Ante la pregunta más frecuente en CADE de Paracas sobre cómo veía el 2018, mi respuesta fue que veía positivos todos los indicadores y una sola sombra que podría impedir un gran año para todos.
El primer factor de crecimiento será el incremento del precio de los metales que ya empezó y que tiene una tendencia a seguir subiendo. Eso no solamente aumentará los ingresos de las minas actuales y los impuestos que ellas aportan, sino que también está ya generando inversión millonaria en varios proyectos mineros nuevos.
El segundo factor es que, a diferencia de años pasados en los que Europa, Estados Unidos, China, o todos ellos estaban en problemas, en estos tiempos esos países, y el mundo en general, crecen. Al ser nuestros principales compradores de minerales y de productos agroindustriales, nos aseguran una demanda creciente para las exportaciones y más empleo en las zonas productivas. Y si ellos están bien, salen de paseo, lo que hará que aumente el número de visitantes, alimentando a la industria turística.
El tercero es la inversión en diversos proyectos estatales, la reconstrucción con cambios incluida, que aunque algo atrasada, ya empezó a darse. Más trabajo, en todo el país, pero sobre todo en el norte tan golpeado.
El cuarto, y no menos importante, es la alegría que se ha generado en la población por el fútbol. Además de incrementar el gasto en diversión o televisores, ella empodera a los ciudadanos y genera más optimismo en el futuro, motivando a las familias a embarcarse en compras de mediano y largo plazo como autos y departamentos. Los buenos resultados del motor show y el crecimiento que se observa en las hipotecas lo muestran.
¿Algo más? Permítanme una confidencia. En Arellano M. sabemos que nuestras consultorías son precursoras de inversión, pues ayudamos a las empresas a desarrollar proyectos en los que luego invertirán. Si vimos en la primera parte de este año a muchas de ellas retraerlos, nos alegra verlas últimamente regresar en gran número para ponerlos al día. Están pensando en invertir.
¿Qué podría entonces poner en riesgo el crecimiento que casi nos aseguran la demanda mundial creciente, el optimismo del mercado y los deseos de inversión de los empresarios? Veo una sola sombra, que nuestros dirigentes del Ejecutivo y Legislativo echen por tierra esta oportunidad poniendo sus intereses por encima del bienestar del país, y conviertan el gobierno y la lucha contra la corrupción en un juego de poder político. Su responsabilidad es mucho mayor de lo que quizás entienden, pero también es muy grande su oportunidad de actuar bien y mejorar la pobre opinión que la ciudadanía tiene hoy de ellos. Si fuera así, y creemos que lo será, tendremos un gran 2018.