A estas alturas, no es exagerado decir que cuando uno se acerca a sufragar en los procesos electorales peruanos en no pocas veces está escogiendo al próximo requerido por la justicia. Lamentablemente, es muy probable que muchos de los nombres que escogimos el pasado 2 de octubre pasen a engrosar la abultada lista de autoridades señaladas por corrupción u otro tipo de delitos. En Lima, por ejemplo, ni siquiera ha comenzado el nuevo período de gobierno y ya tenemos a un virtual regidor tras las rejas.
El lunes el excongresista y virtual regidor de Lima Metropolitana por Podemos Perú, José Luna Morales, fue detenido por la policía en las instalaciones de un medio de comunicación. Ello, luego de que el juez Jorge Chávez dictase 34 meses de prisión preventiva en su contra atendiendo un pedido de la fiscalía, que le imputa los delitos de organización criminal y cohecho activo específico.
Según el Ministerio Público, Luna Morales integraría la banda denominada Los Gánsteres de la Política, que habría captado al exfuncionario de la ONPE, José Luis Cavassa, con el objetivo de que Podemos Perú lograse su inscripción como partido político. Asimismo, los integrantes de esta presunta organización criminal habrían pagado a miembros del extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Guido Águila, Iván Noguera y Julio Gutiérrez Pebe, para que interviniesen en el proceso de elecciones del mencionado organismo electoral a fin de que se designase a Adolfo Castillo Meza como su titular, también con el supuesto objetivo de que la agrupación lograse su inscripción de manera fraudulenta.
Cuando llegue el momento, la culpabilidad o la inocencia del señor Luna Morales tendrá que ser evaluada por el Poder Judicial, por supuesto; sin embargo, lo ocurrido permite avanzar algunas ideas sobre Podemos Perú y la política peruana en general.
En primer lugar y aunque en nuestro país resulte bastante común, no deja de ser reprochable que un individuo con los graves problemas legales como los que atraviesa Luna Morales haya llegado a ser elegido regidor. Y no olvidemos que estuvo bastante cerca de alcanzar el puesto de teniente alcalde de la capital, pues la lista en la que compitió, liderada por el candidato Daniel Urresti (también con problemas legales), perdió por muy poco en los comicios del pasado 2 de octubre. Por supuesto, la responsabilidad de que hoy Lima tenga a un virtual regidor bajo mandato de prisión preventiva es también del partido que lo cobijó, pues es evidente que si Podemos Perú pidió el voto por Luna Morales es porque consideraron que sus problemas legales no eran lo suficientemente graves como para justificar su apartamiento de la contienda.
Asimismo, no se puede ignorar que, si Luna Morales alcanzó tan importante lugar en la lista de su partido, ello parece deberse a que su padre, el congresista José Luna Gálvez, es el fundador de la agrupación. Y que hay una cuota de responsabilidad también en quien postuló por el partido en Lima, el señor Urresti, que no solo consintió esta situación, sino que cuando fue consultado precisamente por la situación legal de su candidato a teniente alcalde durante un debate televisado optó por atacar a la prensa y eludir el asunto.
Pero el caso que nos ocupa, sosteníamos, también dice mucho sobre la política peruana en general, pues estamos frente a otro episodio de una agrupación ofreciéndole a la ciudadanía y pidiendo el voto por candidatos con problemas legales nada desdeñables. Una situación que ha hecho que muchos partidos, de un tiempo a esta parte, más que filtros que detecten y separen oportunamente a los aspirantes con problemas legales, parezcan plataformas construidas para encumbrarlos hasta posiciones de poder.
Finalmente, también es cierto que los electores tienen en sus manos la posibilidad final de avalar o vetar a candidatos con problemas judiciales en las urnas. Pero es evidente que mientras los partidos no sientan que comparten la responsabilidad por apadrinar a postulantes procesados estos seguirán llegando a las cédulas de sufragios y, de allí, a los diferentes municipios o gobiernos regionales del país.