¿Ser becado es sinónimo de ser pobre?

En el Perú todavía existe la discriminación en el ámbito universitario por el simple hecho de que un alumno estudie sin pagar. ¿Cómo lo tomarías tú? Esta discriminación se ve mayormente en Lima y muchas veces son los mismos estudiantes los que generan estos comentarios que hacen sentir mal a la persona becada.

Como becario admiro a todos los que, con las esperanzas de poder seguir teniendo una educación, buscaron la manera de poder estudiar sin gastar mucho. Por eso, los mejores estudiantes postulan a becas del Estado Peruano como Beca 18, una beca integral que ayuda a muchos jóvenes talentosos a cumplir sus sueños.

Creo que, más que conseguir una beca, se trata de ganar una esperanza, una esperanza de seguir. Aquí también se ve que todo el esfuerzo que uno hizo en el colegio de procedencia dio sus frutos, que esas noches llenas de llanto en las que sentías que ya no podías valieron la pena.

Como egresado de un Colegio de Alto Rendimiento (COAR) me doy cuenta de que la educación suministrada en los colegios de Educación Básica Regular no es suficiente para aprobar algunos exámenes universitarios. En este punto es imprescindible el compromiso del estudiante que a veces sacrifica sus horas libres para poderse preparar –admiro bastante eso– y por eso tienen muy merecidas esas becas.

Y, entonces, ¿por qué existe esa discordia entre los estudiantes? Creo que se puede tomar como un acto de envidia, pues ven que gracias a toda su inteligencia y esmero ellos lograron ese merecido premio. Y, para sentirse superiores, tildan a los becados como “pobres”. Incluso una vez escuché que alguien mencionaba que “la educación superior solo debe ser para los que tienen dinero”. A mí me gustaría responderles: ¿todo bien en casa?

Para combatir tales actitudes discriminatorias se debe promover una cultura de respeto y aprecio por la diversidad en todos los niveles de la sociedad. Esto incluye la educación en el hogar, en las escuelas y en toda la sociedad. Si tú, que estás leyendo esto, pasas por todo lo expuesto aquí, de mi más sincero corazón continúa, que esos malos comentarios no te detengan. Demostremos que fuimos los indicados para ganar esas ansiadas becas.

Recuerda que el cambio está en uno mismo.