hasta 15 años para las reincidentes.
Esta decisión muestra las fracturas en el Estado iraní, que tiene una estructura de gobierno bastante compleja. El Consejo Supremo de Seguridad Nacional está formado por representantes de todos los poderes del Estado, de la poderosa Guardia Revolucionaria, de las Fuerzas Armadas y por dos consejeros especiales del líder supremo, el ayatola Alí Jamenei, y tiene la potestad de frenar las decisiones del Congreso e incluso del Ejecutivo.
La ley fue impulsada por los sectores más ultraconservadores con el fin de “defender los valores islámicos de la invasión cultural de Occidente”, pero no había sido promulgada por el presidente, Masud Pezeshkian, un reformista que llegó al poder en el 2024, y quien considera que la norma podía prender la chispa de otra ola de protestas. Hace tres años, la represión del régimen acabó con la vida de al menos 500 personas, pero inspiró el movimiento Mujer, Vida, Libertad, que ha motivado que muchas mujeres iraníes desafíen a las autoridades relajando el uso del velo o simplemente quitándoselo. La ley del hijab buscaba justamente revertir esta situación.
Aunque la decisión del consejo no implica la abolición del uso del velo, la suspensión de una norma tan restrictiva es un pequeño paso para que la muerte de Amini o de otras mujeres iraníes no haya sido en vano.

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