La Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) apunta al rediseño del comercio mundial y a la creación de rutas competitivas del cual Perú es un actor prominente. El perfil de la geopolítica con la IFR es el acceso al comercio mediante el ferrocarril, medio de transporte que tuvo importancia para el Perú y es objeto de revalorización reciente por China en los países miembros de la Iniciativa.

De igual forma, la Municipalidad de Lima (MML) ha generado expectativo debido a los trenes donados por EE.UU. para cubrir la ruta hacia Chosica. Sin embargo, el impacto mediático que inaugura este acápite no ha de ser desestimado.

Así, los comentarios del representante de Torre Tagle, con respecto de la renovación de la participación brasileña en el marco de la IFR para conectar Ilhéus y Chancay, son disonantes con los intereses y políticas estatales del Estado Peruano, el cual se vincula con la IFR desde el 2014 con la firma de consecutivos memorandos de entendimiento (2015, 2019) y mediante el Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario del MTC.

En el ámbito metropolitano, la política ferroviaria urbana es accesoria, pues tan solo el 10% de la población limeña se transporta mediante la línea 1 y el Metropolitano. Las exigencias legítimas de seguridad y transporte eficiente no han sido resueltas de momento por la MML y el proyecto representa el histórico peso muerto que el populismo aporta al Estado en perjuicio de la planificación y estudios necesarios.

A nuestras autoridades les pedimos estar a la altura para adecuar la infraestructura ferroviaria a los estándares que merecemos.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Rafael Rodrigo Gamarra es Estudiante de Derecho y Ciencia Política en la Universidad Ricardo Palma

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