Es curioso. Los seres humanos tendemos a pensar que somos únicos, especialísimos. Que cada uno de nosotros es un mundo con sus propias experiencias, alegrías y tristezas. Y sí, hay algo de eso, qué duda cabe. Sin embargo, creo que existen determinadas circunstancias en las que descubrimos que tan valioso como la diferencia, tan importante como la originali-dad es aquello que nos une. Que nos descubre como seres humanos que lloramos igual que los demás, reímos igual que los demás, soñamos igual que los demás.
Y es bueno constatarlo de vez en cuando para dejar de mirarnos el ombligo. Para confiar en que a pesar de la crispación que desata los temas de coyuntura, cuando se trata de mirar adelante, la comprensión parece más fácil. El mundo parece más simple.
Hoy es el primer día de un nuevo año y a mí se me ocurrió preguntarles a mis amigos del Facebook cuál era su sueño para el 2015. Y el resultado fue conmovedor: Gabriela Zúñiga me confesó que desea un hogar con hijos, perros y besos a las seis de la mañana, Alfonso Acho quiere que la gente use más bicicleta para no contaminar el planeta, Franco Paredes sueña con terminar de construir su casa, Hilda Gutiérrez desearía que las personas sean más humildes, Patty Ivana solo quiere reír, amar y vivir intensamente.
El piloto Omar Bernaola espera seguir volando, Fernando Kong García nos pide que usemos la palabra PAÍS en todo lo que hagamos. A Paulo César Polo le interesa vivir en torno del escenario; a Daniel Ledesma, que todo lo pasado nos quede como experiencia. David Hochstadter quiere vivir en un país seguro, Lilly Ceballos se ha propuesto dejar la flojera amarrada a la pata de la cama para hacer las cosas que le llenan el alma. Martha Lecca quiere viajar para conocer nuevas culturas, Jorge Cheng desea que la vida nos invite a sonreír más, Miguel Ángel Minaya busca que la vida nos dé mucha vida, Inés Julissa Solís quiere que vivir dignamente no sea el privilegio de algunos.
A Alejandra Sousa le gustaría poder confiar más en la gente, Nani Pease pide que no muera nadie más de los que más quiere, Carlos Eduardo García quiere aprender a aceptar lo que no puede controlar, Laura Puertas quiere reír, reír y reír, Walter Santome desea que los peruanos aprendamos a votar bien, Mijael Naveros sueña con casarse con Emma Watson.
A Ángel D Acero le gustaría que la educación mejore; a María Graciela Mieses, que termine el caos vehicular en Lima; a Miguel Aníbal Díaz Flores, que le paguen los beneficios sociales de su última chamba. Mía Fanny Thuollier quiere bajar unos 20 kilos y conocer al hombre de su vida, y Doris Cueto haría lo que sea por volver a un Perú que le ofrezca las mismas oportunidades y la misma tranquilidad que encontró en el extranjero. Óscar Bossio sueña con que aprendamos a manejar respetando al peatón; Jorge Lizarraga, con conseguir trabajo; Claudia Mireya, con que todos los animales abandonados encuentren un hogar, y Claudia Ramal De Frank, con que agarren a Belaunde Lossio.
Yo sueño con recibir más para devolver más. Mi abuela, con tener a su familión siempre unido. Adriano pide ser feliz y hacer mejor sus tareas del cole.
Dicen que soñar no cuesta nada. Menos mal porque el deseo y la esperanza deben ser siempre gratis. Porque hay que atreverse a ser más, a pedir más, a ofrecer más. ¡Mejor 2015 para todos!