Han surgido diversas voces que coinciden en la idea de levantar un monumento a la memoria de la señora Lastenia Larriva de Llona, cuyas altas condiciones morales y literarias la convierten en un ejemplo digno a seguir. Lastenia Larriva de Llona fue uno de aquellos espíritus dilectos que honraron a su patria y le dieron renombre y esplendor. Ella y su esposo, Numa Pompilio Llona, supieron crear en su hogar un ambiente intelectual y artístico que contribuyó muy poderosamente a extender la cultura en nuestro medio. Su nombre ha quedado ya en nuestra historia y debe honrarse. H.L.M.
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