
Ser parte del programa internacional Seeds for the Future y representar al Perú en un viaje a China fue una experiencia muy especial.
Estuve en Shenzhen y Shanghái, donde no solo conocí ciudades impresionantes, sino que también aprendí cómo la tecnología puede integrarse de forma natural en la vida cotidiana.
Shenzhen fue la primera ciudad que visitamos y me sorprendió por su nivel de modernización y tecnología.
El transporte era eléctrico, los postes tenían paneles solares, todo se pagaba desde el celular y los hoteles contaban con robots que ayudaban como mayordomos.
En la visita al Longgang Smart Park, aprendí sobre el uso de inteligencia artificial en cámaras urbanas para gestionar la seguridad y el orden vial.
Estar en el Mobile World Congress Shanghai fue una experiencia muy enriquecedora.
Visitamos empresas como TechTrek, Quectel y la Huawei Flagship Store, donde vi desde prototipos de celulares hasta autos eléctricos.
Apreciar tanta innovación me dejó pensando en todo lo que podemos lograr si apostamos por la tecnología desde nuestras realidades.
Esta experiencia me permitió reflexionar sobre el rol de la tecnología como herramienta de desarrollo sostenible y sobre el potencial que tienen nuestros países para ser parte de este cambio con visión e inversión.

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